El no olvidarse de sus raíces lo hace, sin duda, más grande, un chico con gran carisma (como pocos), humilde, sencillo, lleno de ilusiones y sueños, es un agradecido de la vida porque esta le ha sabido recompensar.
Cuando disfrutas lo que haces ningún sacrificio es demasiado, eso lo sabe este volante del Honduras Progreso.
Entrenos, partidos, negocio, mellizos, ¿cómo haces?
Cuando practico por la mañana les dedico tiempo a los bebés por la tarde, cuando es al contrario, me quedo en las mañanas con ellos, porla noche siempre estoy en el negocio, mi poco tiempo libre es para ellos, no para dormir ni andar en la calle. El más complicado es el varón porque molesta más que la niña.
¿Tus inicios en elfútbol?
Se dio cuando tenía 13 años, fui por primera vez al estadio Micheletti, el señor que cuida el estadio (solo Pelón le dicen) me miró jugar y me pidió los papeles porque le gustó mi actuación, luego me vio José Rubí Rodas, del Lenca, en Liga Mayor, y compró mi ficha por 30 lempiras, eso costó mi trasferencia, aunque a mí no me dieron nada, solo me dijo, ‘vaya a jugar’.
Tuve un paso fugaz por segunda división y luego regresé al Lenca por unos problemas con un directivo, ya en ese entonces al menos me reconocían para el fresco y me daban los tacos, en eso jugamos en la departamental y fue donde me vio el profesor Wilmer Cruz y me llamó para que estuviera en su equipo.
¿Trabajabas y jugabas en Liga Mayor?
Sí, tenía mi trabajito, era albañil, había un directivo que era contratista, yo le pedí trabajo por la necesidad de llevar unos pesos a la casa, ese directivo me apoyó bastante, me dio chamba y me daba la oportunidad de salir más temprano para ir a entrenar.
Salía de mi casa a las 6:30 am a laborar en la construcción, al mediodíame comía una tortillita rápido y antes de las 5:00 pm iba volado para entrenar.
¿Tu debut en Primera División?
Fue en Comayagua, le ganamos a Olimpia 2-1, cuando entramos al camerino todos estábamos felices, pero no nos dejaron celebrar porque nos metieron la rasuradora a todos los debutantes, tanta era mi alegría que pedí que me quitaran hasta la barba.
Ese día estaba muy nervioso porque cuando yo miraba jugar a Javier Portillo, decía: ‘Como corre ese hombre, algún día nos vamos a probar’ y gracias a Dios cuando he jugado contra él, le he sacado ventaja, ahora que nos enfrentamos no sube mucho por esa banda, creo que lo pongo quieto, ese día que ganamos hasta Noel dijo, ‘como corre ese cipote, no
volvió a subir Portillo’.
¿Te obligaron a dejar el trabajo de albañil?
Sí, una vez salió un reportaje que hicieron ustedes sobre que yo trabajaba medio tiempo de albañil, luego me iba a entrenar y en la noche al negocio de baleadas, los fines de semana jugaba o viajaba con el Honduras Progreso, después de esa nota los directivos me llamaron y me dijeron que debía dejar ese trabajo porque necesitaba descansar y entrenar, pues yo le dije que habláramos porque yo necesitaba esos pesos que me ganaba en la construcción, ahí me aumentaron y me dieron en el equipo lo equivalente a lo que devengaba como albañil.
¿Cuando recibiste el llamado a la Selección dónde estabas?
Fue algo especial, había ido a la iglesia con mi familia, le había pedido a Dios que me permitiera estar en la Selección, que el profe se fijara en mí, al salir nos fuimos a comer y en eso me llamó el gerente del equipo, me dijo: ‘Felicidades compa, aliste sus maletas porque mañana a las 8:00 am paso por usted, lo llamaron a la Selección’, yo no lo podía creer,
le decía a mi esposa, ‘ya mañana me voy para allá, para San Pedro’, ella estaba feliz, al llegar a la casa me fui de un solo para donde mi mamá a contarle, pensaba en el camino, me llamaron, es un sueño, Dios me contestó tan rápido, qué exagerado, decía; ese día casi no pude dormir de la emoción.
¿Cómo te sentiste cuando llegaste al hotel?
Nervioso porque había muchas cámaras, cuando íbamos en el camino con Tejeda, le comentaba: ‘Pucha compa, ojalá nos toque juntos porque vos sabés que hay gente creída ahí y nosotros ya nos conocemos, que tal si no nos hablan, si son agrandados’, todo eso decíamos.
Tras llegar al hotel nos indicaron que nos fuéramos a la habitación, para mi sorpresa me tocó con Rommel Quioto, tenía un concepto de que era un jugador agrandado, pero estaba equivocado, es una excelente persona y bien tranquilo, me apoyó en todo momento, decía en mi mente: ‘Aquí todos son tremendos, muy buena onda, qué macizo es esto’.
¿Cuántos meses tienen tus mellizos?
Cumplirán seis meses, la niña se llama Camila Isabel, el varón Iván Roberto, ellos son una pieza fundamental enmi vida,me dan fuerzas para hacer de todo, me inspiran almomento de jugar, siempre que me voy cada mañaname despido de ellos con un beso, asítrato de demostrarles mi cariño.
¿Cómo fue tu niñez?
Bien dura, nosotros somos una familia de bajos recursos, aunque ahora ya estamos saliendo adelante gracias a nuestro esfuerzo y trabajo ya la ayuda deDios. Iba por la mañana a la escuela, llevaba mis cuadernitos en una bolsa de plástico, salía almediodía y medio comía algo queme preparaba mi mamá, porque debía ir a descargar unos camiones aquí en el supermercado de El Progreso, salía a las 6:00 pmy me iba a hacer tareas.
¿Has cumplido tus sueños a tu edad?
La verdad que sí, cuando estábamos en segunda división yo le decía a Isaula: ‘Alero, yo voyadebutar en primera división, nuestro equipo va allegar a primera y cumpliré mi sueño, el segundo es que vestiré la camisa de la H; cuando iba al estadio y los veía llenos, yo decía: ‘Tengo que estar ahí y escuchar el grito de toda la gente’, gracias a Dios ahora he tenido la oportunidad de cumplir ese deseo. Solo me faltan dos sueños más, comprarles una casa amimamá ya mis hijos.
DATOS
ACTUALMENTE ESTÁ CASADO CON MARTHA ARGUETA Y SON PADRES DE LOS MELLIZOS CAMILA E IVáN.
LA MEJOR COMIDA Y LA MÁS RICA ES LA QUE NOS DAN EN LA CONCENTRACIÓN DE LA SELECCIÓN”.
Escriba aquí su pie de foto
EXPERTO: Al momento de servir una baleada bien cargada con frijolitos, pollo y queso.
Junto a Wilmer Fuentes y Ángel Tejeda en la selección de Honduras.
También ayuda a su esposa a preparar baleadas para le venta.