Vamos ahora a las acciones, en el segundo tinte se presentaba un Olimpia que olía a favorito por lo realizado en las vueltas, pero al ver la camiseta azul en el Nacional, la memoria futbolística de los leones se borro.
En el tercer tinte, los que vestían de blanco comenzaron golpeando primero, con un cabezazo incómodo de Alvarado pero resaltante la mala salida de Rougier, luego aparecería el estelar: Marcelo Pereira, al anotar doblete que llenaba de gritos azules el Tiburcios Carias Andino, pero en el éxtasis daba el empate con su muslo izquierdo y el balón realizaba una parábola imposible de atajar para Rougier, era el tinte negativo para el central motaguense, quien en un partido de final convertía doblete y autogol en 90 minutos.
El tinte rosa, la aparición de una mujer como central en un partido de final, la titular: MELISSA PASTRANA, y la coloco en mayúscula porque se rompe una hegemonía en arbitrajes masculinos y se hace historia con su designación para una final. Tras el último pitazo, aparecieron los otros tintes para terminar de pintar el primer round, los gritos de Kevin López hacia Beata en el pasillo de camerinos, la declaración de Vázquez sobre Pastrana: 'En ningún lugar del mundo ponen a una mujer pitar una final', el manejo del mismo sistema expresado por Keosseian para la vuelta, así cerro el telón el Nacional, que dejo algunas lagunas en butacas, las cuales se transforman en vacíos futbolísticos para determinar un favorito en el partido de vuelta.
Una vez mas empate, una vez mas todo a decidirse con dientes apretados en la vuelta, Olimpia y Motagua a una semana de la gloria o el fracaso.