Aunque son los futbolistas los actores al final que ejecutan los mandamientos de su técnico, los partidos se ganan desde diferentes trincheras, como pasó en el primer clásico de la final de la liguilla que nos dejó una renta de 3-1 a favor de los leones, aunque eso para mí no es la sentencia de la instancia que se juega.
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En el choque de ida, el adiestrador de los azules, debido a las bajas de Héctor Castellanos y Reinieri Mayorquín, en la primera línea de volantes, tropezó con sus alternativas, el novato Jonathan Núñez y el improvisado Emilio Izaguirre, en una parte fundamental de la cancha con consecuencias lamentables.
El camino quedó abierto en el primer tiempo para que dos jugadores con una gran espalda, Deybi Flores y German Mejía se adueñaran del medio campo y empujaran el triunfo de los merengues con los goles de Bengtson, Eddie y un autogol de Santos.
El Olimpia se aprovechó de la pésima apuesta de Diego, con Sergio Peña y el argentino Matías Galvaliz desde la banca, para hacer tres goles de ensueño en la primera parte y pudieron haber sido cuatro con una de Eddie Hernández que se estrelló en el poste.
Cuando el conductor azul trató de recomponer ya era demasiado tarde, justo con los cambios, a juzgar por un segundo tiempo, muy temprano golpeando con un penal convertido por Rubilio Castillo, el gol que realmente tiene con vida a los azules.
Con el sartén por el mango, el técnico Troglio resultó muy cauteloso en la etapa final, para frenar el instinto de ataque del Motagua herido por los tres goles del primer tiempo, algo que maneja muy bien.
Ahora bien, la ventaja de los albos es amplia para los resultados que se dan en nuestra liga, en las que sí han habido remontadas de dos goles con definiciones en penales, tanto en semifinales como finales.
El fútbol tiene muchas condiciones propias del mismo juego con historias que a veces resultan hasta increíbles, porque al final es un estado emocional y en las finales han habido muchas historias entre los protagonistas del domingo.
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En la premisa, el obligado a salir a buscar un gol rápido es el Motagua, pero puede que también esa sea la apuesta de Troglio con un gol de inicio para ir acabando con su adversario.
TROGLIO, EL TATA DE DIEGO
Hasta ahora la serie entre Troglio y Vasquez la está ganando el de Luján con seis triunfos, dos derrotas y un empate, incluyendo el choque de cuartos de final en la Liga Concacaf y eso deja un claro ejemplo de que todo planteamiento de juego tiene su antídoto.
No sé si será producto de eso es que últimamente a los jugadores del Motagua los veo con menos convicción y cundidos de miedo cuando enfrentan al Olimpia de la era de Troglio.
Al ser un partido decisivo de la liguilla, para encontrar al rival del Marathón en la gran final, sube mucho la intensidad y en esto jugará un papel muy importante el árbitro Melvin Matamoros.
La inteligencia emocional también tendrá un papel fundamental en el comportamiento de los futbolistas. Si hay algo que tiene el timonel azul es la astucia para provocar con sus jugadores al Olimpia para se quede con menos futbolistas en la cancha, como el ejemplo de las últimas finales. Además, los golpes que varias veces ha dado viniendo de la adversidad.
De las tantas claves de los delanteros que elija el Motagua, es hacer que salgan del área los centrales Jonathan Paz y Johnny Leverón. Además, Kevin López no debe salir mucho desde atrás ya que lo tienen bien calculado los laterales del Olimpia.
Los centrales del Motagua, Decas y Meléndez o si se suma Pereira, tampoco deben salir del área, ya que eso se convierte en buen caldo para Bengtson, Eddie y Arboleda, muy buenos sobre todo en el juego aéreo.
Postdata: ¿Logrará Diego Vázquez revertir por segunda vez una desventaja de dos goles ante el Olimpia o volverá Troglio a ganar el duelo y acabar con los azules?
