Liga Nacional

Roger Rojas: 'No sé si Jorge Luis Pinto sabe de mí'

El delantero catracho se confesó con 'Kiki' Martínez y explica por qué no siguió en el Necaxa de México.

2015-07-04

El delantero Roger Rojas se sinceró en entrevista para el 'Kiki' Martínez y contó el momento más duro que le ha tocado vivir como futbolista.

También se refirió a la comparación con Wilmer 'Matador' Velázquez y de su aventura con el Necaxa de México.

¿Por qué no se quedó con los hidrorayos, el ariete catracho lo cuenta.

El gran Roger Rojas. Contame de tu barrio, ¿Dónde te criaste?
Bueno, mirá Jairo, yo me crié en el barrio La Betania, popularmente se conoce como “La Pelota”, también en el campo Las Brisas, en Comayagüela, donde pasa el río Choluteca, ahí me crié. Viví muchos años en la colonia Betania.

Hablame un poco de tus padres.
Mi padre se llama Aníbal Rojas y mi madre María Luisa Lazo. Mi papá es de Yuscarán y mi mamá de Choluteca. Gracias a Dios y al apoyo que me dieron soy lo que soy. De mi padre puedo decir que es con quien hablo de fútbol, es como mi consejero, mi madre es más cariñosa, más especial, siempre me anda besando, todos los días me hace una llamada. Ellos siempre se preocupan por mí.

¿Te consideras capitalino o alguien de pueblo?
Fijate que me considero la verdad capitalino, pero me gustan mucho los pueblos, me agradan las aldeas, he conocido los lugares donde nacieron mis padres y me gustan mucho, me identifico totalmente, pero como nací aquí, entonces me siento cien por ciento capitalino.

Foto: Diez

¿En la escuela también fuiste un gran goleador?
Fijate que sí, desde chiquito jugaba en la escuela Inmaculada Concepción, en primaria hacía buena dupla con Mario Girón, él también llegó a primera división. En el colegio, en el San Miguel, también jugaba, ahí con mi mejor amigo Óscar García, que actualmente milita en Deportes Savio y éramos como la dupla.

Y la dupla en las ligas menores de Olimpia, ¿Cuál era?
Era con el hijo de mi madrina, Carlos Cruz, te digo, siempre nos recuerdan en las ligas menores, siempre decían que el “9” y el “11” andaban volando, él usaba el 9 y yo el 11. Jugamos como diez años juntos, en todas las categorías de ligas menores, hasta que ya él después del Mundial Sub-17 agarró para Motagua y yo seguí en Olimpia.

¿Y por qué Olimpia?
Mi papá siempre ha sido olimpista, mis tíos, toda la familia es Olimpia. Yo miraba a mi padre con la camisa y le fui agarrando cariño. Recuerdo que me dijo que le gustaría verme jugar en Olimpia y desde ahí empezó el sueño de participar en dicho equipo, por mi papá.

¿Con qué otros jugadores recordás que compartiste esa época?
Mirá, tengo muchos amigos como Rodolfo Molina “Fito”, Jorge Cálix, Franklin Durón, Elías Argueta, Gerson Argueta, que está actualmente en Olimpia. Son muchos la verdad con los que jugué y se los agradezco porque yo aprendí de todos mis compañeros.

¿Eras medio pícaro con las cipotas en esa época? ja, ja, ja
Ja, ja, ja. La verdad sí era tremendo de niño.

¿Cuántas novias llegaste a tener, ja, ja, ja?
La verdad, ja, ja, ja, tuve varias en la escuela, duraba un día, una semana, pero sí tuve muchas novias en la escuela, ja, ja.

Cambiemos de tema mejor. ¿En qué momento te llega la posibilidad de integrarte al conjunto de Olimpia?
Fue cuando hice un buen torneo en segunda división con el profesor Óscar Salgado, anoté como 12 goles, fui el máximo goleador de segunda división y luego el profesor Juan de Dios Castillo me subió, fue en 2008, con él no pude debutar en el torneo, pero sí me hizo estrenar en un partido de Concachampions, pero bueno, con él subí a primera división, fue el primero que me llevó.

Contame sobre ese debut que hiciste.
Fue en un juego de Concachampions contra el Joe Public, si no me equivoco, no recuerdo la fecha, creo que fue en un mes de agosto o octubre, pero sí fue con el profesor Castillo. Ya después me tocó debutar en Liga Nacional contra el Vida.

¿Te acordás de ese estreno en el máximo circuito del fútbol hondureño?
Sí claro, 11 de enero de 2009, fue contra el Vida cuando perdimos de visita. Recuerdo que jugué con el “Choco” Lozano, los dos debutamos a la vez y fue Juan Carlos Espinoza quien me dio la oportunidad.

También fue tu primer torneo ganado.
Sí, salimos campeones ante Real España. Me hicieron debutar y tuve la bendición de Dios de jugar esa gran final.

¿Goleaste ahí?
En la final no pude hacerlo, en el torneo metí dos goles, uno fue al Vida y uno al Hispano si no me equivoco.

Háblame del campeonato de goleo que conseguiste en 2012.
Fue un año bien especial, porque recuerdo que yo le decía a mi papá antes de iniciar el torneo que quería quedar campeón de goleo, tengo todos mis trofeos en mi cuarto de los que he ganado en ligas menores y yo le contaba a él que me hacía falta uno de Liga Nacional. Él me dijo que se lo pidiera a Dios y lo hice, gracias a él se dio, luché mucho, en ese tiempo estaba de novio con mi esposa y me motivé. Mi mamá y mis hermanos también me decían que yo podía. Me decían que mirara siempre el primer trofeo que gané y que me acordara de eso. Al final el equipo quedó campeón y yo pude lograr el goleo.

Y sobre Arabia Saudita, ¿qué tal fue esa experiencia vivida?
A mí me gustó mucho, al igual que a mi esposa. Los primeros días fueron muy difíciles y cuando digo difícil es porque no hablaba con nadie, los jugadores eran muy reservados, no me platicaban nada, en los entrenamientos no me daban pases, entonces yo hablaba con el entrenador que me llevó, José Beñat, un español con el que no tenía problemas para comunicarme y yo preguntaba que si sabía qué pasaba, si era que no les agradaba.

¿Y qué te dijo él?
Mira, hicimos como cinco amistosos y recuerdo que no metí ningún gol, no me daban pases, yo me sentía presionado y pensaba que no me querían en el equipo. ¿Sabés que tuvo que hacer el entrenador para que me los ganara? Me tuvo que poner de “10”, para que yo les diera pases a ellos, para que ellos anotaran goles y así ganarme la confianza de todos, y así fue. Me pusieron de 10 y a mí nunca me ha gustado jugar atrás, a mí me gusta estar al frente, que me den los pases de gol, si queda oportunidad de darla, uno la da. El profesor me decía que tenía que hacerlos goleadores y yo le pregunté que para qué me pidió si quería eso y pues me dijo que me los iba a ganar. Recuerdo que jugamos un partido y le di un pase al capitán y a partir de ahí me los metí a la bolsa, me defendían a pecho y espada. Ya después me sentía muy bien, no me sacaban de los partidos, hice goles. Recuerdo cuando Hernán Medford me llamó a la Selección, el equipo jugó dos partidos y los perdió, cuando regreso estaban mal anímicamente, jugamos dos partidos más, los empatamos y decidieron correr al entrenador. Luego traen a uno nuevo y no volví a jugar, pero sí fue una bonita experiencia, me gustó mucho.

¿Cómo es el fútbol allá en comparación al nuestro?
La verdad muchos dicen que allá son duritos, que no juegan nada, que solo son petróleo, pero pienso que es una liga muy difícil, complicada. Yo iba con una idea de que iba a ser fácil, que iba a meter 20 goles, pero nada. Los jugadores allá son fuertes, rapidísimos, tienen canchas de primer mundo, quedé sorprendido por el nivel de fútbol, tienen buena liga. La de Arabia Saudita está entre las mejores 25 ligas, lo que pasa que como está lejos, futbolísticamente no se reconoce, pero es mejor que Honduras.

¿Y la comida?
No es que era fea, pero era muy condimentada. Gracias a Dios con mi esposa nos llevábamos frijoles, condimentos, cosas así. En las concentraciones sí sufría mucho con la comida, siempre agarraba pollo y pasta, no me complicaba, porque era muy difícil comer lo de ellos, la verdad no me gustaba.

Foto: Diez

Y el problema más importante en ese lado del mundo, la religión. Contame
Sí, tuve muchos problemas, me decían a mí que si metía un gol no podía persignarme, recuerdo que en el primer partido oficial que jugué, metí un gol y celebré viendo para el cielo y mis compañeros cuando llegué al camerino me dijeron que para ellos fue como una burla, un chiste, no sé, me sorprendí. Yo dije, si me enojo o les reclamo no sé qué va a pasar, entonces se las dejé pasar. Ellos son muy estrictos, no me dejaban llevar mi biblia, ahí solo existe ser musulmán, y si eres de otra, no tienes que demostrarlo, porque si lo haces te deportan.

La vestimenta de las mujeres es complicado en Arabia.
Lo único que pude verle a las mujeres son los ojos, todas tapadas caminan ellas. Mi esposa me contó que una chava se quitó en el baño el hiyab (velo que cubre a las mujeres), y dicen que son súper lindas, la cara y los ojos. En mi caso, nunca pude verle el rostro a una mujer.

¿Qué ha pasado que el entrenador Jorge Luis Pinto no te ha tomado en cuenta para la Selección?
Es lo mismo que yo me pregunto, no sé si Pinto sabe de mí, es un tema muy difícil porque si uno empieza a hablar mal del entrenador, uno se puede borrar, en este caso yo debo ser inteligente, trabajar y con mi labor levantar la mano para que el profesor Pinto me pueda ver. Pero sí ha sido muy difícil porque he visto que ha llamado a varios delanteros y que yo no he tenido ninguna comunicación con él. Tengo que trabajar fuerte en el equipo donde esté, sea en Olimpia o en el extranjero, tengo que marcar diferencia para que pueda verme.

A nivel de mundiales, solo te falta jugar uno con una Selección mayor. ¿Te ves en Rusia?
Me han pasado cosas, pero me han hecho más fuerte, voy a luchar para estar en Rusia 2018, como dicen, la tercera es la vencida.

¿Cuál consideras que ha sido el momento más duro que te ha tocado vivir en el fútbol?
El de Inglaterra, eso no se me va a olvidar, ese fue el momento más difícil de toda mi vida, Jairo, jugaron con mi corazón, con la alegría de mi papá, de mi esposa, de mi hermanito. Fue el instante más difícil.

¿Y el mejor momento?
Salir al extranjero, fue un momento bonito. El fútbol me ha dado mucho, los títulos con Olimpia, el tetracampeonato fue especial también, porque nadie lo ha logrado en Honduras.

¿Roger Rojas se considera un ídolo en Olimpia?
Mucha gente me dice que soy ídolo, pero creo que me falta mucho para serlo en Olimpia, voy a luchar para lograrlo. Wilmer, Tosello, Noel, lo son. Tengo mucha gente en el club que me quiere.

¿La fama se te subió a la cabeza en algún momento?
Sí, a veces, uno dice que no. Cuando uno se eleva es más fuerte el golpe que se da y sí recibí muchos golpes en la vida por andar en las nubes, todo jugador pasa por lo mismo y eso a uno le ayuda para no volver a elevarse. Uno debe reconocerlo.

¿Te gustaría romper el récord de goles de Wilmer con Olimpia?
Sí lo he pensado, son bastantes goles, pero si él los pudo lograr, creo que yo también lo puedo hacer. A ver qué dice Dios, si lo alcanzo o lo paso. Vamos a luchar, uno de delantero siempre quiere meter goles y eso de andar contando solo a mi papá le gusta. Una vez me dijo: ‘Hijo, estás en una lista de los máximos goleadores del Olimpia y yo ni sabía’. Wilmer está inalcanzable.

Yo te veo como titular en la Selección mayor.
Yo me veo igual, pero siento que no he tenido la confianza de un entrenador. Yo he tenido la confianza de técnicos, pero en Olimpia. La gente dice que Rojas solo en Olimpia golea, pero es ahí donde creen en mí.

En las eliminatorias pasadas se te dio una oportunidad.
Sí, anoté un gol contra Jamaica, fue especial, fue como un regalo de cumpleaños que Dios me dio, no fue exactamente el día de mi cumple, pero estaba cerca. Era mi momento y tenía que dajarlo todo, gracias a Dios ganamos y pude anotar, para mí fue el mejor partido que he jugado en mi vida.

Dentro de los siete torneos que llevas con Olimpia, ¿con cuál te quedas?
Te voy a ser sincero, me quedo con el que le ganamos a Motagua, donde anoté dos goles, significó mucho, siempre es bonito derrotar a Motagua, pero más en una final. Fue la primera vez que Olimpia le ganaba al Ciclón en una final, rompimos esa hegemonía.

¿Te consideras el sucesor de Wilmer Velásquez?
Mirá, esa pregunta me la han hecho muchas veces y yo siempre digo lo mismo. Yo no soy el sucesor de Wilmer, porque él es Wilmer, cada quien vive su etapa, cuando me toque cumplir 37 y llegue otro me va a borrar, es el libro de la vida, hoy estás, luego llegan otros, pero sucesor de él no me considero. Le tengo mucho respeto por el nombre y el peso que tiene Wilmer en Olimpia.

¿Recuerdas el día que le propusiste matrimonio a tu esposa?
Fue en el carro, solo recuerdo que fui a comprar el anillo y antes de llegar a la casa de sus padres le dije que cerrara los ojos, que le tenía dos sorpresas: una era que si aceptaba casarse conmigo y de la respuesta dependía la siguiente y me dijo que sí. Entonces sí podía darle la otra sorpresa y le mencioné que nos íbamos a ir a Arabia Saudita. No fue que me obligaron, ni nada, lo que pasa es que no me podía ir sin ella. Yo tomé la decisión, fue un momento bien bonito, a ella le gustó, fue en el carro y normalmente la gente lo hace en un restaurante o en un hotel, pero yo soy diferente.

Por ahí me contaron que con tu esposa fueron novios desde muy pequeños. ¿Es cierto esto?
Sí, de chiquito siempre me gustaba y yo la molestaba porque le tenía miedo al papá. Su padre es enorme, grandote y yo solo le tocaba la manito o le daba un beso nada más y me iba. Desde niños siempre nos enamoramos, fuimos novios a escondidas.

¿Qué entrenador marcó tu carrera futbolística hasta el momento?
Son muchos, soy bien agradecido con todos, entrenadores que me dejaron mucho, puedo mencionar a José Valladares, yo solo le digo “La Bestia”, me ayudó cuando me llevó joven a Liga Mayor, me quitó el miedo”.

Durante el tiempo que te tocó jugar en arabia saudita, ¿Qué fue lo más raro que viste?
Lo más raro pasó en un día que estábamos entrenando, estaba el Ramadán, es como la Navidad de los árabes, eran las 7:00 am y ellos a las 7:45 siempre tienen que rezar, interrumpieron el entrenamiento, se salieron, se quitaron los tacos, y se fueron a rezar. Recuerdo que estaba el preparador de porteros francés, el masajista rumano y yo como extranjeros y nos quedamos viendo, fue lo más raro que miré. Como a la media hora regresaron como si nada. Se respeta mucho la religión allá.

Luego vas a México y anotas muchos goles...
En México tenía una fe enorme, desde que llegué me gustó todo, los entrenamientos, el equipo, me sentía feliz. El entrenador me dijo que iba a debutar, me metió en el segundo tiempo y marqué un gol. Gracias a Dios me salió ese tanto, curiosamente en los dos equipos que debuté metí gol, en Arabia anoté y en México también.

Foto: Diez

¿Cómo consideras que fue tu corto paso por el fútbol de México?
No es por nada, para mí fue muy bueno. A uno como delantero siempre le ha gustado ser el máximo goleador del equipo y si uno puede quedar campeón goleador de la Liga, pues mucho mejor. Yo decía que quería ser el máximo anotador del torneo, pero fui el que más marcó en el equipo, hice seis y el que me seguía, metió cinco. Yo lo logré jugando pocos partidos, sumando pocos minutos. Te lo digo, yo me vengo con la conciencia limpia y con la frente en alto, porque de los cuatros delanteros que había, fui el que más goles registró.

¿Qué tiene México que no tiene Honduras con relación a sus ligas?
Primero, no tenemos los estadios que tienen ellos, las canchas de entrenamientos son mejores. La gente vive el balompié de una manera diferente, solo de fútbol se habla. Para mí eso marca la diferencia, además de que el jugador mexicano se mete en la cabeza que tienen que ser los mejores, la Liga quiere ser la mejor de América o del mundo”.

¿Por qué crees que no te quedaste en Necaxa?
Siento que ahí se maneja mucho el tema de los representantes, entonces el representante de Miguel Fuentes, el entrenador, tenía varios jugadores en el club y uno de ellos es delantero, cuando yo jugaba no le gustaba que el otro estuviera en la banca. yo estaba confiado en que iba a seguir”.