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Copán Álvarez: Nadie se hace responsable, nadie llora a los muertos, nadie es culpable”

El periodista de Telemundo, Copán Álvarez, habla de los hechos violentos que sucedieron por la pelea de barras

2017-04-04

Estaba listo para escribir sobre la Selección, pero después de ver una y otra vez los videos que salieron en Diez y en las redes sociales sería irresponsable y hasta inhumano no opinar acerca de la violencia en los clásicos.

Desde mis inicios en el periodismo deportivo rechacé la violencia en los estadios, soy partidario del aliento, de los cantos y el apoyo a los equipos, pero siempre repudié las peleas entre barras y todo lo que uno ha visto en el estadio nacional, sin embargo, lo que más me indignaba e indigna aún hoy, es la indiferencia.

Nadie se hace responsable, nadie llora a los muertos, nadie es culpable, nadie ofrece una disculpa siquiera. Hoy y siempre que se juega un clásico hay por lo menos una familia en llantos, un joven o varios asesinados y otros con daños irreversibles como seguramente estará el muchacho al que la policía golpeó salvajemente afuera del estadio y al que atacaron bestialmente con piedras y patadas.

Ver: LOS DIRIGENTES DE BARRAS Y SU OPINIÓN

Nadie pone un alto a esto, nadie se preocupa, seguramente porque estos muchachos son hijos de la naturaleza, seguramente porque sus padres nunca tuvieron la oportunidad de educarse y de civilizar a sus hijos, seguramente porque para ellos la muerte es parte de la vida y aunque lo sea, no es justo que les llegue tan temprano.

Nunca un dirigente se comprometió a tratar de evitar esto, nunca un alcalde, un diputado y mucho menos un presidente ha mostrado interés en evitar más muertes en el fútbol. Algunos opinan que esto no tiene nada que ver con fútbol, pero el aficionado es parte del juego, quizás la más importante junto a los futbolistas.

Hoy seguimos hablando de los penales no sancionados, del penal regalado, de las expulsiones, pero nos olvidamos de estos jóvenes que erróneamente piensan que pelearse, matar o morir por Olimpia y Motagua vale la pena. Son jóvenes y no se dan cuenta, creen, son impulsivos y como viven infectados de violencia piensan que así es la vida y la vida no es así. No debería ser así.

Las autoridades del fútbol deben de hacerse cargo de esta brutalidad, deben de tratar de prevenir no de reprimir. La represión no sirve de nada, solamente sirve para generar más violencia, más odio y más indignación. Si la policía en vez de pegarle salvajemente a ese muchacho lo hubiese esposado y llevado preso con fuerza, pero sin rabia, éste podría haber recapacitado en el futuro, pero hoy, talvez su cerebro tenga daños irreversibles y nunca podrá tener la oportunidad de recapacitar.

Como no hay capacidad de prevenir, jueguen sin público, los próximos clásicos deberían de jugarse sin gente, aunque pierdan la taquilla, aunque el fútbol pierda su colorido, pero la vida es más importante que todo lo demás porque estos muchachos también son hijos de Dios.