Sin embargo hay un tema realmente preocupante en este fin de año y es justamente el castigo al Estadio Olímpico, bien dicen que al perro más flaco se le pegan las pulgas y este popular refrán nos cae como anillo al dedo.
¡A ESTA HONDURAS NO LE SOBRA NADA! POLÉMICAS PALABRAS DE COPÁN A LA BICOLOR CATRACHA
En todos los ámbitos Honduras termina siendo un conejillo de indias, siempre se prueba con el país más pobre o de los más pobres como para advertirles a otros que las cosas se hacen como manda el status quo, en este caso la FIFA. Ha pasado siempre en política y ahora en el fútbol.
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Por un grito, por diez o por cien gritos discriminadores se castiga al fútbol de un país. Una cosa de locos, desmedida e injusta. ¿Qué buscan? ¿A quién quieren advertir? ¿A México con su poco ingenioso y ya aburrido “p..oooooo”?
Le digo a Pedro para que escuche Juan. Esto es lo que pasa, castigan a Honduras por gritos aislados para advertirle a México o a otra federación que le puede pasar lo mismo a ellos. Nadie puede afirmar que lo que se grita en el Olímpico es más ofensivo que lo que se grita en cualquier cancha del mundo y es mucho menos que lo que se grita en las canchas aztecas cuando el arquero toma carrera para sacar de meta.
La FIFA quiere sentar un precedente y nada mejor que agarrar al país que no tiene dirigentes, al que no puede reclamar nada porque sus ex directivos están presos por actuar como los que gobiernan el país.
La Selección no tiene dirigencia, no tiene una gran generación de jugadores, no tiene un estadio donde la gente pueda disfrutar de un partido con la comodidad que merece un ser humano y ahora, para colmo, le castigan el estadio donde los jugadores se sienten cómodos.
Cuando creíamos que la FIFA iba a ser ahora más justa y seria, aparece este abuso, desacertado y malintencionado, un castigo que afecta más a los jugadores y a la gente que mantienen vivo este bendito deporte.