'Fueron momentos difíciles y muy incómodos porque nunca nos habían apuntado con un arma, gracias a Dios no hubo ningún disparo, sólo le pegaron con la cacha de la pistola al utilero de las reservas y nos hablaban fuerte para atemorizarnos', explicó.
Castellanos espera que se tomen las medidas pertinentes para que no vuelva a ocurrir este tipo de incidentes.
'Es una lástima que pasen estas cosas en el país, sobre todo en el fútbol, creo que merecemos vivir en paz porque somos los que divertimos al público a través del fútbol. Ojalá los directivos tomen cartas en el asunto para evitar que se repita algo similar', reiteró.
Héctor cuenta los detalles de lo ocurrido y sostiene que se quedó unos instantes más en la sede para darse un baño, al salir vio lo que estaba pasando.
'Todos nos asustamos cuando los vimos armados, eso sucedió a las 11:00 de la mañana del domingo, después de los entrenamientos los compañeros se fueron pero yo me quedé en la sede para bañarme, luego miré el relajo pero no reconocí a ninguno de los que estaban armados', concluyó.
De acuerdo a lo informado por un miembro del cuerpo técnico que prefirió omitir su nombre por seguridad, esta es la tercera vez que asaltan en el campamento lechero a pesar de contar con un vigilante que no porta armas de fuego.