Hace varios años llegaste al país sin hacer tanto escándalo y jugando con un equipo denominado chico. ¿Qué tal ha sido la experiencia en Honduras?
Fue una gran prueba, no conocía nada del país, vine a un equipo desconocido, pero tenía un proyecto muy grande con el técnico Gilberto Yearwood, llegué al Atlético Olanchano. Soy un bendecido por haber viajado a esta tierra, le tengo tanto cariño a Honduras.
¿Cómo lograste llegar a Honduras?
Resulta que un representante me había ofrecido y yo siempre decía que no, no sabía nada del país, supe que quedaba muy lejos y que era algo muy desconocido, pero llegó un momento que tanto insistió y le dije que sí. Me dije: ‘vamos a ver qué pasa’, y el Olanchano me abrió las puertas en Honduras.
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Recuerdo que no te costó mucho adaptarte al fútbol de Honduras, aunque te criticaron bastante cuando eras jugador de Olanchano y después del Vida.
La adaptación no fue fácil. Llegar a un lugar tan lejano como el departamento de Olancho, si bien le tengo mucho cariño a la ciudad de Catacamas, a la gente, creo que está muy retirado y eso me costó mucho, el tema de la comida, el calor, fue algo que me afectaba mucho, fue difícil y cuando estaba a un cien por ciento adaptado llegó un nuevo técnico y luego por eso me fui al Vida.
Ha sido muy bueno, hoy me siento a analizar lo que he crecido, cada país es una enseñanza nueva, cada técnico es un aprendizaje, llega un momento que dentro de la cancha o en ciertas circunstancias uno ya sabe qué hacer. Han sido muy determinantes los compañeros que he tenido, siempre he tratado de apreciar eso, el Cardozo recién llegado al país con el Cardozo de ahora es muy diferente, he logrado mejorar mucho, tanto en lo futbolístico como en experiencia.
Los futbolistas que se van a jugar a México o a China, van con la intención y el pensamiento de no volver, vos regresaste rápido a Honduras.
Tengo un hijo hondureño, Honduras es mi patria, es mi tierra, tengo familia, amigos, conocidos, estoy arraigado en este país, nunca he pensado dos veces en volver.
¡Un hijo catracho! ¿Convenciste a tu mujer para que naciera aquí o cómo fue la cosa?
No, para nada, aquí se engendró, debía de nacer en Honduras, aquí estamos viviendo, él tiene que saber que este país es su tierra, es un hondureño de padres uruguayos, también es una apuesta para que sea el delantero de la Selección Nacional, ja, ja, ja. Me siento con orgullo de que mi hijo haya nacido en Honduras.
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Has logrado ganar un campeonato con el Real España, ¿qué tan difícil es para el equipo conquistar un nuevo torneo?
Es algo especial, representa mucho para el Real España, fue algo muy bello, no tanto fue ganar el campeonato, sino cuando me levanté al día siguiente sabiendo que era el campeón del fútbol de Honduras. No tiene precio obtener un título, es difícil, porque siempre hay que competir contra otros equipos muy buenos en este país.
Con Medford tenían un equipazo, creí que en el siguiente torneo iban a revalidar ese título, pero todo se les vino abajo. ¿Qué pasó?
Me parece que la tradición del equipo es así, hay que cambiarla, es difícil, pero se tiene que modificar, al salir campeones hay más exigencias, debe haber más compromisos, se van unos jugadores, por ratos hay ciertos cambios que son malos para el cuadro.
Tantas cosas que pasan en el club, por ratos no clasifican a la liguilla, otras veces pelean descensos. ¿Es un equipo grande el Real España?
Sí, yo creo que sí, la gente lo hace grande porque la afición es enorme, por todo lo que ha logrado el club en su historia, sigo creyendo que es un equipo grande.
Eso puede hacer pensar que no sea un equipo grande, pero la estructura, la infraestructura, la forma de trabajar de los dirigentes te lo hacen un equipo grande.
Hoy eres el delantero de nacionalidad uruguaya que ha logrado anotar la mayor cantidad de goles en el fútbol de Honduras. ¿Ese era tu objetivo?
Nunca pasó por mi mente que yo podía lograr esas cosas, si bien pensé en hacer un buen papel, dejar algo, un legado, pero creer que iba a anotar tantos goles y superar a varios y convertirme en el máximo anotador uruguayo en Honduras, nunca lo imaginé.
¿Es fácil jugar en Honduras?
No, es muy complicado, es un fútbol competitivo, muy fuerte, hay jugadores que son bastante rápidos, muy técnicos, que saben de fútbol, eso lo hace mejor que otras ligas del área.
¿Tuviste ofertas de un equipo de Costa Rica e incluso de la MLS, por qué te decidiste por la Máquina?
En su momento lo charlé con mi familia, siempre se toma las decisiones en conjunto, sentí que el equipo España ya se había armado y todo indicaba que no podía irme del club por respeto a la institución.
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¿Las ofertas de dónde eran específicamente, a qué país pudiste irte en concreto?
A Costa Rica, aunque también apareció una chance para ir a Japón. Todavía espero que se puedan abrir otras puertas.
Siempre estás consultando todo con tu esposa. ¿Qué tanto repercute ella en vos para las tomas de decisiones?
Ja, ja, ja. Como dice Will Barahona: ‘En mi casa mando yo’. Pero solo sabemos decir a nuestra esposas, ‘Sí, mi amor, no, mi amor’. Ja, ja, ja. Lo que pasa es que somos muy unidos, siempre quiero lo mejor para ellos, si ella ve que está mal algo o no estamos cómodos, ella siempre está buscando una salida. Mi vida no pasa por tema de dinero, es primordial la salud, la tranquilidad, la vida de familia es muy importante, no tiene precio estar bien y vivir con alegría.
¿Cuánto tiempo te queda para estar con el Real España?
Me queda un año más de contrato, Dios dirá qué pasará después, pero sí quiero terminar de la mejor manera, más que nada por mí, por la gente que siempre se merece lo mejor, por la digna afición del equipo.
¿Qué ha pasado que aún no tienes la nacionalidad hondureña, tienes los requisitos?
Hubo dos propuestas fuertes en su tiempo para poder naturalizarme y estar en la Bicolor, pero no me llamó la atención, fue algo que no me interesó jugar para la Selección de Honduras.
Te ofrecieron naturalizarte para jugar en la H. ¿contame cómo fue eso?
El cuerpo técnico me preguntó sobre qué posibilidades había para naturalizarme, fue Luis Fernando Suárez, pero en aquel tiempo mi respuesta fue negativa, había excelente jugadores para que un extranjero ocupara un lugar en la Selección de Honduras.
En varios países del mundo los naturalizados tienen cupo para estar en la selección de fútbol. ¿sabes que los jugadores hondureños son muy celosos de eso?
Claro, lo sé, eso fue lo que percibí, para mí pudo ser algo muy bonito, pero era muy complicado, me hubiese encantado, pero no quería armar polémica, nunca he estado para esos ruedos, el país siempre ha tenido grandes jugadores, pero también deben saber que con lo que hay no es suficiente y tienen que echar mano de otro lado.
Sí, claro, las expectativas con las que llegué al país no fueron buenas, siempre traté de dar lo mejor y entregar lo máximo, siento que quedé en deuda con la gente de Catacamas, porque no pude dar lo mejor de mí en el Olanchano.
¿Pinta para campeón este real españa?
Yo creo que sí, si somos analíticos y vemos los jugadores, el España tiene un gran plantel, hay circunstancias que te hacen perder un partido o te hacen perder puntos, estamos para campeones, es un cuadro muy sólido en todas sus líneas.
Mauro reyes le ha cambiado muchas cosas al equipo, este es un España que le da un buen trato al balón.
Eso es verdad, ya había estado con él en Marathón, estaba de asistente de Manolo, ha logrado que captemos la filosofía que él ha querido, también hay que darle mérito a la camada de jugadores que vienen formándose, es muy buena y han madurado de una manera importante para lo que queremos todos, ha sido una excelente combinación, la de Mauro Reyes y la de los jugadores ha hecho que este equipo esté bien.
Has sido un jugador digno de admirar dentro y fuera de las canchas, nunca hablas de más y no andas metido en problemas. ¿O eres de los que tiran la piedra y esconden la mano?
Soy una persona muy tranquila, así me he formado, soy muy de familia, del entreno a mi casa, por ahí salgo un rato al cine con la familia o estoy en diferentes actividades, pero siempre trato de estar con ellos, al final, la familia es la que se merece el tiempo que uno tiene fuera del fútbol.
