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El blog de Elmer López: 'El alcohol y el deporte; hay un concepto que poco a poco se ha introducido en la población'

El doctor Elmer López Lutz cuenta la clara relación entre el consumo de bebidas alcohólicas y el riego de desarrollar cáncer.

2021-05-11

Desde que existe la televisión, el asociar el consumo de las bebidas alcohólicas con la práctica deportiva ha sido la norma. Las compañías de estas bebidas son los mayores patrocinadores de los eventos deportivos a nivel mundial, incluso en nuestro país, la copa que se le entrega cada año al equipo que sale campeón del torneo de la Liga Nacional lleva el nombre de una cerveza.

Hay un concepto que poco a poco se ha introducido no solo en la mente del deportista, sino en la de la población en general, y es el que beber alcohol de forma moderada o “responsable” (el equivalente a una copa de vino o una cerveza al día), no acarrea ningún riesgo para nuestra salud.

Es más, existen estudios que demuestran que el ingerir una cerveza o una copa de vino tinto, preferiblemente con la cena, mejora la salud y nos prolonga la vida.

La famosa frase del filósofo ateniense Solón: “nada con exceso, todo con medida” es el eslogan publicitario de las compañías que promueven la ingesta de bebidas alcohólicas. ¿Es esto cierto? Veamos.

Foto: Diez

Muchos estudios científicos concluyen que los que beben alcohol moderadamente, tienen menos probabilidades de morir de infartos y de derrames cerebrales.

Sin embargo, tengo que decir que la gran mayoría de estos estudios tienen un sesgo en su elaboración, es decir, no están bien diseñados, ya que lo que los investigadores hicieron fue dividir a la población estudiada en dos grupos, un grupo conformado por los que beben alcohol de forma moderada, y en el otro grupo conformado por ex bebedores o por personas que nunca han consumido alcohol.

Luego a estos dos grupos se les hace un seguimiento por un período de 5, 10 o 15 años y al final del estudio se demuestra que efectivamente el número de muertes ocurridas en el grupo de los bebedores moderados era menor.

Sin embargo, este tipo de estudio conocido como prospectivo aleatorio, tiene un gran sesgo o error de diseño y es que no se consideró el nivel socioeconómico de los participantes. Como lo demuestran los nuevos estudios en este tema, los bebedores moderados, por lo menos los que viven en países desarrollados donde se realizan la gran mayoría de estos estudios, pertenecen a un nivel socioeconómico superior cuando se les compara con los del otro grupo constituido por ex bebedores o alcohólicos, quienes generalmente están en un nivel socioeconómico inferior.

Es decir, los bebedores moderados pertenecen a una clase social acomodada, que les permitió tener una buena educación, tener un buen empleo con un buen salario, disponer de más tiempo libre para dedicarlo a actividades relajantes, la práctica de un deporte o ejercicios en un gimnasio. Además, poseen los recursos que les permite realizarse chequeos de salud frecuentemente o tratarse oportunamente cualquier dolencia.

Todo lo contrario, a lo que ocurre en el otro grupo. Por lo tanto, el grupo de los bebedores moderados goza de una mejor salud, no porque beben moderadamente, sino porque están protegidos por los otros factores saludables que les confiere su estatus socioeconómico.

Sin embargo, la verdadera historia con el consumo del alcohol es otra. Ocho de cada 100 personas que se inician en el consumo del alcohol se volverán adictos, es decir, enfermos alcohólicos de por vida. Con todas las implicaciones que, para su desarrollo personal, para su familia y para la sociedad representa.

Foto: Diez

Pero lo más importante es lo que la ciencia ha demostrado recientemente, que el consumo de alcohol, aunque sea en cantidades muy pequeñas y sin importar el tipo de bebida que se consuma produce cáncer.

Existe una clara relación entre el consumo de bebidas alcohólicas y el riesgo de desarrollar cáncer de la cavidad oral, faringe, laringe, esófago, hígado, colorecto y seno.

Existe una asociación dosis respuesta con respecto al consumo de alcohol; es decir, cuanto más consumo, más riesgo de cáncer. Por lo que no existe una cifra segura a partir de la cual se pueda garantizar que no hay riesgo.

Por ejemplo, el cáncer de seno en mujeres es muy sensible al alcohol: de hecho, se estima que con un consumo inferior o igual a una cerveza a la semana, se aumenta el riesgo de desarrollar un cáncer de seno entre un 4 a 15%. Por lo que el reducir su consumo no parece ser suficiente.

Es por eso que, a partir de julio del 2018, la Fundación Internacional de Investigación Contra el Cáncer recomienda evitar el consumo de bebidas alcohólicas del todo.

Es la misma historia de lo que ocurrió con el consumo del tabaco durante el siglo XX, cuando tomó varias décadas el demostrar su efecto cancerígeno aun en pequeñas cantidades o con sólo estar expuesto al humo de personas fumando alrededor de uno.

Por lo tanto, la publicidad de las bebidas alcohólicas, especialmente para el deporte debe de desaparecer. La frase “consúmase con moderación” ya no es cierta. Nuestros legisladores y autoridades sanitarias deben de actuar de oficio, por la salud de nuestra población. Un deporte libre de alcohol es la meta.