Ahora otro hecho lamentable impacta de nuevo en la vida del jugador, con la muerte de su pequeño hijo Leandro Javier Reyes García, de 4 años, cuyo deceso se dio en la capital la semana anterior. El meta no la ha pasado bien y ahora se apresta a tomar ritmo físico para consolidarse en el Real Sociedad.
¿Cómo te sientes luego de pasar este duro momento con tu hijo?
Es un trago amargo y algo bien difícil de entender y los planes de Dios uno no los comprende, cualquiera en mis zapatos empieza a sentir dolor, pero estoy agradecido con Dios porque me da una enorme fortaleza porque este dolor no se supera nunca.
Has tenido una fortaleza muy alta...
Incluso estuve cerca de irme a un equipo de la Liga de Ascenso en Tegucigalpa para estar cerca de mi hijo, pero estoy agradecido con Real Sociedad porque me abrieron una oportunidad en el equipo, aceptándome con mis problemas personales.
¿Dónde estabas cuando tu hijo se complicó de salud?
Yo estaba en Tegucigalpa y tengo un mes en el equipo, pero solo he trabajado 15 días con el club, porque la mayoría del tiempo estuve allá debido a que mi hijo se ponía grave y me tenía que ir, pero nunca me negaron un permiso.
¿Este problema se presentó en el Olimpia?
Desde que estaba en el Olimpia se presentó esta situación, pasamos mucho este sufrimiento y nos va a atormentar como familia, pero hay que tener fuerzas para no caer.
Panchi Reyes trata de encauzar su vida después de la muerte de su hijo.
Le diagnosticaron un problema que se llama neuroblastoma, que es una de las ramas del cáncer y fue un año de tratamiento que tuvo muy duro y él volvió a caminar y a sonreír y nos dio muchas satisfacciones, al final uno no sabe por qué pasan las cosas, él ya no está sufriendo y era difícil verlo sufrir día a día. Está en un lugar muy feliz.
Fueron dos golpes, tu hijo y tu padre..
Sí, fueron aspectos complicados, no pude estar en el velatorio de mi padre por estar largo y ahora se dio lo de mi hijo, que es algo difícil de superar.
¿Tu hijo te admiraba como guardameta?
Mi niño no podía pasar por un estadio porque decía que allí estaba su papi, no podía ver un partido o un videojuego porque creía que estaba yo allí. Me deja muchas satisfacciones y lamentablemente solo lo disfruté cuatro años. Le agradezco a Dios el habérmelo dado por el tiempo que duró.
¿Cómo va tu preparación con el equipo para esta campaña?
Va bien, pero apenas me estoy integrando de nuevo, me tengo que poner a tono con el resto del equipo.
