Caballero afirma que perdió el apetito y se hizo aliado del insomnio por la mala campaña, además confiesa que en varias oportunidades pagó cuentas del Club con su tarjeta de crédito.
¿Cómo ha sido para usted estos días sin dirigir en Primera ni en Segunda División?
Por los momentos descansando, analizando de lo bueno y malo que hice, para buscar un balance de lo positivo. Extraño todo de las canchas, la adrenalina de los entrenamientos y los partidos, estoy tratando de recuperarme mentalmente. He tenido dos ofertas de equipos de Segunda que estoy analizando cual es la que más conviene.
¿Podemos conocer los nombres de los equipos?
Todavía no, pero entre hoy o mañana (martes) se define.
¿Cree que fueron injustos los directivos de Social Sol en separarlo?
No lo creo, porque en el fútbol cuando no se dan los resultados los directivos se agarran de eso para terminar un contrato. Llegamos a un mutuo acuerdo, se arregló la forma de pago, ojalá me cumplan porque no me gusta ir a las instancias legales, me gusta dejar las puertas abiertas, por eso negocié con Samuel Velásquez
¿Cobrará todo el contrato?
No, sólo me tienen que pagar septiembre y octubre y parte de la prima. Me voy tranquilo, sólo resentido con dos comunicadores que me hicieron mucho daño, pero arriba se les va a revertir con algo que más quieren. En el equipo lo di todo hasta pagué varias deudas con mi tarjeta de crédito, pero después me lo devolvieron. Esas cosas hay que agradecerlas porque se hicieron en el momento.
¿Por qué cree que no pudo ganar un partido de ocho disputados en Liga Nacional?
Porque los jugadores no lograron captar lo que les decía, pecaron de ser inexpertos, les decía que tenían que ser cancheros, no teníamos el jugador que nos diera seguridad atrás, tampoco en medio el manejo de los tiempos y adelante un definidor nato. Futbolísticamente ningún equipo fue mejor que nosotros.
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¿Sufrió mucho en el banquillo?
Mucho, había noches que no dormía, tampoco comía porque me sentía inoperante y triste, no encontraba la llave del triunfo, fueron momentos duros, hasta ahora me estoy recuperando emocionalmente.
¿Cree que Horacio Londoño tiene capacidad para sacar a Social Sol del último lugar?
No sé porque no lo conozco, no sé su forma de trabajo, pero ojalá pueda encontrar el rumbo del equipo, que sea para bien su llegada. Social Sol merece algo mejor por la gente que lo apoya, luchamos mucho para llegar a Liga Nacional, con 17 jugadores y un presupuesto bajo competimos en Primera División.
¿El problema del equipo es presupuesto y no futbolístico?
Lo que pasa es que sus directivos no poseen dinero y la gente que tienen es dura y miserable con el club. Los directivos actuales no tienen la capacidad económica para administrar el equipo, el 70 por ciento es de las taquillas. Tuve que luchar contra dos corrientes de directivos, no se sabía a quién acudir, unos decían una cosa y otros otra, gracias a Samuel Velásquez el equipo está funcionando en gran parte.
¿Qué le recomienda a su colega Horacio Londoño?
Para que no cometa los errores míos; le digo que termine bien este torneo y que en el otro que no sea tonto igual a mí que me dejé influenciar con el tema que no había dinero y que se tenía que contratar jugadores de bajo perfil para competir. Ojalá pueda hacer una reingeniería para formar un equipo competitivo.
¿De quiénes tiene que cuidarse Londoño en Olanchito?
De los dos periodistas que están señalados por Dios, puede ser que ahorita están disfrutando mi salida porque lograron su propósito, pero la vida les pasará factura.
¿Su futuro inmediato?
Ahorita ando buscando trabajo en Segunda División, pero si no sale la oportunidad voy a viajar cuatro semana a Costa Rica para hacer estadio con el profesor Hernán Medford y después a Estados Unidos porque en el fútbol nunca se termina de aprender.
