¿Tenés fresco el beso que le diste a Cuauhtémoc Blanco en la Copa Oro de 2007?
Claro, pero la gente mucho más. No hay día que no me lo recuerden cada vez que ando en la calle, incluso, me recuerdan más por ese beso con Cuauhtémoc, que por toda mi carrera.
¿Por qué fue que se molestó realmente el “cuau”?
Él se molestó cuando Jorge Claros le dijo “Cuasimodo”, por ser medio jorobado. Luego tuve un choque con él y de ahí se dio todo. Me le pegaba y sentía que se incomodaba, me insultaba y tiraba el codo y ahí fue donde le dije que parecía una mujer.
A mí se me hace que lo querías besar porque te gustaba.
Ja, ja, ja. Para nada. Si a mí me hubieran gustado los hombres, te aseguro que ese tipo no sería mi prototipo, Cuauhtémoc es tan feo que ni forma tiene.
¿Has tenido la oportunidad de encontrarte con él?
Fíjate que me hicieron una invitación para compartir con él en un evento en Houston y no pude ir. Perdí esa oportunidad. Luego me tocó ir a México y la gente de allá recuerda muy bien esa famosa jugada del beso.
¿Por qué en su momento te decían robocop?
Porque tenía una planchita de corte de pelo, estaba a la moda y siempre fui un hombre alto y fornido. Por eso fue. Pero así me decían los aleros cuando yo comenzaba a jugar fútbol, de ahí no me volvieron a llamar nunca así.
Siempre se ha comentado que vendieron un partido que perdieron 3-0 contra México en el Azteca en 2001.
Rumores nomás. En ningún momento hubo una venta de un partido. siempre jugamos con dignidad.
