Ante lo ocurrido, los elementos de seguridad determinaron entonces disputarlo, pero sin la presencia de las barras en las graderías.
El pleito ocurrió cuando un grupo de aficionados merengues que se desplazaba hasta el recinto se encontró contra aficionados catedráticos y comenzaron a lanzarse piedras.
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Incluso el autobús en el que se conducía el Real España fue apedreado por los mismos seguidores aurinegros que se confundieron pensando que era el de los albos.
El incidente llegó hasta a los balazos, la policía tuvo que intervenir y tomar el control por lo que decidió de una vez no permitir el ingreso de los grupos organizados en las graderías.
'La situación está bien controlada, garantizamos el espectáculo. Nosotros tenemos informes de que no hay muertos sino heridos por roce de bala', cerró Jaime Flores, Comisionado de Policía.
