'Parece que la UEFA usa a informadores' siguiendo el modelo de los que campaban a sus anchas 'bajo el comunismo', que 'no tienen otra cosa que hacer que escribir informes sobre lo que se dijo o no se dijo en público', escribió el ministro de Asuntos Exteriores, Peter Szijjarto, en su página de Facebook.
El viernes, la instancia de control, ética y disciplina de la UEFA ordenó a la Federación Húngara jugar a puerta cerrada sus tres próximos partidos de competición UEFA a domicilio (uno de ellos con cumplimiento en suspenso) y le puso una multa de 100.000 euros (118.000 dólares).
'El cometió una decisión así es patético y cobarde. ¡Vergüenza para él!', dijo el responsable húngaro. 'No se necesitan pruebas, solo denunciar', añadió.
La organización establecida en Suiza investigó igualmente pancartas homófobas lucidas por aficionados de Hungría durante los otros partidos de la fase de grupos, contra Portugal y Alemania.
En junio, la UEFA recibió críticas por haber rechazado que las autoridades de Múnich (Alemania) iluminaran el estadio Allianz Arena con los colores arcoíris de la comunidad LGTB como protesta contra una ley húngara considera homófoba, con motivo del partido Alemania-Hungría.
La UEFA invocó entonces una obligación de neutralidad política, afirmando que tiene un 'compromiso firme' en la lucha contra la homofobia. Szijjarto saludó entonces una medida de 'sentido común'.