Óscar Vargas cree que lo mejor de su carrera como jugador, fue eso, tomarle cariño a un objeto tan pequeño, pero a la vez significativo, como lo es una pelota.
Su momento más brillante fue cuando aquel 23 de mayo de 2002, un gol suyo sirvió para sellar la goleada 4-1 de Marathón sobre Olimpia en el Olímpico. Fue el duelo que sentenció el título para el Monstruo.
Pero, ¿qué fue de él, qué es de su vida, quién es ahora?.
Con Marathón vivió sus mejores momentos como futbolista profesional en Honduras.
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“Poco a poco las oportunidades se van yendo, no estoy tan joven que se diga, ya tengo 32 años, y mi decisión de dejar el fútbol y venirme a EUA fue por cosas legales, cuestión de papeles, soy residente americano y quería obtener mi ciudadanía”, dice Óscar.
“Aquí laboro en la construcción, he tenido varios trabajos de electricidad, me ha ido bien, las cosas en esta ciudad están bien difíciles, gracias a Dios me está yendo bien”, agrega Vargas.
Muchos en Honduras lo llegaron a catalogar de creído, soberbio, subido en el menor de los tonos, pero él afirma que eso solo era una falsa percepción de su persona.
“Yo estoy orgulloso de mis raíces, siempre traté de poner en alto el nombre de mi municipio, La Lima, lo que pasa que uno nunca es monedita de oro para caerle bien a todo mundo”, sigue.
Lo vemos lleno de polvo, yeso, pero con una moral alta. ¿Te imaginaste trabajar de esto en Estados Unidos?, le preguntamos.
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“La verdad que no imaginé esto, pero uno tiene que ganarse la vida, de algo hay que sobrevivir, no solo de fútbol, tarde o temprano hay que retirarse, me gano bien el dinero en una ocupación honrada. Cuando uno viene aquí no sabe ni de qué le va a hacer, en mi caso lo bueno es que la paga es excelente”, responde.
UN SACRIFICIO QUE LO DEJA REVENTADO
Cada día para Óscar es una batalla en la que casi siempre sale victorioso, pero muy cansado.
“En la parte física esto es bastante sacrificado, hay días en los que se trabaja duro, pero uno se acostumbra, en el fútbol hay días muy “yucas” físicamente, gracias a Dios la experiencia en el fútbol me ha ayudado a no agotarme tanto”, expresa.
El aspecto económico y obviamente el querer cumplir su sueño de obtener su ciudadanía, lo pusieron en una situación en la que tenía que decidir entre el fútbol y la oportunidad de ser un “gringo” más.
“Me vine en agosto de 2009, tenía 29 años, la familia me apoyó, pero me preguntaron si era en serio lo que estaba haciendo, pero tu sabes que en tu casa siempre te respaldan sea bueno o malo lo que estés decidiendo. Nunca he llorado por las cosas que dejé de hacer, aquí tengo mi futuro, con lo que hago debo salir adelante”, explica.
No es su caso, pero la necesidad o las deudas, como otros de los casos que nos encontramos, no fueron la causa de su repentino adiós a los que él sigue llamando su gran “pasión”.
“Yo me vine a Estados Unidos por conveniencia, tengo mi green card, residencia, cada vez que yo viajaba tenía muchos problemas legales, entonces mejor me estoy un tiempo aquí para hacerme ciudadano y en un futuro volver a mi país a buscar un trabajo y seguirle dando a la vida”.
Por experiencia y porque entiende que la crisis económica que impacto en Estados Unidos, aún sigue pasándole factura a muchos de habitantes en territorio del “Tío Sam”, le da un consejo a los catrachos que desean aventurar.
“Aquí las cosas están difíciles, yo le digo a la gente que lo piense para venirse, si uno que tiene papeles le cuesta encontrar trabajo, no digamos para un ilegal”.
EL FÚTBOL CORRE POR SU SANGRE
Los fines de semana Óscar siempre asiste a Ferry Point, un conjunto de canchas donde la fiesta es hondureña, donde las penas se ocultan y donde parece que existe un pedazo de suelo catracho.
La punta suena a todo volumen, se venden camisas, carne asada, frescos catrachos e inclusos las cervezas hacen recordar las glorietas que en la mayoría de colonias o caseríos de nuestro país existen. Allí Vargas ve acción con el Halcón, Cinco Estrellas o el Limeño.
“Siempre juego, pero amateur, a veces uno así se busca su dinerito también. Me hace recordar como cuando las canchas de Campisa se llenan”, recuerda.
“Duele no estar con ellas, pero gracias a Dios mi mamá tiene su visa y yo puedo viajar también. ¿Si influyó lo económico para marcharme de mi país?, claro que sí, en el Vida me fue bien, pero después de allí, pude ir a equipos pequeños, pero uno sabe que les cuesta salir, pagar, entonces mejor decidí organizarme y viajar en busca de una mejor vida”.
UN GRAN RECUERDO
Vargas hace restrospectiva de su vida, se le viene a la mente aquel momento en el que encaró el arco defendido por Donis Escober y a quien con un derechazo potente venció para poner el 4-1 definitivo de la ida de la final del Clausura 2001-2002 y que prácticamente sentenció el título a favor de Marathón.
“Ese es un recuerdo inolvidable, algo bonito que queda en la mente mía y de muchos aficionados de Marathón. Muchos al darse cuenta de mis intenciones, me decían no te retirés, todavía tenés para dar. Me retiré joven, mis amistades me dicen que regrese a jugar, pero mi decisión es seria y debo seguirla”.
El ex futbolista también es de los que sienten muchas veces, ganas de dejarlo todo, regresar a su tierra y buscar la forma de acomodarse o ayudar a los suyos, pero de cerca, no a miles de kilómetros de distancia.
“A veces por las responsabilidades de su trabajo se pierden cosas lindas, como la navidad, la feria de la Lima, eventos importanes como Semana Santa, hay veces que uno quiere comprar un pasaje e irse para Honduras, pero se hace difícil, uno debe pensar antes de viajar, porque los trabajos no se pueden dejar botados”.
“Si ha valido o no la pena, eso el futuro lo dirá, tengo siete años de estar aquí y me falta cumplir algunas metas”, finalizó.
Honduras: Todo
Familia: Lo máximo, mi soporte
Fútbol: Una pasión
Selección nacional: La que le da alegrías a todo mundo
La Lima: Mi municipio
Marathón: El equipo que amo
Vida: Un gran momento y enorme recuerdo
Regresar a Honduras, mi mayor deseo
QUIÉN ES:
Nombre: Óscar Ramón Vargas Cáceres
Nació en: La Lima, Honduras
Fecha de nacimiento: 14 de octubre de 1979
Madre: Norma Cáceres
Hermanas: Reyna, Andrea, Rebecca y Adriana.
Equipos en Honduras: Marathón, Platense, Hispano, Olanchano, Vida y Lenca de la Liga de Ascenso.
Año de debut: 2002
Retiro: 2009
Estado civil: Unión libre
QUÉ HA SIDO DE SU VIDA TRAS ESTA ENTREVISTA:
Se convirtió en padre de Óscar Jr, quien el pasado 22 de septiembre cumplió un año.
* Milita también en el Marathón en Nueva York, donde comparte con Jorge Warner y Leonardo Morales.
Micros:
2
Títulos ganó Vargas con la camisa de Marathón.
15
Años tenían los verdes de no ser campeones cuando Vargas marcó en la final del Clausura 2001-2002 ante Olimpia.
2009
En ese año, Vargas contribuyó para que el Vida se salvara del descenso en una dura pelea contra Real Juventud de Santa Bárbara.
29
Años tenía Óscar al momento de retirarse de manera profesional del fútbol.
2
Equipos intentaron ficharle ya estando en Estados Unidos, Deportes Savio y Necaxa.