Liga Nacional

Chelato Uclés, 45 años de enseñanza a Honduras

José de la Paz Herrera cumple este domingo 45 años de trayectoria como entrenador nacional.

2014-12-13

Chelato Uclés cumple mañana 45 años desde que debutó como entrenador profesional. Brindamos este reconocimiento al técnico más exitoso de Honduras, mostrándoles este perfil que retrata su vida.

En las polvorientas callejuelas de la aldea Soledad, ubicada en el sector de El Paraíso, Honduras, comenzó a crecer José de la Paz Herrera, un pequeño genio adelantado a su época.

Su madre lo trajo al mundo el 21 de noviembre de 1940. De aquellos años, lo que más recuerda eran sus jornadas estudiando a doble jornada.

“Iba a la escuela mañana y tarde. En el tiempo libre me iba todos los días a buscar la leña para el fogón de mi mamá”, ha relatado el gran “Maestro”, quien hoy está cumpliendo 45 años como entrenador profesional.

En su pueblo vivió hasta que cumplió 10 años, luego se trasladó hacia Tegucigalpa en busca de una vida mejor. “Ese viaje con los calaches hacia Tegucigalpa fue tormentoso, era primero un viaje de muchas leguas a pie, para llegar al final en mulas”, ha recordado en varias entrevistas donde ha platicado sobre su vida personal.

Incluso, fue hasta ese momento cuando pudo conocer en persona a su padre. Aunque sobre ese tema, Chelato ha dicho: “Conocí al que decía que era mi papá”.

DE MADRE HUMILDE

Uclés no tiene gratos recuerdos al respecto. No tuvo una buena relación con él y casi siempre que le consultan sobre él, prefiere evadir el tema. De su madre, siempre dice: “Ella era una campesina humilde, pero buena al final de todo”.

Cuando era un chigüín de 11 años, el pequeño José estudiaba en la escuela Lempira de Comayagüela y recuerda que pasaba mucho tiempo ayudando a su abuelita, con las compras que hacía en el mercado San Isidro.

El Maestro es un libro abierto. Su vida es jugosa, llena de anécdotas, lecciones y mil historias que ha ido escribiendo dentro y fuera de los campos de fútbol.

De esos años en los que apenas era un pequeño soñador, recuerda que la primera vez que se puso un par de zapatos fue a sus 11 años, para ir a la escuela. Antes de eso siempre anduvo descalzo caminando sobre el polvo, las piedras, el lodo, por todos lados.

Su vida no fue fácil, pero a través de los años se fue abriendo camino hasta convertirse en lo que es, una leyenda, el mejor entrenador que ha parido este país.

UN ESTUDIOSO

Su amor por el fútbol se fomentó gracias a la influencia de su familia Uclés, Pío, padre de sus tíos Foncho, Tavo, Mincho y Cati, quienes fueron enormes futbolistas de la época y los fundadores del histórico Atlético Español de Comayagüela.

Una vez se hizo adolescente, Chelato estudiaba en el famoso instituto Central Vicente Cáceres, pero después se enlistó en el ejército. Quería ser militar.

“Ingresé a la Escuela Militar Francisco Morazán cuando tenía un año de fundada en la época del presidente Ramón Villeda Morales. Allí conocí a compañeros que al final llegaron a generales, coroneles, mayores o capitanes.

Yo solo estuve dos años, interrumpí mi carrera futbolística, pero después volví. Ese tiempo me sirvió para formar mi disciplina, que después la aplicaría en mi carrera como entrenador”, recuerda el “Maestro”.

Aunque dice que su otro sueño fue convertirse en sabio. “Me gusta mucho la sabiduría, así como tenían los griegos siete sabios, a mí me hubiera gustado ser uno de los siete de Honduras, la sabiduría la amo”, comenta.

¿POR QUE “CHELATO”?

José de la Paz Herrera, más conocido como Chelato, también tiene su historia sobre ese sobrenombre que se hizo tan famoso a través del tiempo y nivel mundial.

Todo tiene un origen y él mismo lo recuerda siempre con mucho agrado. “Un amigo de infancia llamado Ranieri Fúnez, a quien yo intenté ponerle el apodo de Ranilerato y este repentinamente me respondió “Chelato” y así se quedó, así me conocen y así lo acepto, aunque el Uclés es de chemís, no llevo ese apellido, solo la sangre”, relata.

El gran Chelato Uclés ha sido todo un personaje. Ama el fútbol como a nada. Tiene seis hijos, aunque nunca se ha casado. Es un enamorado empedernido, aunque él mismo dice que le costó aprender a enamorar a las muchachas.

NO FUMA, NO BEBE

“Al principio no sabía nada. Me he dado cuenta que era muy ignorante en la materia, por eso perdí alguna novia”, ha confesado.

También se ha declarado un temeroso a la muerte. Es algo de lo que casi nunca habla, pues su miedo es terrible.

Enemigo público de los vicios. Nunca fumó ni ha fumado ni siquiera un cigarrillo común, como él mismo lo ha manifestado.

Cuando no ha trabajado como entrenador, Chelato se ha dedicado a ser político (fue diputado en el Congreso Nacional entre 2006-2010). También ha sido analista en varios programas de la televisión nacional.

Atrás del gran Maestro, del entrenador exitoso y de un personaje que nació para hacer historia, hay una vida maravillosa.

Hoy, que cumple 45 años de ser técnico profesional, recordamos con agrado un pedacito de esta leyenda viviente.

VIDA FAMILIAR

José de la Paz Herrera tiene 6 hijos y dos de ellos están ligados al fútbol: uno como periodista deportivo y el otro como gerente del Marathón. El Maestro nunca se casó.

SUS ESTUDIOS
Estudió para entrenador en Argentina, con la AFA, y aunque no reunía los requisitos por ser muy joven, hicieron una excepción. Es autodidacta por excelencia.

SU MUJER IDEAL
Chelato lo resume así: “Soy muy exigente. Veo el modo, puede ser una mujer muy bonita pero si es tiesa no. Me gustan con encanto natural y que tengan conversación amena, que sean agradables”.