Liga Nacional

La desgarradora confesión de Rubilio sobre la muerte de su hermano

Román Rubilio Castillo contó a DIEZ su dramática historia. La muerte de su hermano lo marcó de por vida.

2014-11-24

Rubilio Castillo no cumple ni siquiera un año de vivir en la capital, pero dice que está adaptado en su totalidad.

El atacante ceibeño y del Motagua, dio un breve paseo por el centro de Tegucigalpa. Caminó un poco por el casco histórico y en plena antigua Casa Presidencial, se sentó para dar un repaso a su vida y carrera deportiva. Nostálgica conversación.

¿Cómo ha resultado esta experiencia en Motagua, luego de casi un año desde que fichaste?
Sí, ya tengo casi un año de estar en la capital. Ya estoy completamente adaptado a la ciudad y a uno de los equipos más grandes del país. He venido poco a poco, pero siempre he tratado de dar lo mejor.

¿Cómo fue ese proceso de adaptación?
(Suspiros) Fue muy difícil, aunque siempre he tratado de dar lo mejor para que las cosas me salgan bien en la institución. No niego que me ha costado un poco, pero al final se me han ido dando las cosas. En el torneo pasado aparecieron los goles y ahora también. No es fácil cambiar de ciudad, de equipo, todo, prácticamente. Traté de adaptarme lo más rápido posible.

¿Por qué les cuesta tanto adaptarse a Tegucigalpa a ustedes los jugadores que son de la costa norte?
Lo que más me costó fue el clima. Venir de una ciudad como La Ceiba, con una temperatura caliente, a Tegucigalpa que es bien fresco, me influía mucho en la cancha, pero poco a poco he ido acomodándome. En lo futbolístico siempre he estado en un cien por ciento, lo he tratado de tener óptimo. Cuando llegué tuve que adaptarme a todo, a los compañeros, la forma de jugar, al inicio no se me daban las cosas, me cargué con una tremenda presión, estaba ansioso, quería hacer los goles y no me salían. Al final me calmé porque mis compañeros y el cuerpo técnico me decían que me calmara, que lo más importante era aportarle al equipo.

Venías de marcar 12 goles con el Vida y apenas anotar cinco con Motagua en tu primer torneo. ¿Te impactó de alguna manera?
Claro. Fue algo que no estaba en mis planes. Yo quería llegar a Motagua y romperla desde un inicio, hacer lo que había hecho el Vida, esa era la presión que tenía porque yo decía que si me habían traído era para eso, para hacer goles.

Recuerdo que al inicio hubo silbidos y duras críticas de la afición. ¿Cómo viviste esa etapa?
Fue muy dura. Nadie viene a un equipo para hacerle daño. Todo lo que la afición hizo en su momento es porque ellos tienen el derecho de reclamar porque pagan un boleto para ver ganar a su equipo. En ese momento las cosas no me salían y era bien bravo porque trataba de hacerlo mejor. Sentía que andaba bien en cuanto a rendimiento, pero me faltaba definir la última jugada. La gente siempre va a tener la razón.

Un día explotaste y escribiste en tu twitter que en ese momento hasta tu sombra te abandonaba y que cuando te salieron los goles no querías abrazos falsos.
Escribí esas cosas por la misma presión que tenía. Sé que me equivoqué haber escrito esos comentarios. Fue una manera de explotar porque las cosas no me estaban saliendo, pero también me ayudó a madurar. La afición lo que pide es resultados y fue un error de mi parte irme en contra de ellos. Esto es algo que apunté para no volver a hacerlo.

¿Por qué presionarte tanto siendo tan joven?
Venía de pasar una etapa linda con el Vida y quería pelear cosas grandes con Motagua desde un inicio. Yo buscaba resaltar lo que había hecho antes, pero eso es un error porque lo importante es lo que se haga como equipo.

Foto: Diez

Rubilio Castillo cuando debutó con el Vida.



Sinceramente, ¿estás conforme por lo que has hecho en Motagua hasta ahora?
No estoy satisfecho. Siempre busco más, quiero pelear cosas importantes y mi mentalidad es ganar una Copa de campeón con Motagua. Sé que debo y debemos ir paso a paso. Es lo que queremos todo.

Te consulto, ¿es Motagua lo que esperabas como institución?
Claro. Motagua no es lo que yo esperaba, es mucho más. Es una gran institución. Estoy muy orgulloso de estar en este equipo. Me imaginé muchas cosas antes de venir y resultó que es el triple. Estoy contento de vestir la camisa de este club. Espero ganar cosas importantes.

Del otro lado juega Romell Quioto, con quien formaste una dupla “Asesina” en el Vida, ¿cómo es tu relación con él?
Ja, ja, ja. Fue algo muy bonito lo que hicimos con Romell. Tenemos una buena relación, formamos una dupla muy buena en el Vida y ahora lo tengo del otro lado. Es un gran jugador, es uno de los hombres clave del Olimpia. Lo voy a saludar y ya. Con Quioto solo será un hola y adiós porque en la cancha voy a buscar ganar el partido y colaborarle al equipo. Lo que vivimos en el Vida es pasado, incluso, los clubes querían tenernos a los dos juntos, pero no se pudo. Lastimosamente él agarró para Olimpia y yo me vine al Motagua.

¿Y fuera del campo cómo se llevan?
Pues nos hablamos como compañeros, amigos y nada más. Romell tiene su vida, yo la mía y listo.

¿Vos en lo individual qué otros objetivos tenés en tu carrera?
Dos cosas: jugar en el extranjero y pertenecer a la Selección Nacional a nivel mayor. Estoy trabajando a diario y partido a partido, para que el entrenador me pueda tomar en cuenta.

¿Fue duro tu camino para llegar hasta donde has llegado?
Fue duro, pero me tocó debutar cuando tenía 16 años. El técnico era Alberto Romero y fue contra Hispano, metí un gol en ese partido. Hice dupla con Cardozo, quien fue mi mejor compañero en el Vida. Luego tuve otras oportunidades, me llevaron paso a paso, pero me pasó algo complicado, me lesioné. Pasé casi un año fuera de las canchas y pensé que hasta ahí había llegado. Me decepcioné, pero poco a poco pude recuperarme.

¿Ahora que estás en motagua seguís siendo el mismo Rubilio del Vida?
Decir que soy humilde desde ahí ya no lo estoy siendo, pero siempre trato de ser el mismo. Vengo de una familia muy tranquila. Siempre me inculcaron de mantenerme humilde, tratar de ser el mismo y ahora que estoy en Motagua no he cambiado. No soy de esas personas que se agrandan. Le pido a Dios que eso no cambie. Hay personas que pierden el piso y al final de sus carreras no les va bien. Es triste ver como algunos jugadores debutan, hacen un gol y creen que lo han ganado todo.

Foto: Diez

El ariete ceibeño jugó en el Deportes Savio y fue figura y goleador en Copán.



¿Familiarmente cómo ha sido tu vida?
Mi familia ha sido luchadora. No lo tuve todo, pero tampoco me faltó algo, siempre estaba lo necesario. Mi mamá y mi papá siempre trataron de que estuviera bien. Gracias a Dios nunca me faltó el bocado en la casa, pero tampoco es que había mucho. A mis viejos que amo y que siempre los llevo en mi corazón, siempre trataron de darnos todo lo que necesitábamos.

¿Cuál ha sido el momento más duro de tu vida y no solo en lo deportivo?
Rubilio se queda pensando por unos segundos, duda en compartir un duro episodio de su vida, pero luego se anima y nos responde. “Sí ha habido un momento triste en mi vida y fue la muerte de mi hermano hace aproximadamente 10 años. Era el mayor de todos, fue un momento que me pegó. Lo asesinaron en La Ceiba, fue víctima de la violencia. Lo hicieron sufrir, fue maltratado, lo machetearon, lo quemaron y luego lo pegaron varios tiros. Cuando llegamos a reconocer el cadáver aún estaba en llamas e irreconocible. Fue un momento... (lucha por no llorar y resiste) muy duro en mi vida. Demasiado.

Impacta lo que me has contado, ¿es duro que la afición no sepa de esto y se los coman
vivos cuando las cosas no les salen?
Es bastante complicado porque la afición solo quiere resultados. A veces la gente no sabe si te sientes mal y estás en la cancha. A mí me tocó jugar con fiebre estando en el Vida. Los sacrificios son enormes. Varios jugadores han vivido lo mismo y por no relajarse nos mantenemos en la cancha defendiendo a nuestro equipo.

¿Esa celebración en la que alzas los brazos al cielo es para tu hermano?
Es para él y para varios familiares que he perdido, pero sobre todo es para Dios, que siempre platico con él porqe todo lo puede y es el Rey de Reyes. Soy muy creyente de la palabra de Dios.

¿Está Motagua para pelear por el campeonato?
El anterior fue muy bueno, nos quedó la espinita de no haber clasificado a las semifinales. Fue un impacto fuerte no haber peleado por el campeonato. En este torneo vamos paso a paso y esperamos seguir así.

CORTAS CON RUBILIO

¿Tu familia sigue al Vida o al Motagua?
Tengo un problema con mi familia porque todos son seguidores del Vida, solo un hermano es Olimpia.

¿Y vos de quién has sido hincha?
Es que a mí esto del fútbol no me gustaba tanto. Yo comencé grande, mi hermano es que siempre jugaba y es mucho mejor.

¿Vivís con tu familia en Tegus?
No. Mi hijo está en La Ceiba. Es más difícil adaptarse así, pero a pesar de eso he tratado de adaptarme de buena manera. Espero traer a mi familia lo más pronto posible.

¿Cómo te ves de aquí a 10 años?
Me veo sacando adelante a mi familia. Me veo como Emilio Izaguirre, Maynor Figueroa, Carlos Pavón, David Suazo, todos ellos le sacaron provecho a esto del fútbol.

¿Sos cristiano?
Vengo de una familia católica, pero me invitaron a otra iglesia y siempre cuando sea de Dios bienvenido sea. Asistimos a la iglesia con algunos de mis compañeros, como Irvin Reyna, que es bien enfocado a las cosas de Dios, siempre me invitan y vamos.