Desde la polémica selección del casting para la película, hasta la tremenda carga de referencias y fan-service que vimos en los clips liberados, y que suelen ser un signo de que la historia está pocamente trabajada, en beneficio de ofrecer un producto comercial para que los fans consuman por ser parte de la saga y no porque sea un buen producto.
Aunque este reboot cinematográfico de la franquicia está —en comparación con la saga de películas anterior, dirigidas por Paul W. S. Anderson— muy apegada a la esencia de los videojuegos, lo es a un punto, según la crítica, en que resulta ser un producto de calidad mediocre, con cantidad, pero poca sustancia.
La película, con 107 minutos de duración, fue primeramente destruida por Rotten Tomatoes, página de crítica especializada que, por lo general, suele ser bastante estricto con las notas que presenta. En esta ocasión, Rotten Tomatoes brindó a la película un tomatazo podrido, con una nota de 26%.
Mientras tanto, en el agregador de reseñas, Metacritic, la película se mantiene con una nota baja, pero sin llegar a extremos, con una nota promediada de 44. Los fans, por otro lado, se dividen entre quienes consideran la cinta como una adaptación digna con toda la esencia de los juegos, y aquellos que opinan que nunca debió ser filmada.
La película estrenó el 24 y el 26 de noviembre en Estados Unidos y algunos lugares como España y otras naciones europeas. Para Latinoamérica, Sony programó el estreno de la película un par de días después, por motivos desconocidos; por lo que en Honduras se podrá ver la película proyectada en cines a partir del 2 de diciembre.