El Pando siempre se ha declarado inocente. 'Nunca arreglé ningún partido', dijo en aquel momento y lo sostiene.
Desde ese instante la vida de jugador dio un giro de 180 grados. No niega que cayó en depresión, pero su carácter fuerte le ayudó a salir adelante.
'Desde niño me tocó estar solo, me fui de la casa a los 14 años. La vida me ha enseñado a resistir demasiados golpes. Mi papá (QDDG) me enseñó que siempre hay que ir para adelante', dijo en una entrevista a Prensa Libre en 2015.
Inició su carrera en el Municipal de Guatemala, luego saltó al extranjero para jugar con PAS Giannina de Grecia, Atlante y Jaguares de México, Galaxy de Los Ángeles, Marathón y Motagua de Honduras. Regresó a su país y militaba para el Heredia cuando recibió la sanción.
Con la selección guatemalteca se convirtió en el jugador con más partidos disputados. Vistió un total de 81 veces la camisa de la Bicolor.
Vive del alquiler de casas y partidos de exhibición
Luego de 15 años ligado al fútbol, Ramírez tuvo que iniciar de nuevo.
El dinero ganado como futbolista profesional lo invirtió en bienes y raíces. Compró varias casas en Guatemala y las renta.
Además, encontró la forma de seguir viviendo ligado al fútbol. Se juntó con excompañeros y amigos para jugar partidos de exhibición.
Con 'Pando Eventos' ha recorrido el país centroamericano disputando encuentros en ferias y donde los contraten. También jugando a nivel burocrático en Estados Unidos.
'Me pagan por los partidos que juego acá como en Los Ángeles California (boleto aéreo, casa y pago económico). Gracias a Dios vivo bastante bien y mi hijos están tranquilos', dijo en su momento.
Han pasado poco más de seis años, Ramírez cuenta ahora con 40 años sigue derrochando talento en las canchas.
También se integró al grupo de trabajo de la Academia Holcattes, que busca reclutar jóvenes para colocarlos en el exterior.
La primer visoría que tuvieron fue para Xolos de Tijuana a inicios del mes de febrero.
