Haciendo un repaso de los últimos acontecimientos, la directiva ordenó al departamento de recursos humanos destruir todas las pruebas que los relacionasen con los actos deplorables ocurridos en la empresa y, al enterarse de esto el Gobierno de California, acusó formalmente a Activision-Blizzard de obstaculizar la justicia.
Lamentablemente, la falta de pruebas (que fueron destruidas) ha impedido que se pueda acusar directamente a Kotick, quien permanece completamente blindado, pues toda la directiva (con quienes ha mantenido reuniones confidenciales constantes) lo apoya al 100% demeritando las cientas de denuncias por parte de los empleados.
Y un acto de cinismo, Kotick comunicó públicamente que dimitirá de su cargo si es que no encuentra una solución favorable para la problemática cultura abusadora, acosadora y machista que se vive dentro de la compañía.
No es la primera vez que Kotick actúa de esta forma, pues anteriormente, cuando no se sabía que él era el responsable directo, comentó que tendría una “política de cero tolerancia” para quienes entorpecieran las investigaciones sobre los casos de acoso, siendo él el primero en obstaculizar la investigación.
Es evidente que la resolución de los problemas en la compañía no llegará si Kotick continúa en el cargo de CEO, pero las pruebas se mantienen insuficientes para acusarlo en una corte, la directiva lo respalda completamente, no puede ser despedido porque el pago de su liquidación suma 256 millones de dólares y obviamente no renunciará, pues se encuentra en una posición en la que es prácticamente invulnerable.