Es heroico en un país donde el fútbol infantil tiene todas las carencias y los jugadores surgen prácticamente solos, la naturaleza futbolera catracha es grandiosa y sin ningún tipo de preparación competimos a nivel centroamericano y del caribe pero no cuando toca enfrentar a México y Estados Unidos que por lo general, salvo excepciones, nos pasan por arriba.
Ver: LOS RÉCORDS DE HONDURAS EN CLASIFICACIONES
Más no se puede pedir, más no se les puede exigir. Estos niños surgen de la extrema pobreza, pocos tienen la oportunidad de estudiar y mucho menos de recibir un entrenamiento adecuado para convertirse en jugadores profesionales. Su alimentación seguramente también es mínima como la de la mayoría de los hondureños e inadecuada para un niño en vías de ser deportista.
Aún así, llegan, juegan, ganan y clasifican aunque normalmente en la copa mundial no se logra competir, salvo aquella selección que fue a Emiratos Arabes Unidos en 2013 y que logró quedar entre los ocho mejores equipos del mundo.
Aún así, sin equipos que se preocupen por las divisiones inferiores, donde hay muy pocos entrenadores con la preparación idónea para entrenar niños y sin dirigentes que tengan un verdadero interés y un proyecto para el futuro, estos “cipotes” logran eliminatoria tras eliminatoria clasificar a la copa mundial.
Sin embargo, esta vez la clasificación fue muy fácil y si hay tiempo habrá que poner los pies en la tierra y tratar de mejorar porque se clasificó ganándoles a Curazao, Haití y Cuba pero perdiendo con Panamá y Estados Unidos y si bien así son las reglas de la eliminatoria se debe mejorar si esta selección quiere competir si no, este equipo irá nada más a escuchar el himno, participar y regresar sin pena ni gloria y con suerte en el sorteo.
No hay que perder el horizonte y estar claros que se ha logrado una clasificación enfrentando a rivales de poca tradición futbolera y si no hay un vuelco en el fútbol criollo seguiremos iguales, clasificando porque con lo que tenemos nos alcanza pero sin evolucionar y a la espera de una generación con calidad para poder competir.
