Sin embargo, la mayor parte del día lo utiliza para actualizarse en el fútbol porque en cualquier momento regresa a dirigir. Umanzor habla de la enfermedad de Chelato Uclés, cuestiona el poco apoyo del Colegio de Entrenadores con sus afiliados y de la tolerancia de algunos dirigentes en mantener técnicos extranjeros que no llenan las expectativas.
Umanzor comenzó su etapa técnica en 2003, siendo asistente técnico del serbio Bora Milutinovic en la Selección absoluta, luego ascendió al Real Juventud a la Liga Nacional, en 2008 pasó a dirigir a las selecciones Sub-17 y Sub-20, clasificando a ambas a los mundiales de 2009.
En junio de 2011 tomó las riendas del Parrillas One de la Liga de Ascenso y actualmente se desligó del Malacateco de Guatemala.
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¿A qué se dedica actualmente?
En este momento estoy disfrutando de la familia después de un año fuera, al mismo tiempo ayudando a la construcción de un proyecto de ganadería con mi hijo que está incursionando en eso. También acompaño a mi esposa en el negocio de venta de calzado, pero nunca dejo de actualizarme porque mi computadora siempre va conmigo para recabar información.
¿Hace cuánto funcionan los negocios?
Hace varios días, tenemos uno en Olanchito y otro en Lepaera, Lempira, en la ganadería siempre hemos estado involucrados como familia, aunque en lo personal no soy mucho del monte, de adolescente me despegué un poco de eso.
¿Cómo marcha el proyecto de entrenadores en Olanchito?
Muy bien, estoy apoyando un proyecto en un Centro de Alto Rendimiento Deportivo del Aguán (Cardva), estoy asesorando, pero no puedo comprometerme a estar al cien por ciento porque en cualquier momento me tocará dirigir, aunque estoy capacitando a ocho entrenadores y a una buena cantidad de jóvenes de 8 a 18 años. El único requisito es que estudien, también los apoyamos con talleres de inglés y psicología.
¿Ha recibido ofertas para dirigir?
Sí, he recibido algunas de equipos de Liga de Ascenso en el país, pero no he aceptado y no es por menospreciar, quiero ser paciente para esperar una buena oportunidad de Liga Nacional, porque las dos que he tenido han sido de Ascenso, de dos equipos que en este momento no están constituidos ni formados para pelear un ascenso a primera división.
¿Suena como que menosprecia la Liga de Ascenso?
No, al contrario, a la Liga de Ascenso le doy el respeto y el valor que se merece, pero de dirigir un club de segunda división sería uno que tenga estructura y la aspiración de ascender. A nivel de Liga Nacional estoy esperando tanto en el país como en Guatemala, espero que surja algo lo antes posible.
¿Se siente marginado por algunos dirigentes del fútbol nacional?
De alguna manera los mismos técnicos hondureños tenemos la culpa porque cuando se nos ha presentado la oportunidad de dirigir no la sabemos aprovechar. La mayoría de nuestros dirigentes siempre terminan siendo más pacientes, tolerantes y mejorándoles las condiciones de trabajo a los extranjeros, algunos dicen que lo hacen porque los escuchan hablando raro, pero creo que lo hacen porque tienen un mejor discurso.
¿Cómo es su relación con Alfredo Hawit?
Considero que tengo una buena relación con él, cerré un buen ciclo de trabajo importante tanto para mí como para la Federación, creo que dejé una buena impresión como profesional, a él le tengo mucho agradecimiento porque me apoyó, pero di frutos porque clasifiqué a dos Mundiales, dejé a las puertas de la clasificación a la selección de unos olímpicos.
¿Qué opina de la enfermedad de Chelato?
Muy apesarado, estoy pendiente de su evolución, he estado en comunicación con el doctor Hasley Cruz, quien lo trata. Estamos confiando en Dios que todo salga bien para que recupere su salud.
¿Funciona el Colegio de Entrenadores y vela por sus afiliados?
Nos estamos quedando cortos porque esta situación ya ha pasado en otros tiempos como le sucedió al profesor Mon Paz, Hernán García y Quique Grey, creo que la respuesta que hemos tenido por parte de Colegio ha sido muy pobre.
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