Liga Nacional

El mecánico que calibra el motor del Juticalpa de Honduras

Blas Hernández, contención del equipo olanchano, combina el fútbol con su oficio de mecánico.

2015-02-14

Llegamos al taller automotriz “Hernández”, ubicado a unas tres cuadras del parque central de Juticalpa, Honduras. Ahí todos los que trabajan son familia y uno de los miembros, Blas, sobrino de don Manuel, también es volante de contención del actual campeón de la Liga de Ascenso.

A Blas lo encontramos lleno de grasa, con sus herramientas de trabajo en mano y revisando un motor. Increíblemente este futbolista, además de jugar, en los últimos 16 años también ha laborado como mecánico.

El recio mediocampista le dedica toda la mañana y parte de la tarde a la mecánica automotriz para ganarse la vida. En horas de la tarde se pone su calzoneta, camisa y tacos para ir a entrenar con el Juticalpa.

“Tengo mucho tiempo de trabajar en la mecánica, son cerca de 16 años de estar aprendiendo con los amigos, compañeros y familia, como se dice, no solo de fútbol se puede vivir, hay que buscar otros quehaceres y pasatiempos, el mío es la mecánica”, dijo Blas Hernández.

En Juticalpa, Blas es conocido por sus grandes condiciones dentro del campo, pero también fuera de las canchas es uno de los mejores mecánicos de la localidad.

“Le hago a todo, lo que es con los motores, ‘overhaul’ y muchas cosas. Lo que sí nunca me ha gustado es la soldadura y la pintura, pero la mecánica sí y mucho”, indicó Blas.

Y agregó: “Aquí trabajo de 8:00 de la mañana hasta la 2:00 de la tarde, luego me voy a entrenar con el equipo. Me va muy bien gracias a Dios y es algo que me ayuda en mis tiempos libres cuando no estoy en una cancha”.

Foto: Diez

El contención del Juticalpa hasta se ha convertido en el mecánico de sus mismos aleros de equipo. “Los compañeros siempre me buscan para ayudarles en sus vehículos y también en lo que es la electricidad, que lo manejo muy bien en el taller de mi tío. He ayudado a varios como Alberth Padilla, Chritopher Urmeneta y al entrenador Roger Espinoza, entre otros”.

Para el mediocampista de los olanchanos, la mecánica es algo que ya lo traía en la sangre desde pequeño y por eso ahora lo disfruta cada día.

“Este es el único trabajo que me ha gustado desde pequeño, incluso mi papá siempre me llevaba de ayudante de albañil, pero fue algo que nunca me gustó hacer y me dediqué a la mecánica”, recordó el contención del Juticalpa.

LO MOLESTABAN

Blas Hernández no olvida cómo fueron esos primeros días cuando llegaba con grasa a los entrenamientos del Juticalpa, algo de lo que sus compañeros de equipo se sorprendían.

“Siempre el asistente del equipo pasa diciendo que yo llego con mucha fuerza a los entrenamientos porque paso levantando motores y otras cosas pesadas en el taller”, expresó Blas.

Además añadió: “Al comenzar muchas veces me preguntaban por qué llegaba todo engrasado ja ja ja... Ahora ya que todos saben a lo que me dedico, no me han vuelto a preguntar”.

Foto: Diez

El mediocampista es el único jugador oriundo de Juticalpa que ha quedado en el equipo y su mayor sueño es lograr el ascenso con el club de sus amores y en este torneo está cerca de alcanzarlo.

“Mi primera meta es ascender al Juticalpa, es algo que ya tiempos se nos viene negando, sin equivocarme soy el único jugador que ha estado en todas las finales que hemos perdido para ascender, pero confiamos en Dios que en esta oportunidad lo vamos a lograr”, cerró Blas. Luego de la plática siguió buscando la solución para el viejo motor.