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Orlando Ponce: Coito vuelve a colocar el proceso patas arriba y el caballo es muy grande para el jinete

Orlando Ponce lanza una crítica a Fabián Coito y a los jugadores tras la derrota de Honduras ante Guatemala en juego amistoso.

2020-11-17

Como que habíamos comprado bolsas de humo previo a la pandemia con eso de la gestión del entrenador uruguayo Fabián Coito o muchos espejitos a buen precio si nos basamos en la realidad futbolística que vivimos ahora, producto del miserable empate ante Nicaragua y la derrota contra Guatemala para cerrar el año de actividades.

Todo lo que se había construido, después del papelón en la Copa Oro pasada, se ha derrumbado como un castillo de naipes, como aquella grandiosa actuación frente a Chile y contra rivales de baja categoría, eso es lo peor, como es el caso de Nicaragua y Guatemala.

Ver: Coito aseguró que Honduras va a competir en la eliminatoria

El encuentro frente a Guatemala, del domingo anterior, el que no sólo se perdió miserablemente, sino que la Bicolor dejó la imagen de una selección cualquiera de la región, reabrió el debate y el fuego cruzado contra la gestión del uruguayo Coito, de una parte del periodismo y del aficionado que ya no está como en luna de miel con el sudamericano y le van quitando el blindaje.

Si bien es cierto en dicho encuentro no se pudo contar a última hora con los delanteros Jorge Benguché, por lesión, y Albert Elis, por contagio de Covid-19, lo mismo que con Antony Lozano, por la misma razón, no es excusa para semejante y penosa presentación en Guatemala.

Como ya se había evidenciado contra Nicaragua, ante los chapines afloraron nuevamente los gruesos errores defensivos, la falta de dinámica y creación de juego en el medio campo, más un raquítico ataque.

En las figuras de irreconocibles quedaron Carlos Pineda y Jonathan Rubio, y los atacantes, me imagino, era una ensayo para la sub-23 con tres novatos para una selección mayor, Darixon Vuelto, Douglas Martínez e Ilse Barahona.

En la defensa vivieron una pesadilla Marcelo Santos y Franklin Flores, quienes no tienen las condiciones para destacar en una selección mayor, sólo en la mente del técnico Coito, oir más que le dan palos.

Es urgentes se pueda encontrar en la liga local un buen lateral derecho, ya que tampoco Félix Crisanto y Bryan Beckekes resultan buenas opciones. Tarea inmediata, hasta el punto que tenga que improvisarse.

Como lateral izquierdo deberá regresar Emilio Izsguirre y Denil Maldonado deberá jugar pronto en su nuevo equipo en Chile, ya que su desempeño el domingo pasado dejó mucho que desear debido a muchos meses de inactividad.

Hay otros futbolistas que no aprovechan la oportunidad, por más que resulta generoso el entrenador, como Jhow Benavidrez, Juan Ramón Mejía, ilse, Vuelto, entre otros, por lo que habrá que poner la mira en otros del campo nacional.

Foto: Diez

Resulta incomprensible, para mí, el marginamiento en que están sometidos los futbolistas Jerry Bengtson, Deiby Flores, Bryan Rochez y hasta Germán Mejía. Las especulaciones son muchas por estos jugadores, hasta de fines y diretes, por lo que los tienen bloqueados en la Fenafuth.

LA SUB-23 PARA OTRO DT

Tras la amarga experiencia de los encuentros de octubre y noviembre, con una muestra de desorden futbolístico y la pérdida de una memoria colectiva, la Fenafuth debe quitarle a Coito el manejo de la Sub-23 y designar a uno de los asistentes.

Ambos procesos deben desmarcarse, puesto que estamos viviendo tiempos atípicos, producto de la pandemia que ha provocado interrupciones muy largas en los trabajos y evitar exponernos a un fracaso rotundo en las dos selecciones.

Por ejemplo en México, Estados Unidos y Costa Rica, los técnicos de las selecciones absolutas están enfocados en cómo hacer funcionar bien a las mismas y para la sub-23 hay otros entrenadores.

Sabemos que en Honduras, para el caso, hay varios futbolistas elegibles para las dos representaciones, pero habrá momentos que deberán ser priorizados en una.

En el pasado se dieron experiencias con los colombianos Luis Fernando Suárez y Jorge Luis Pinto, con ambas selecciones, pero eso fue todo un dolor de cabeza con los tiempos, por más que se obtuvo muy buenos papeles en los Olímpicos de Londres y Río de Janeiro.

A partir de enero, Coito debe hacer microciclos con futbolistas de la liga local, en la meddia que los calendarios de clubes, locales e internacionales lo permitan, y programar partidos en fechas fuera del calendario de la Fifa, como ya otros entrenadores de selecciones de la zona lo vienen haciendo.

Aparte la Fenafuth deberá seleccionar mejores rivales para marzo 2021, salirse de las mismas selecciones intrascendentes y apuntar a europeos, asiáticos, o africanos, previo a la participación en las semifinales del Final Fours, previstas para junio en USA.

Y para los que van manejando ese carrito del optimismo y el engaño para el mismo Coito, se les recomienda cambiarle llantas y hacerle un alineamiento y balanceo, no sea que nos estrellemos muy pronto en una dura realidad.

Postdata: ¿Logrará la Fenafuth quitarle uno de los dos coyoles que está chupando Fabián Coito y se lo pasarán a Arnold Cruz o Falero?