Transcurría un día normal en la vida del pequeño Bayron Ríos, el reloj cronometraba las 10:00 am y
como suele hacerlo a diario por las mañanas salió a vender dulces junto con su padre Gerardo y su hermano Jhon. Y es que esa es la misión con que creció para llevar sustento a casa y acercarse a cumplir algún día el anhelo de construir su propio hogar.
Pero había algo que este estudiante de primer curso del colegio Santo Domingo Savio de Santa Rosa Copán no sabía: conocería al jugador preferido de su equipo Olimpia, Bayron Méndez, quien con la 10 que viste en el Albo en mano sorprendió a su nuevo amigo.
Con la timidez que acostumbra, Bayron, de 12 años, y por lógicas razones el más joven de los dos nombres en cuestión, se acercó al futbolista merengue y se enfundó en un emotivo abrazo con él,
declarándole su profunda admiración. “Soy gran aficionado de él, es un gran jugador del Olimpia, lo admiro y también a Carlo Costly; siempre me ha gustado como juega Bayron”, expresa visiblemente contento el nacido en Copán, departamento en el que desde bebé fue dejado por su madre a cargo de su padre. Bayron dice que juega como delantero y admira a Lionel Messi, astro argentino de su otro equipo, el poderoso Barcelona de España.
Para Méndez es muy motivante saber que en Occidente cuenta con el cariño de un joven amante del deporte que mueve masas en el país: “Impactado, la verdad que es normal que la gente lo salude a uno, pero que lo haga un niño con ese sentimiento no es de todos los días;
es la primera vez que hago esto, pero me siento bastante bien”, valoró con mucho orgullo el mediocampista limeño. El tres veces campeón con la escuadra capitalina, que una semana atrás alcanzó el cetro 30 de su historia, añade que “en algún momento uno tuvo esa edad y quiso hacer lo mismo, se siente súper bien que los niños también sientan que uno fue como ellos”.
Su padre Gerardo no es ajeno al grato encuentro y manifiesta que “para mí es una gran alegría, yo soy aficionado al Olimpia desde que tengo uso de razón, no saben cuánto gusto me da tener a Bayron en persona y no tengo palabras; les agradezco haber venido de otra ciudad a vernos”, expresó.
El fan de Dionicio Méndez en Copán, que confiesa haber vivido “un día muy feliz”, es un asiduo a la iglesia, lugar al que asiste junto con su padre, hermano y madrastra entre sábado y domingo y cuando no tiene clases entre semana. Cabe mencionar, además, que su hermanito Jhon Kennedy (9 años) no es exento a esa pasión que el rey de copas de Honduras despierta en su familia: “Soy Olimpia desde los siete años, me gusta ese equipo y también el Barça por Neymar”, cuenta un tanto apenado.
Los hermanos Ríos son muy unidos y tienen un ritmo de vida muy parecido; Bayron juega como delantero y su hermano Jhon, con una pasión por el fútbol de menos tiempo, se desempeña como guardameta.
Sin embargo, y aunque luzca curioso, nunca juegan en el mismo equipo. Personas extranjeras ya se han acercado a don Gerardo para ofrecerle apoyo a Bayron, algo que al jefe de este humilde hogar reconforta e inspira a creer que la vida les dará la oportunidad de tener su propio techo más temprano que tarde. Mientras tanto, este furibundo olimpista labra su d
estino con gran sacrificio y una sincera sonrisa sin dejar de lado los instrumentos que más felicidad le dan: Dios, trabajo honrado y fútbol. 
