Él dice que no se considera un ídolo, pero es que el tipo se pasa de tanta humildad. El “Triki”, como le dicen en la Cueva del Monstruo, me respondió preguntas claras y peladas, pero salió bien librado. Aquí todas las confesiones en el Loco de Limber.
¿Cómo puede jugar fútbol profesional con una estatura de 1.69?
Llevo varios años y me he sentido bien con mi estatura, es más mental que otra cosa, vale más las ganas y los deseos que uno tiene por jugar, que ser pequeño o grande.
¿Alguna vez se te pasó por la mente que quedarías fuera del fútbol por tu estatura?
Nunca le puse mente a eso, siempre trabajé con la ilusión de jugar y vale que tuve la fortuna y puse el sacrificio para lograrlo. Por suerte llegué al equipo en donde los cambios fueron positivos y hasta pude consolidarme en Marathón.
¿Fuiste cuestionado por algún entrenador por tu baja estatura?
No, el fútbol es cambiante, los estilos y las formas de juego cambian; cuando empecé a jugar, lo hice de lateral y en una línea de cinco, luego pasé a la zona de volantes; cuando uno trabaja para jugar, no piensas si sos alto o muy bajo.
No, siempre me concentré en hacer lo mejor para el equipo, es que nunca le he parado bola a mi estatura, por ratos me parece que en el terreno de juego soy el más alto.
¿Pero te animabas a saltar con alguien más alto que vos?
Sí, me ha tocado y lo he hecho, aprendí algo en el fútbol, si no puedo ganar, tampoco que gane el rival, ese es el objetivo de los jugadores; cuando me toca ir arriba y no puedo quedarme con la pelota, al menos busco incomodar al contrario, nunca tuve miedo por mi estatura, sé que fui cuestionado en su momento.
¿Te consideras ídolo en el Marathón?
No, para nada, la verdad solo pienso que soy un jugador que trata de dar lo mejor en cada partido, tengo la suerte y la dicha de ser el capitán del equipo, no me considero un ídolo, hay jugadores que lo han logrado en el club; a mí, todavía me queda camino por recorrer para poder lograr ser una leyenda, aunque no es mi objetivo que me consideren un ídolo en la institución.
Si no te consideras un ídolo en el equipo, ¿puedes mencionarme a alguien que sí lo sea?
Para mí, el ídolo del Marathón es Emil Martínez, lo que él hizo para el club es algo impresionante, tuve la suerte de jugar y compartir con él y hacer una gran amistad. Otro y a quien no puedo descartar en esa categoría de ídolo es a Víctor Coello.
Pero con 17 años en el club y todo lo que has ganado, ¿por qué no sientes que sos ídolo en el equipo verdolaga?
Podría ser yo junto a Mauricio Sabillón, los más referentes del equipo, pero para mí, ser un ídolo es aquel que en su momento la afición pudo disfrutar al máximo, y no es la cantidad de tiempo que llevas en un institución, sino la calidad, yo lo veo desde ese punto de vista, si fue poco tiempo que Emil estuvo, lo que él hizo en el equipo fue monumental, todos disfrutaban verlo jugar, era un futbolista diferente a muchos, yo lo disfruté al máximo, la afición igual.
Todo eso ha sido importante, pero Emil era grande como jugador, primero está él y luego los demás.
¿Piensas superar a los que han jugado más de 500 partidos?
Los que han participado en más de 500 partidos en la Liga Nacional, son dignos de admirar, mi respeto para ellos. Aún no pienso en superarlos, pero eso sí, sigo creyendo que jugaré mucho tiempo más en el Marathón.
¿No hubo ningún técnico que haya corrido el riesgo de perder el trabajo por tomar la decisión de que Berríos no sería titular en el equipo?
No, nunca, la gente por ratos ha creído cosas que no son. Nunca he corrido a ningún técnico por no meterme a jugar, ni jugadores, tampoco es que he sido titular todos estos años porque los entrenadores me han tenido miedo. Mi trabajo habla por mí, aquí en Marathón todos lo saben.
¿Qué representa Marathón en tu vida?
Mucho, es parte de mi vida, he tenido la suerte de estar 17 años en la institución y estoy muy agradecido con el equipo.
¿Se ha convertido en tu hogar?
Claro, es mi segunda casa, es aquí donde paso pendiente, paso mucho tiempo, es parte de mi vida, he pasado grandes momentos y todos los he disfrutado; igual, los momentos malos en el equipo los he sabido llevar, nunca imaginé alcanzar todo lo que he logrado en el Marathón.
¿Qué clase de capitán eres, el que piensa exclusivamente en Berríos o el que cree que los compañeros dan la vida por él?
Trato de dar lo mejor para el equipo, soy de los que creo en el trabajo y la mejor manera de exigirle a un compañero es dando uno el ejemplo, cómo trabajas, cómo te comportas y es más fácil que te sigan de esa manera, siempre he demostrado a los compañeros que las cosas se logran en base a trabajo, ese es el capitán que soy, siempre estoy pendiente que más se le puede sacar a un compañero para el beneficio del equipo.
Así es mi forma de ser, soy una persona muy apartada y muy entregado a mi trabajo, siempre procuro que no se escuche nada de mí. Es mejor pasar desapercibido, eso me mantiene muy tranquilo y seguro de mí mismo. Me evita problemas.
¿Es verdad que hay que chuparte las medias para estar en el Marathón?
No, eso es imposible, no soy dirigente ni técnico para cortar jugadores. Al futbolista lo respalda el trabajo, pienso que es muy difícil tener problemas cuando trabajas bien, si hay alguien que siempre quiere ganar en el Marathón soy yo. Hay que ser responsables de nuestros actos, del compromiso que se tiene con la institución, el fútbol es rendimiento, si rindes te quedas, si no, te vas, y muchos se han ido y luego hablan demás, no tengo la potestad de sacar a nadie del Marathón, yo no corto a nadie, los que se han ido, se han cortado solos porque no han rendido lo esperado.
El rumor es muy fuerte allá afuera, que eres determinante para decidir si un jugador llega al equipo o se va. ¿Es un invento?
Depende de cómo lo tomes, de ser así me siento bien, tengo la confianza de que la directiva consulte esos temas conmigo. Pero al final el directivo contrata al que quiere y al que ocupa, las palabras u observaciones de jugador muy difícil van a tener valor, pero sí tengo una buena relación con los directivos y con mis compañeros. Tengo la conciencia tranquila, he dado lo mejor para el equipo, para mis compañeros, para la directiva y para mi familia, eso es lo que importa, y no pensar que yo corto jugadores.
