Centroamérica

Fue acusado de amaños en El Salvador, pero ahora es pastor evangélico

Víctor Turcios fue capitán de la selección de El Salvador, pero ahora su vida se resume en el evangelio.

2016-11-27

Su vida cambió mucho, dio un giro inesperado, los días de correr e ir atrás de un balón finalizaron el día que fue acusado de amaño de partidos con la selección de El Salvador.

Víctor Turcios, una de las últimas joyas hechas realidad por el balompié guanaco truncó su sueño a temprana edad por el mencionado problema que hubo en el vecino país.

Ahora la vida de este ex futbolista de 28 años, es llevar la palabra de Dios a cada uno de sus miembros de una pequeña iglesia en la que él ha forjado su camino.

Son pocos, apenas suman unos 15 si se cuenta a los niños, pero todos escuchan lo escuchan con atención y la mayoría con los ojos cerrados. La escena la completan seis ventiladores, un órgano con sonido dispar, una computadora con cámara web y dos bicicletas recostadas sobre la pared descascarada de la entrada, relata EDH Deportes.

Foto: Diez

Víctor Turcios ahora es pastor en una iglesia en su natal El Salvador.

El que les habla desde el púlpito es Víctor Turcios, que se emociona en pleno sermón. Sí, habla del fútbol, de su primera vida. Hace apenas tres años era el capitán de El Salvador y la gente lo seguía, quizás con la misma admiración que otros lo escuchan hoy; continúa como líder pero en un ámbito muy distinto. Lo hace como predicador de la iglesia evangélica CRET, en esta, su nueva vida.

LA ENTREVISTA ÍNTEGRA:

'La gente tiene expectativas del fútbol diferente. Pero uno que ha estado cerca se da cuenta que el mundo del fútbol está corrompido', dice el ex jugador de 28 años.

Comienza a explicar. 'Me tocó pasar esa experiencia acerca de los amaños. Yo pensaba que solamente eran rumores, pero en el 2011 (equivoca el año) que teníamos un amistoso contra el DC United llegaron personas invitándonos a una forma de cómo ganar dinero, queriendo comprar voluntades como jugadores. En ese momento me di cuenta que era todo verdad lo que se rumoreaba que la Selección vendía partidos'.

Víctor Turcios se animó a hablar por primera vez públicamente de su experiencia personal sobre el tema de los amaños.

-Vayamos por parte, Víctor, ¿quiénes fueron?
Hablaban otro idioma, inglés, no sé. Andaban un traductor.

Foto: Diez

Turcios enfrentó varias veces a la selección de Honduras.

-¿Llegaron a vos y otros nuevos de la Selección por intermedio de viejos compañeros?
Claro, ellos ya tenían contacto con algunos compañeros. Te invitan como a una reunión...

-¿Y dónde fue la reunión?
Fue en un cuarto. Te invitan sin especificar nada. Y tu te das cuenta cuando llegas de lo que están hablando. Me quedé perplejo, no pude dormir a la noche. Al siguiente día teníamos el partido.

-¿Qué hicieron?
No caímos en esa tentación. Yo estoy seguro de eso. No cedimos. Es un momento de tentación donde te ofrecen dinero fácil de ganar y para el fútbol salvadoreño, tan corrompido, era una buena cantidad.

-¿Cuánto?
No prefiero hablar de cantidades, pero si era una buena cantidad. En ese momento fue una tentación fuerte pero que no caímos con los nuevos compañeros. Jugamos el partido, estuvimos a punto de empatar, nos ganaron 1-0.

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Víctor Turcios en juego contra la selección de Honduras.

-El negocio era más goles en contra...
Si el negocio era que nosotros perdiéramos de unos tres goles para arriba. Y no se dio. Más no supe. No estuvimos de acuerdo y esa gente estaba muy rabiosa después del partido.

-¿Por qué? ¿Qué pasó luego?
Al final del partido, como el negocio no les salió, uno de estos personajes estaba en la entrada del hotel y no me olvido de su mirada hacia mi persona, mirada de muy pocos amigos. Sentí temor. Como me iba a quedar de vacaciones allá en Estados Unidos, recuerdo que le dije a mi hermana: “Venga a traerme al sótano del hotel, después te explico”. Tuve miedo porque sentí que era gente mala, que con tal de hacer su negocio, hacían cualquier cosa. Desde ese momento decidí guardar silencio, solo contárselo a mi familia. Ya no volví a tener ofertas de nada.

-¿Por qué no se lo dijiste ni a los directivos ni al entrenador (Rugamas) en aquel momento?
Decidí guardármelo para evitarme problemas, ya que no volví a tener una insinuación acerca de eso. Entonces dije ‘aquí va a quedar todo, no me voy a meter en problemas’ y me callé. Me di cuenta que hay personas que manipulan el fútbol y no solamente en El Salvador, tenemos noticias que ha sucedido esto en distintas partes del mundo y parece que es la misma gente. Eso lo declaré a las autoridades, a la Federación.

-Después, tras la Copa Oro 2013, te decidiste a mencionar el tema públicamente.
Una de las razones por la cual yo me decido a hablar es porque estaban involucrando a la Selección y yo era el capitán. En ese momento, tenía poco valor humanamente para poder enfrentar estas cosas. Pero dije, la Biblia me dice que no tengo que ser partícipe de estas cosas.

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Víctor Turcios predica el evangelio.

-Es que los amaños continuaron...
Yo pasé ausente de la Selección varios meses por la lesión en Finlandia. Cuando regresé en 2013 ya como capitán (“no veo un líder” me dijo Chochera) empiezo a escuchar los rumores más fuertes aún dentro de la Selección y empiezo a hablarle a compañeros más jóvenes. Ellos me empiezan a confesar que vivieron cosas raras en los partidos ante Paraguay y Venezuela que fueron a Sudamérica, mencionaron amaños y que algunos se habían vendido. Ellos se sentían impotentes. Bueno, les dije ‘si ustedes saben de todo esto, ¿por qué no lo hablan?’. Y ellos fueron muy sinceros: ‘Turcios, nosotros no hablamos porque esta gente es una mafia mundial’. A algunos jugadores les ofrecieron seguridad fuera del país.

-¿Quiénes?
Creo que la Interpol, pero no recuerdo bien. Ellos me dijeron que les daban seguridad para que pudieran hablar. Dije si nosotros no hablamos esto se va a propagar en todas las generaciones del fútbol salvadoreño, va quedar peor de lo que estamos y tenemos que hablarlo. Al menos yo pienso hablar y decir la verdad.

-¿Cómo fue la decisión?
Una vez eliminados de la copa se me acerca un muchacho de ESPN y me pide la entrevista. Pregunté de qué tema y me dijeron de amaños. Ok, les dije, vamos a darla y que pase lo que tenga que pasar. Dagoberto y Chochera se enojaron conmigo porque dijeron que había sido en medio del torneo pero fue cuando ya estábamos eliminados.

-Aunque en aquella entrevista no fuiste muy claro, era lo que faltaba para iniciar las investigaciones.
Fue cuando las autoridades empezaron a ver el caso. Hasta ese momento la Federación no estaba moviendo ningún dedo. Ni estaban interesados en investigar nada. Me presento a Federación, les comento lo que había pasado en 2010 y que investigaran. Me acusaban de que por qué no había hablado antes. Y algunos compañeros en represalia quisieron levantar falso testimonio queriendo acusarme y al final fue para su propio mal. Un grupo de jugadores quiso reunirse y dar una rueda de prensa donde me iban a señalar y acusarme pero hubo otros jugadores que dijeron que no.

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Disputó eliminatorias mundialistas con El Salvador.

-Después llegaron las sanciones.
Al final se desató todo. Y yo me quedé sorprendido de la cantidad de personas, no esperaba que fuera tan grande, quedé perplejo. La Fesfut me quiso castigar por 6 meses pero FIFA en ese momento me respaldó y no me castigaron. Incluso llegó la Interpol a Finlandia. “No te preocupes que sabemos quiénes son los involucrados”, me dijeron y me mostraron las personas que estaban implicadas, gente de Singapur.

-¿Eran los que se habían reunido contigo en 2010?
Si, uno de ellos estaba en esa reunión. Al final me dijeron: “el fútbol estaba corrompido a nivel mundial y son pocos los jugadores que se atreven a hablar para que no se siga corrompiendo más”. Y que me felicitaban por hacerlo y que así demostraba que quería lo mejor para el fútbol salvadoreño.

-¿Hubo dirigentes involucrados?
Ehh... A ciencia cierta no puedo decir que hubo dirigentes implicados. Pero uno tiene esa duda que ellos pudieron haberlo estado. No solamente pienso que eran jugadores, pienso que habría más gente involucrada. A uno le queda la duda.

-¿Hubo peleas entre ustedes los jugadores?
No. Como la Selección tenía sus grupos, los viejos, los jóvenes...

-¿Y en Islas Caimán, que pasó?
Ahí estaban hablando acerca de ello, se estaban echando culpas, pero al final salían abrazados. Viene a mi mente que yo estaba con Arturo Álvarez y nos sentamos a un lado y me dijo “Tiburón, no puedo creer todo esto que está pasando. Uno viene con el mejor deseo a la Selección y se encuentra con esto, no sé que hacer. Uno se vuelve impotente”. Le dije: “Esta es la realidad. Igual me siento yo, ¿qué podemos hacer?”.

Jugó dos años en el fútbol de Finlandia.

-También había indisciplina. En Houston, en un amistoso ante Perú en agosto de 2009, varios jugadores se escaparon de la concentración...
Si, yo era uno de ellos. El entrenador era De los Cobos y nos estaba esperando en el hotel. Me avisaron, lo vi de afuera y entré por la puerta de servicio.

-¿Y dónde se fueron?
A buscar mujeres, allá están los amigos y la familia que te las consiguen fácil.

-Más allá de los amaños hablas de lo corrompido el fútbol en general...
En el fútbol yo vi muchas personas que venían de familias honestas, espirituales, pero luego el ambiente del fútbol lo absorbía. El fútbol es un ambiente propicio para que cualquiera se desvíe. El alcohol está a la orden del día, las malas amistades, la parranda, las mujeres, la droga. Además, muchos dirigentes no saben nada de fútbol, toman un equipo y hacen lo que ellos quieren con los jugadores, a veces entre entrenadores se bancan, hay periodistas que actúan como dirigentes de equipos para llevarse jugadores de un equipo a otro.

-Uff, ¿dónde?
En las distintas etapas que pasé en el fútbol. Uno se preguntaba si eran agentes o periodistas. En las distintas áreas del fútbol se vive mucha corrupción. Y eso al final me hacía daño cuando yo ya estaba en el cristianismo. Llegó un momento que empecé a aborrecer ese ambiente. Como la gente a veces no es consciente de lo que pasa. Nosotros que estamos ahí podemos hablar que es un ambiente que cualquiera se puede corromper.

La mejor selección de El Salvador de los últimos tiempos la dirigió Carlos de los Cobos, ahí estaba (número 5) Víctor Turcios.

-¿Hoy no tenes contacto con el fútbol?
Me he desconectado del fútbol. Ellos andan en su ambiente y yo en otra etapa. Casi no tengo relación con los ex compañeros o entrenadores. Tengo poco interés por el fútbol. Solo sé cuando la Selección juega pero no tengo mayor interés. Como dice la Biblia: “Si no me edifica, si no me hace ningún bien”, ¿entonces para qué estar pendiente?

-Sin embargo, el fútbol y el deporte en general es un medio positivo para desarrollar a las sociedades.
La gente de inclusión social tiene una perspectiva del fútbol positiva. Vamos a hacer escuelas de fútbol para alejar a los jóvenes de las pandillas y todo eso. En ese pensamiento lo ven. Pero en sí, el ambiente del fútbol, la pasión lleva a muchas personas a actuar de una manera que cambia su carácter. En lo profesional, en El Salvador, sea en Primera, Segunda o Tercera siempre el fútbol te va a ofrecer cosas.

-¿Qué cosas?
Mientras más fama tengas, más amigos te van a invitar a drogas, alcohol, más mujeres. Yo en nuestro fútbol llegue a recibir ofertas hasta de padres entregándome a sus hijas.

-¿Perdón?
Imaginate a lo que llega el fútbol que padres ofrecen a sus hijas a los jugadores. Hasta donde llega. Lo puedes sacar de las pandillas pero nunca del pecado o la corrupción. La gente no se da cuenta. Tengo un testimonio de un cristiano que llevó a sus hijos para jugar en la reserva del Alianza. Y los llevó a Lisandro Pohl y le dijo “ellos tienen habilidades” y mira como es Dios. Lisandro les preguntó: “¿Ustedes son cristianos?, ¿Y usted no quiere que se pierdan sus hijos?”. “No”. “Pues si no quieran que se pierdan, pues no los meta”. El que anda en el ambiente del fútbol sabe lo que pasa, sabe cómo se manejan los jugadores, saben cómo se manejan los directivos. No sé al final en que terminó esa historia.

Foto: Diez

Luis Ángel Firpo fue el último equipo de Víctor Turcios.

-Todo muy complicado.
El futbolista salvadoreño es muy inestable, tiende a hundirse. Bueno, muchos han terminado en la calle, en el alcohol, la droga.

Turcios llega desde San Francisco Gotera a punto para su prédica. Viene de hablar con vecinos intentándolos sumar a su causa. Esta listo para hablar de lo que hablan casi todos los sermones: del pecado, de la salvación, esta vez hasta de las vestimentas de las mujeres. Lo hace con locuacidad, seguridad, sin elevar demasiado la voz, empapado en sudor, según relata EDH Deportes.