Novia de Reneau: 'Enrique me dijo, no me quiero ir sin verla'

Enrique Centeno Reneau, falleció el pasado domingo en Ceiba, en la tierra se encontró con muchas personas que nunca lo dejaron solo, uno de esos fue su prometida Brenda Ramírez, una salvadoreña con la que el exjugador compartió sus últimos años de vida. Ramírez atendió una llamada de Diez, y nos comparte como han sido sus días luego de la partida del amor de su vida.

¿Cómo se encuentra luego de la irreparable pérdida de su novio? ¿Ya está mejor?
(Se escuchan lágrimas) La verdad no es nada fácil, en lo cabe si estoy bien, pero la verdad la noticia me impactó en el corazón, me dejó, teníamos sueños, el solo me dijo que necesitaba descansar y yo sé que ahora lo está haciendo, eso era lo que él más necesitaba.

¿Usted se esperaba esta noticia?
Me preparaba, a veces yo decía es difícil, pero tenemos que hacer más estudios, siempre tuve la esperanza, aunque habían médicos que decían lo sentimos, no sabemos qué hacer, tendrían que mandarlo a Estados Unidos, luego pues todo se complicó, la visa humanitaria se la negaron, él se deprimía pero a la vez yo le daba las palabras de ánimos, que teníamos que confiar en Dios, y siempre decía, buscaremos otras alternativas, lo último que hizo fue viajar a El Salvador, ese viaje lo cansó, fueron seis horas de viaje ida y regreso, sufrió el infarto allá, pienso que eso le afectó.

Lo más doloroso seguro fue no haberle dado el último adiós por estar en Estados Unidos...
Si, la verdad que sí, él siempre me decía no me quiero ir sin verla, siempre le dije que estaba tratando de verlo, le decía que estaba pendiente de él para sentirlo cerca, cada cinco o 10 minutos estaba pendiente de hablarle, no se dormía sino me decía buenas noches. Desde abril le prometí que estaría en su cumpleaños, pasaron los días y no me vinieron los documentos que necesitaba, todo era un proceso, pero el me entendía. Dios ya había buscado el plan ideal.

¿Los planes eran casarse?
Sí, cuando él se fue dijo, que se iba a superar y sacar un curso de técnico, y eso le estaba afectando, él solo me decía que se estaba recuperando y cada vez fue empeorando, hizo tantas cosas para tratar de reponerse. El quiso dirigir a un equipo grande de los que había jugado, nos mírabamoc con un matrimonio, eso yo sé que a él lo motivaba, yo lo amaba porque se ganó mi corazón con su forma de ser.

¿Cómo recibió usted la noticia? ¿Quié le dijo?
Yo estaba hablando con una amiga de California, estuvo muy cercana que estuvo pendiente, yo hablaba con ella, recibí la llamada de un periodista al que yo le había dado una entrevista, y el me preguntó que como yo estaba, y le contesté bien, le comenté que a Quique se lo habían llevado a un hospital, había pasado una hora y estaba pendiente, y me dijo lo siento mucho por ser yo quien le daré la noticia pero él ya falleció, yo no lo creía, le dije que no podía ser cierto, y al momento me confirmo una amiga que era oficial lo de la muerte, yo creí que solo fue especulación. Fue muy duro enterarme, lo único que nos queda es que él ya no sufre, el sábado me dijo, yo no quiero ser negativo pero mi cuerpo ya no aguanta, me duele todo, ya no puedo seguir, tengo que dejarla. Es difícil lo voy a extrañar, pero le dije que su alma estará en el cielo que orara, luego se recuperó el domingo, no sé que pasó, porque me dijo que estaba bien que incluso iba a desayunar, eso fue lo último que logré escuchar de él, pero de un momento a otro pasó la tragedia porque en la tarde se puso mal, no podía respirar y luego lo llevaron al hospital, me comentaron que rumbo al hospital iba lleno de ansiedad y preguntando a qué horas iba a llegar al hospital mientras lo trasladaban, y cuando llegó al hospital el doctor dijo que ya no podían hacer nada.

¿Con que recuerdo se queda?
Siempre lo recordaré como una persona respetuosa, sincera y humilde.