Liga Nacional

Sammy Caballero: 'Me alteré, dije muchas cosas, mi esposa me macaneó'

El exdefensa del Olimpia y de la Selección de Honduras revela momentos íntimos en el Loco de Limber

2016-05-03

Samuel Caballero es otro de esos ejemplos que conozco de personas que tuvieron que salir desde abajo, pero que nunca le tuvieron miedo al éxito. Sammy consiguió todo lo que quería en su carrera como futbolista. Le tocó sufrir y no tuvo inconvenientes para salir adelante.

Ahora también ha enfrentado algunos problemas personales tras su retiro del fútbol, pero como siempre, ha buscado la manera de resurgir.

Samuel, siempre fuiste un soñador y un conquistador de cosas importantes, ¿no crees que todo eso quedó manchado tras la denuncia de violencia doméstica que te hizo tu esposa hace algunos meses?
No, para nada. Todo lo que viví me ha hecho un mejor hombre, lo que pasa es que no todos me conocen, a veces te juzgan por lo que aparentas y por lo que tú proyectas. No conocen cómo son las cosas y se han creado una mala imagen de mí, tuve un divorcio y pues claro, surgieron las diferencias que se dan en toda separación.

¿Cuáles fueron esas diferencias?
Bueno, las que todos los matrimonios tienen, desacuerdos, yo solo tuve un hijo y siempre deseaba tener otro; empezamos una empresa juntos, pero no funcionó porque ella no le daba la atención debida, se gastaba mucho dinero y los problemas surgieron cada día, se empezó a distanciar y se llegó a un acuerdo de separación y había muchas cosas de por medio, un hijo, que es lo más importante, y los acuerdos cuestan en todo divorcio, no digamos cuando hay resentimiento de una parte. Cuesta más.

Te denunciaron por violencia doméstica, ¿la agrediste?
No, yo creo que el que salió perjudicado fui yo, la agresión física no se dio, pero sí hubo un daño psicológico.

Foto: Diez

¿Ese daño psicológico quién lo sufrió?
Ambos, tuvimos que ir a terapia. Los dos lo sufrimos, situaciones como esas perjudican y eso era lo que ella pretendía, buscó la manera de afectarme como una figura pública.

¿La insultaste, te alteraste, cómo fue esa situación?
Sí, me alteré, dije muchas cosas. Pero no la agredí como se ha hecho creer a las personas, fueron alegatos de pareja, eso no es cosa del otro mundo.

¿Te agredió tu esposa alguna vez?
Sí, mi esposa me macaneó, si algún daño sufrió ella, a mí también me causó uno. Recuerdo que ella me pegó una trompada y nadie dice nada.

¿Reaccionaste ante la trompada que ella te dio?
No, tuve que quedarme tranquilo, busqué quitármela de encima, no más. La situación que yo viví la viven miles de parejas al día y no pasa nada.

Tanto alboroto por esto. Algunos medios de comunicación te hicieron ver que eras el diablo.
Sí, eso sucedió, incluso, ella quiso quitar la demanda, pero ya no se podía, la traicionó su molestia de ese momento, al final, el que solicita el divorcio en la corte fui yo, las cosas ya no andaban, no daban para más.

¿Es verdad que te quitaron todos tus bienes?
No, para nada, las cosa que logré obtener se las he dejado en herencia a mis hijos, soy padre de dos niños y todo se lo he obsequiado a ellos. Lo he heredado, pero en ningún momento me quitaron todo como la gente cree, ella se quedó con la parte que le correspondía.

Foto: Diez

Te tocó hacer un trabajo comunitario. ¿Lo has hecho o has utilizado tu imagen para quedar absuelto?
No he hecho nada de trabajo comunitario. Además, he realizado muchos trabajos sociales, no me avergüenza limpiar calles, pero puedo hacer algo más decoroso y productivo que ayude a los jóvenes para proyección y lo he hecho sin esperar que me obliguen y nada a cambio ni que me reconozcan, tengo una fundación de niños a la cual he apoyado. Pienso que vale más apoyar a los cipotes y a los jóvenes vulnerables al sistema, que ir a limpiar calles o sanitarios a la alcaldía municipal.

Te pueden acusar de desobediencia y te van a meter al bote.
Yo estoy acusado de desobediencia, pero fui a la corte y le expliqué cómo está mi situación al juez, me han anulado el requerimiento que yo tenía y todo lo demás. Sé que he cometido errores y esos errores han permitido que sea mejor ser humano, ser acusado de violencia doméstica es algo normal en la vida, todos estamos expuestos a eso.

Recuerdas cuando eras niño que los abuelos decían que no se busque mujer mestiza para esposa. ¿Qué pasó que no lo escuchaste?
Porque siempre he hecho lo que a mí me ha gustado.

¿Eres amante de las piernas blancas?
Me gusta todo tipo de mujer.

¿Es verdad que las piernas blancas son la perdición del futbolista negro?
No, el negro es el que se pierde en las piernas blancas.

Ahora que entraste al país, ¿te estaba esperando la Policía?
No, por qué me iban a capturar, no he hecho nada en mi país. Me pasó algo normal, no he robado, no he matado, no soy un extorsionador. No podían capturarme una vez estando en el aeropuerto. No tengo ningún problema con la justicia de Honduras.

¿Sufriste en tu infancia?
Yo soy el único hijo entre mi padre y mi madre, no critico a mi papá porque nunca me apoyó, siempre fue mi mamá la de todo, luego tuve cuatro hermanos y mi madre estaba sola, después me vine a vivir a Tegucigalpa con una familia de crianza para hacer mis estudios, te cuento que yo trabajo desde los nueve años, iba a la escuela y luego al trabajo.

Foto: Diez

¿Qué trabajo ejercías y dónde?
Trabajaba en una imprenta, me iba a la escuela por la mañana y por la tarde a la imprenta. Me tocaba trabajar en las máquinas de tirajes, imprimir las páginas de los libros, trabajaba en la guillotina, desde ahí empecé a ver la vida que para poder salir adelante se tenía que luchar siempre.

¿Cuántos años tenías?
Nueve. Lo que pasa es que la situación económica en la casa era bastante complicada y por ratos no ajustaba ni para comer, no teníamos apoyo de nadie, eran tantas las dificultades económicas que mi madre decidió irse para los Estados Unidos.

¿Alguna vez te tocó vender pan de coco?
Sí, claro que vendía. Ahora cuando estoy en Miami aún lo hago. Mi madre los prepara y yo me encargo de promocionarlo.

¿Con tantas complicaciones que pasaste, nunca te dio por robar?
No. A pesar que mi mamá no tenía mucho que darnos, ella siempre decía que robar no era la mejor opción para salir adelante.

Me gustaría hablar de un tema puntual. ¿por qué no fichaste para un equipo inglés y te fuiste a italia?
Ya todo estaba arreglado para que fichara por el Coventry de Inglaterra, el Olimpia ya había negociado el valor de mi ficha. El problema fue a la hora de negociar mi contrato, hubo un inconveniente y todo se cayó a un abismo.

¿Qué tipo de inconveniente?
Porque la gente del Olimpia no me daba el porcentaje que me correspondía en ese momento por la transferencia y lo que yo pretendía era que el Coventry me lo pagara y ellos no estaban dispuestos a hacerlo, incluso, recuerdo que le pedí un porcentaje por firmar y tampoco aceptaron, me ofrecieron un contrato por cinco años, un buen salario y nada más. Si Olimpia me hubiera dado lo que me correspondía por la transacción, yo hubiera firmado con el equipo inglés y no pedir nada de prima. No fiché en ese momento porque el Olimpia se quería quedar con lo que me tocaba a mí.

¿Por qué olimpia no te quería pagar?
Querían dos millones para ellos y me cedían, todo para ellos y nada para mí. Decían que era una oportunidad única, siempre fue así, la mayor parte del tiempo. El problema es que nadie estuvo conmigo para apoyarme, siempre lo hice de una manera personal, en cierto momento me apoyó mi representante para que el Olimpia me diera lo mío y nada. Incluso, yo fui a la oficina del presidente (Rafael Ferrari) del equipo a firmar un documento en donde renunciaba a mi parte del porcentaje.

¿Fuiste timado por olimpia?
En aquel momento mi deseo era salir a jugar al extranjero, valió lo profesional, el Olimpia sabía de las grandes posibilidades que se venían para mí en el extranjero, fue un gran negocio y les agradezco que buscaron la manera de que yo saliera. Por esa parte tengo un cierto grado de resentimiento con la gente del Olimpia, creo que lo más justo era que me dieran el porcentaje que a mí me correspondía, pero tenía un sueño de jugar en el extranjero y no me enfoqué mucho en el dinero.

¿Fue similar la historia en tu fichaje al Udinese o todo cambió?
Sí, nada cambió. Pero el Udinese me dio un dinero por firmar mi contrato, me pagaron una prima.

¿Estabas obligado a renunciar a tu dinero solo por salir al extranjero?
Obvio, tenía que renunciar al porcentaje para salir de Honduras. No tenía elección.

Foto: Diez

¿Quién te obligó a hacerlo?
Es que era una obligación renunciar a mi dinero. Esa era la realidad. Nunca había hablado de este tema. Para poder salir del Olimpia al Udinese, tuve que renunciar a la parte que me tocaba de la venta, creo que le pasó lo mismo a otros jugadores.

¿En cuánto te vendieron?
En más de 2 millones de dólares. Me tocaban como 400 mil a mí, con eso pensaba comprarme una casa, pero no se pudo en ese entonces.

Cuando estabas cipote y no te pagaban, ¿te sentías esclavo?

Prácticamente, pero estoy agradecido porque aprendí a ganarme la vida, a valorar el trabajo y el esfuerzo y al final eso me ayudó como hombre.

¿Estás resentido con Olimpia?
no, Fui un jugador triunfador, vengo de un pueblo en donde sufrí, así como tú y logré cosas importantes.

¿Te quedaste con la pica de retirarte en el Olimpia?
Sí, cuando yo regresé a Honduras a querer retirarme en el Olimpia, ellos me cerraron las puertas. Yo pensé que volvía a casa, pero no fue así.