Liga Nacional

Marcelo Verón: 'Honduras fue donde más disfruté de mi trabajo'

Marcelo Verón, exdelantero argentino del Platense y Motagua, asegura que de dirigir, sería nada más en Honduras.

2015-04-08

Mientras la ciudad de Buenos Aires dormía por el feriado largo de la Semana Santa, DIEZ viajaba hasta Villa Ramallo, en la provincia de la capital argentina, lugar de origen del ex delantero del Platense y Motagua, Marcelo Verón.

Después de cuatro horas de viaje en un bus de ruta larga, hay que bajarse en la ciudad de Ramallo y tomarse un remis (taxi) para otra localidad en donde el jugador que, por cierto, es muy popular en la zona, vive y tiene una escuela de fútbol.

La ciudad o el pueblo, como lo llaman ellos, es bastante solo, no había mucha gente caminando por las calles.

El pequeño centro de la ciudad cuenta con una plaza pequeña, conjuntamente algunas oficinas de servicio público. Para llegar hasta Villa Ramallo y ubicar al ex futbolista del Motagua hay que bajarse en este lugar porque el ómnibus no llega hasta la Villa en donde vive el gran goleador que comenzó su carrera en Honduras.

Foto: Diez

Tras la típica conversación que suelen darse con los conductores de taxis, sobre la dirección que le había proporcionado, el señor razonó y dijo: “Yo conozco ese lugar, es la canchita de Verón”. Nuestra impresión fue enorme y le dijimos que sí, que buscábamos a Marcelo Verón.

Continuó: “Ellos son muy conocidos aquí porque toda la familia es deportista. Inclusive, mis hijos van a entrenarse allí”.

Una vez que estacionamos en el predio, llegó un auto rojo, de el bajó Marcelo, quien físicamente es muy alto, bastante activo y un poco más fornido en comparación a su contextura física de cuando vivió en Honduras. Además por el feriado se acababa de levantar.

En el pequeño club no había nadie, todos tenían el día libre. Dentro del área del restaurante había una parrilla que aún tenía algo de carbón “por el asado de ayer”, comentó sonriente el atleta, que se dispuso a ordenar un poco el lugar.

Foto: Diez

¿QUÉ HACE MARCELO VERÓN?

Tras haberse ausentado por mucho tiempo del ojo de los hondureños, algunos se estarán preguntando qué fue de su vida y comenzó diciendo: “Estoy tranquilo, tratando de seguir rodeado del deporte que es lo que a uno más lo entretiene. Estamos trabajando con la escuela de fútbol. Siempre rodeado por el cariño de la pelota que es lo que a uno lo mantiene activo”.

El negocio es administrado por él, mientras que su papá, Avelino, es el entrenador de los niños. “Porque es el que está capacitado para tener los más chicos. Son más difíciles”, aclaró.

La escuela tiene aproximadamente 120 niños de entre cuatro y once años, luego están: el fútbol femenino y el fútbol veterano con personas de edad más avanzada.

“Por ahora estoy tratando de comprar terrenos más cerca de mi casa y hacer uno nuevo porque este lugar lo tengo nada m?s por cinco años. Lo quise comprar y el dueño no me lo quiso vender”, comentó. Hace dos años y medio lo tiene y en lo que resta para vencerse el alquiler quiere instalarse en un lugar que sea propio.

Como en la mayoría de los casos, aquellas personas que una vez que se dedican al fútbol les es imposible poder prescindir de él, este no es la excepción ya que aparte de tener su propio negocio relacionado con el deporte más popular del mundo, funge como director técnico.

“Me encuentro dirigiendo un club pequeño de San Nicolás (ciudad que queda a 30 kilómetros desde su casa)”. “No está en mi mente ser director técnico de un club profesional, pero si en algún momento me toca ir a dirigir un club a algún lugar, creo que sería Honduras, no lo haría a ningún otro lado”, confesó con seguridad.

DEBUTÓ COMO PROFESIONAL EN HONDURAS

Foto: Diez



“En la época en la que estuve en Honduras fue una de mis primeras experiencias en el extranjero. Estando allá se extraña a la familia. Las costumbres que se tienen acá y que allá no, pero estando en Honduras rápidamente me sentí cómodo. En el puerto (Puerto Cortés) me hicieron sentir como de la familia, así que rápidamente estuve muy satisfecho, muy cómodo con la vida que llevaba. Fue solamente un periodo, después la adaptación en Honduras fue excelente”, analizó sobre su primera etapa en nuestro país.

Como jugador ha tenido experiencias en múltiples países, unos lapsos cortos y otros quizás más largos, pero el ex delantero del Tiburón siente cariño por nuestra patria y dijo: “Yo he sido extranjero en varios países, porque me ha tocado andar en varios, pero como en Honduras, nunca me he divertido. Disfrutaba y me divertía con mi trabajo, cosa que no me pasó en otros lugares, en donde era solamente un trabajo. Todos los días uno tenía que ganarse un lugar, un respeto, ver que te cumplieran con todo lo que se te había prometido. Era siempre un tema laboral. Yo en Honduras, realmente, eso no lo sentí, lo disfrutaba y me divertía dentro de la cancha”.

SU RETIRO

Además, refirió sobre su época cuando decidió finalizar su carrera como futbolista e ilustró: “Cuando hago un balance de todo lo que fue mi carrera, sigo sosteniendo que en Honduras fue donde más disfruté de mi trabajo”. “Entraba con la confianza de que mi equipo iba a ganar, entonces podía no entrar nervioso, sino entrar tranquilo, saber que podíamos ganar en cualquier cancha”, sostuvo.

Continuó: “Incluso, tengo recuerdo de tener penales en contra y hacer chistes sabiendo que después nosotros íbamos a revertir esa situación”. Ya que estuvo en dos de los clubes de primera división de Honduras, había que tener claro si la seguridad que tenía era con el Platense o con el Motagua, así que apuntó a que en ambos le pasaba eso: “Con los dos salimos campeones en la época que yo estuve. Durante las entradas en calor sentíamos esa seguridad. Por ahí en otros equipos vos sabes que tenés que entrar, pelearla, sacar el partido adelante y a lo mejor el rival te supera, siempre con temas que no te permiten disfrutar del juego”.

“Me permitía hacer chistes porque sabía que mi equipo, tanto en Motagua como en Platense, iba a poder resolver cualquier situación que se interpusiera. De hecho, tuve la suerte de salir campeón con los dos”, sustentó.

Para él, tanto Motagua como Platense fueron dos conjuntos totalmente diferentes. “En Platense teníamos un juego colectivo porque teníamos el mejor juego, nunca cambiamos el sistema”, recordó refiriéndose a la táctica implementada.

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“Eso te permite tener seguridad, porque vos no vas a la cancha del Olimpia con un sistema no definido. Teníamos un juego colectivo muy avanzado y estaba muy bien trabajado. Producto de que eran los mismos jugadores de hacía varios años”, señaló.

En cambio, en el Motagua eran todos jugadores nuevos, pensó el espigado delantero al excusar la forma de juego de su ex equipo: “No pudimos llevar ese juego colectivo que teníamos con el Platense porque no nos conocíamos, llegamos muchísimos refuerzos nuevos”. Y mencionó algunas figuras como José Pacini y Dani Turcios. “A veces algunos jugadores tenían una muy buena tarde y con una buena individualidad lo ganaban”, recordó sin vacilar sobre esa etapa de su vida profesional. Prosiguió: “para entonces Motagua arrancó puntero y terminó campeón porque había muy buena resolución”.

RAMBO, SU AMIGO

Además de mencionar sobre las amistades que se trajo de Honduras destacó la que mantuvo con el actual jugador del Platense, Julio César “Rambo” de León: “Uno guarda del jugador hondureño esa relación de cariño y afecto, que para ser mi primera experiencia en otro país, creo que me benefició y ayudó en mi confianza. Encontré gente que me hizo sentir bien”.

Todos tenemos recuerdos de cuando llegamos por primera vez a otro país del cual no sabemos nada y, sobre todo, si es completamente lo opuesto a lo que estamos acostumbrados.

Verón tiene su propia anécdota, que lejos de ser personal lo relacionó más con lo laboral y ya que era su momento, abordó: “Tengo un recuerdo que lejos de ser malo, fue pasajero, pero apenas llegué a Honduras, a los ocho días, debutábamos en el torneo. Yo no había tenido pretemporada, la parte física mía todavía estaba por mejorar porque había llegado del frío de la Argentina al calor del puerto”. Argumentó que Chelato Uclés, quien para entonces dirigía a los selacios, le dio la bienvenida con un partido en Choluteca: “Ni bien llegué me puso a jugar, pero el partido terminó cero a cero”.

Cuántas veces hemos visto que a los jugadores de fútbol en los primeros partidos, no se les da la oportunidad de gol.

Si hacemos un recorrido por las estrellas más grandes del fútbol no podríamos mencionar a muchos, pero tal es la exigencia de la afición, que piden resultados en el instante, como si hablásemos de una varita mágica, no de una pelota. Para él, este caso no fue la excepción.

“Un periodista deportivo a televisión abierta me aconsejó que no desarmase las maletas, que rápido me iba a ir porque yo era nada más un paquete. Estamos cansados que llegue este tipo de gente a nuestro fútbol, que muy pronto se tiene que regresar a la Argentina, sostuvo”. No quiso nombrarlo porque para él ahora no vale la pena. No obstante, tres meses después lo estuvo adulando diciendo que tal vez era el mejor extranjero que había pisado Honduras, comentó con una sonrisa de complacencia.

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“En ese momento yo la pasé mal. La imagen que estaba teniendo es que llegué a robar el dinero, cuando apenas había jugado un partido y había llegado al país hacía una semana. Ahí me di cuenta de que la vida del extranjero en Centroamérica para quien rápido no se dé bien, no es fácil, y pensé que después de haber recibido yo ese trato, quizás le pasó a alguien más. Esos primeros días la pasé mal”, recapituló.

Como buen deportista y, sobre todo con cariño por Honduras y sus clubes, afirmó seguir el fútbol hondureño. “Siempre miro fútbol hondureño, leo los diarios, me meto en las páginas de los clubes y miro resúmenes de videos. En Facebook sigo páginas partidarias del minuto a minuto del Platense y ahí me entero en el momento de cómo van. Hasta de las contrataciones que hacen. Es un torneo que conozco y veo que aún hay chicos que siguen jugando”, nombró.

HABLÓ SOBRE BENGTSON

“El fútbol argentino es complicado, es difícil de verdad. Es un lindo el club en el que está Jerry, a lo mejor con un poco de continuidad podría adaptarse, porque tiene la capacidad física y la potencia. Belgrano de Córdoba es un equipo que juega de contragolpe, así que el equipo en el que está podría adaptarse. Es el segundo torneo. No está consolidado, pero acá ya se sabe quién es y me parece que es un buen club para él. Espero que tenga suerte en este torneo”. Además afirmó sentirse feliz de cuando viene un hondureño al país por el cariño que le tiene a los catrachos. “Yo estoy esperando que le vayan bien las cosas a Jerry”, cerró.

UN SEGUIDOR MÁS DE LA SELECCIÓN DE HONDURAS

“Los partidos de la selección de Honduras en los mundiales siempre los miro. Los de Sudáfrica 2010 y los de Brasil 2014. Me parece que se tienen que animar más. Honduras tranquilamente puede ser una potencia en Centroamérica, porque los jugadores tienen todo: son rápidos, potentes, aeróbicamente muy capacitados. Tienen jugadores de muy buen pie”.

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SOBRE EL PLATENSE ACTUAL

Sobre el actual Platense, él tiene mucho por comentar, pero como buen ex jugador del Tiburón se refirió con profesionalismo.

“Para que un equipo logre lo que logramos nosotros, más allá de las dos finales, el funcionamiento y el juego, se tienen que dar un montón de situaciones que no es fácil que se den. Un Edgar Álvarez y un Rambo de León salen una vez cada muchísimos años, y justo salen en la misma generación, no es fácil que eso suceda”.

Se sabe que el profe Alberto Romero ayudó mucho para que el Platense probara las mieles de la victoria y éste mencionó algunos de los trucos para que esto sucediera: “Cuando nos descarrilábamos él nos hacía salir de nuevo porque sino se enojaba mucho”.

Asimismo, reconoció el esfuerzo de la dirigencia, como ser: “Pagar premios, sueldos y muchas otras cosas que también, no todo el tiempo se puede hacer. Se tienen que dar un montón de cosas para que un equipo funcione bien y sé que ese fue el año del Platense”.

Sobre la magnitud de lo que significó el campeonato del Platense, agregó que en ese momento tal vez no era tan significativo como ahora lo sienten sus seguidores: “Con los años me di cuenta que habíamos logrado algo importante en Platense, en el momento quizás no.

Foto: Diez

Nosotros en ese momento lo teníamos asumido, de que podíamos marcar historia, pero no éramos conscientes de que podía llegar a ser verdad”.

Mucho menos a pensar de que con el paso de los años iban a seguir siendo tan recordados, y sinceramente si el Platense hubiese ganado otro torneo ellos no serían los más recordados. “Hasta que no haya otro Platense campeón, la gente seguirá recordando aquella final que ganamos en la cancha del Olimpia”, concluyó.

Al terminar la entrevista, mientras llegaba el taxi, fuimos por almuerzos y aparentemente se olvidó un tema importantísimo de lo que extraña de las tierras catrachas y son los camarones empanizados. “Eso es la gloria”, imaginó con una cara de deseo.