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Orlando Ponce: 'Sólo una catástrofe evitará que Motagua grite la 16 el domingo'

El periodista deportivo analiza la vuelta de la final de Honduras entre Motagua y Olimpia. La ve sentenciada.

2018-12-11

Nunca me imaginé el escenario que tenemos ahora. Los pronósticos fallaron en el partido apertura de la final ,el Olimpia se desplomó y el Motagua tiene el sartén por el mango y sólo una catástrofe evitará que el azul grite la 16 el domingo venidero.

El 11 que pide la afición de Olimpia para buscar la remontada ante Motagua

Más allá del desacertado arbitraje de Héctor Rodríguez, para mí se equivocó en las dos amarillas que terminaron echando de la cancha a Jonathan Paz,con la astucia de Rubilio Castillo.

El uruguayo Manolo Keoseian se estrelló con la derrota el domingo, con un planteamiento muy conservador, estableciendo una línea de tres, con la adición de Dabirson Castillo, sacrificando un volante, lo cual terminó pagando caro con el 0-2 que dejó la serie sentenciada a favor de los azules.

En esto de las finales, hay que ser muy astuto y el Motagua hizo caer en la trampa al Olimpia, con la reunión absurda y ridícula que el mexicano Pedro Rebollar promovió con Diego Vázquez, Manolo Keoseian y los árbitros finalistas Héctor Rodríguez y Melvin Matamoros, misma en la que sobre todo el mendocino descargó todos los reclamos contra el pobre Rodríguez.

Foto: Diez

Ya en el partido y con el comunicado del Motagua cuestionando el nombramiento de Rodríguez, el tocapitos tardó media hora para botar al ex del Real Sociedad,t odo un señalado por los perjuicios creados por sus imprudencias y varias expulsiones.

Con la expulsión de Paz se arruinó no solo el partido sino que la final.

Con el encuentro en igualdad de condiciones, el Motagua había sido el más atrevido con disparos de Kevin López, mientras que su rival jugaba al filo del empate, cobardía que se desprendía desde la alineación y el planteamiento de Keosseian.

Después de la expulsión de Paz, el azul aprovechó la superioridad numérica, le anotó dos goles y pudieron ser más.

Al Olimpia le faltó más inteligencia, a su entrenador, para jugar la final, no solo el partido. Por eso el ingreso de Carlos Will por Rony Martínez, cambio que no le benefició en nada al Albo.

Foto: Diez

Tras la caída, es asombroso el optimismo del armenio. Para revertir la final debe ganar por diferencia de tres goles y dos para forzar los alargues, una misión que yo la veo en los cuernos de la luna, porque el Olimpia sigue teniendo un bajísimo nivel de juego y el Motagua es el mejor equipo del campeonato.

Es fácil decir con la boca que así como me hicieron dos goles yo puedo hacer igual o más, pero ¿cómo hacerlo?

El Olimpia tendrá que abrirse el domingo para intentar la remontada, eso le irá generando ansiedad y mucho desgaste físico, lo que aprovechará el Motagua, cómo lo haría cualquier buen equipo con dos goles a favor para buscar rematarlo con otro gol más.

Los Azules, además de tener la mejor defensa del campeonato, cuentan con dos atacantes letales sobre todo, Rubilio y Kevin López, factor que le da mayores opciones el domingo, para incluso barrer la serie.

Presagio que el domingo próximo por la enorme ventaja que tiene el Motagua, en el Nacional predominarán los aficionados azules.

El pesimismo es grande en muchos olimpistas, aunque hay otros que aún piensan en el milagro.

En conclusión, el Motagua levantará el domingo su copa 16, la cuarta para Diego, la primera contra un grande.

En el Olimpia, cómo lo escribí en una columna anterior, el cambio de Nahún Espinoza por Keosseian fue muy tardío y a partir de esta final tendrá que haber una reestructuración de jugadores en el conjunto merengue.