Centroamérica

Rodolfo Zelaya rompe el silencio y habla de castigo por amaños

Al delantero salvadoreño le quedan por cumplir seis meses de castigos.

2014-03-13

El delantero Rodolfo Zelaya sorprendió con sus declaraciones en medio de la suspensión por estar implicado en el caso de amaños y señaló que “ como jugador no significa que haya vendido el país” y que “los que venden países son diputados y presidentes”.

“La verdad es que es un caso muy complejo, muy difícil, la verdad es que en lo personal me ha afectado bastante. Uno toma sus responsabilidades en lo que pasó, lo acepté, soy hombrecito”, comentó 'Fito' en el programa El Desempate de 102.9 FM, en unas declaraciones que se han encontrado muchos ecos en las últimas horas.

Al ser consultado por su “traición” como uno de los implicados en amaños, Zelaya sorprendió: “La verdad es que la gente maneja que vendiste el país, que no sé qué... Pero la verdad es que no se trata de eso, ésto nada más es fútbol, no tiene nada que ver el país, más allá de que sea la selección”.

“Los que venden países son diputados y presidentes. Pero uno como jugador no significa que haya vendido el país”, agregó el ex delantero del Alania Vladikavkaz de Rusia, al que le quedan 6 meses más de sanción como uno de los implicados en amaños con la selección salvadoreña en los últimos años.

IMAGINA SU REGRESO

Rodolfo Zelaya contó que en estos momentos se encuentra en la ciudad de Houston y que juega de manera informal en ligas regionales y que espera retornar al fútbol profesional una vez que cumpla su castigo, seguramente con Alianza o con otro club que ya le ha hecho llegar una propuesta.

Al proyectar su vuelta, 'Fito' no se asusta con lo que le está ocurriendo a Víctor Turcios y Eliseo Quintanilla, quienes regresaron tras la sanción por amaños y son insultados y abucheados en los estadios.

“A mí eso no me afecta, la gente me puede gritar lo que quiera, la que no sabe cómo son las cosas, que nunca ha cometido un error, que me grite lo que quiera”.

“En las redes pueden poner cualquier cosa, pero en la calle nadie me dice nada. La verdad es que no me interesa que la gente piense lo contrario de mí, yo estoy tranquilo, mi conciencia está tranquila y Dios sabe lo mejor”, concluyó Zelaya.