Presidente del Juticalpa: 'Estuve preso y tengo 14 hijos de siete matrimonios'

Vestido de negro, corbata azul, voz imponente y lleno de fe, así predica frente a su congregación de al menos 300 personas, el pastor Samuel García (55 años), quien también es el presidente del Juticalpa FC.

Los domingos por las mañana son sagrados para el pastor Samuel. Siempre llega con mucho entusiasmo a la iglesia Peña de Horeb, misma que él dirige junto a su esposa, quien también es una de las pastoras principales.

Rodeado de muchas personas en su congregación ubicada en la las cercanías del estadio Juan Ramón Brevé, el pastor Samuel García Salgado, predica la palabra de Dios a unas aproximadamente 300 personas.

“Peña de Horeb nace conmigo, fue una visión que Dios me dio, la empezamos con cinco hombres que habíamos sido golpeados por la vida, con problemas similares, luego éramos 20, 30, 40. Antes el ministerio se llamaba Hombres en Victoria y luego dijimos que teníamos que hacer una Iglesia porque eran muchos, hoy son 300 miembros con sus carnet”, cuenta.

“Ahora que estoy sirviendo a Dios como pastor, es la experiencia más maravillosa. También y ahora que me ha tocado ser presidente circunstancial del equipo Juticalpa, espero también es un reto y una honra poder servir a una comunidad con este puesto que me han asignado”, asegura dice Samuel García.

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A pesar de que su labor con el Juticalpa es buena, no todos han estado de acuerdo con su decisión. Sin lugar a dudas que tomar las riendas de la presidencia del Juticalpa le trajo problemas familiares y con la misma congregación.

“Tengo una cobertura que es el reverendo Mario Fumero y él me recomendó que no podemos estar en los dos lugares. En la congregación hubo mucha oposición, mi familia de igual manera. Ha sido terrible, mi esposa es la que más se ha opuesto, pero los retos grandes son los que me gustan”, afirmó muy sonriente.

Los desafíos son claros y al frente del equipo Juticalpa son grandes. “He agarrado esta obligación Nosotros hemos agarrado esto para ser exitosos y no fracasado. Me siento motivado y plenamente convencido que el equipo va para cosas grandes y no quiero pecar de ser demasiado optimista, sino que debo mantener con los pies puestos en la tierra”, comentó.

Samuel García, además es un empresario dedicado a la ganadearía y proyectos de construcción de viviendas a lo largo y ancho de todo el país.

CON UN PASADO MUY DUROALGO QUE LO HIZO APRENDER
Como todo hombre de fe, tuvo que ser pasado por el fuego y a lo largo de su vida ha tenido a tenido que experimentar pasar por muchas pruebas, luego de apartarse de Dios.

“En el año 2006 regresé al Sseñor después de que tuve una tragedia fuerte aquí en la ciudad de Juticalpa. Accidentalmente una muchacha murió y fui acusado, pero Dios al final me liberó porque vio que fue un accidente, prueba de eso es que el papá de ella viene a la iglesia y aunque fue así, soy consciente que no dejé de causar dolor a una familia, les pedí perdón de rodillas y de todo corazón”, afirmó.

“Estuve preso casi un año y de ahí Dios me liberó, salí bien, la Corte Suprema de Justicia me absolvió. Qu que lo que hice fue un homicidio culposo porque el error la culpa míoa fue haber dejado un arma en el carro y de ahí se produjo el accidente”, cuenta Samuel.

“En mi vida anterior no solo me gustaba el fútbol, yo tenía vicios, jugaba gallos de pelea de manera profesional y los pedía a los Estados Unidos, me costaba 300 dólares cada gallo, andaba en palenques, casinos, problemas de índoles pasionales y el accidente que tuve por ahí vino, pero todo eso terminó para mi vida y gracias a Dios que me hizo una criatura nueva”.

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“Estando fuera de la vida de Cristo siempre fui un empresario, pero era un desastre, fracasado en una bolsa me metía el dinero y por abajo se salía, era dinero en saco roto, recuerdo que iba a jugar gallos con 20 o 30 mil lempiras y regresaba sin ningún cinco y ahora el dinero me rinde”, dice don Samuel..

Pero no todo termina ahí, hace dos años su esposa fue secuestrada. Además tuvo una prueba mayor. “Mi esposa hace dos años fue secuestrada, la tuvieron cuatro días en las montañas de Patuca y Dios me la liberó con la ayuda del pPresidente Lobo en aquel entonces y me proporcionó todo el apoyo del equipo anti-secuestros y la pudimos rescatar, pero tuvimos que utilizar helicópteros, la raptaron un jueves y el domingo a las 5:00 de la tarde fue liberada sin pagaran ni un tan solo centavo”, relata.

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Antes de conocer a Cristo, una de sus debilidades fueron las mujeres. “Tuve una vida desastrosa, en mi vida tuve 14 hijos , como de siete matrimonios”, confiesa.

El pastor Samuel García ahora lleva una vida distinta. Le sirve a Dios y aparte vive con pasión el fútbol siendo presidente del Juticalpa FC.

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