Sin embargo del fruto de ese amor nació Camila, su pequeña hija que no tuvo la fortuna de disfrutar de su padre ya que a los pocos días de nacer se dio el lamentable incidente.
Vanessa, a seis meses del asesinato de su esposo ex jugador de Vida, Olimpia, Rangers de Escocia y Selección Nacional, rompe el silencio y cuenta a DIEZ lo duro que ha sido la vida sin tener a Peralta de su lado.
¿Qué ha sido de su vida a seis meses del fallecimiento de Arnold?
Ha sido un poco difícil después de la muerte de él. Tuve que viajar para Estados Unidos para tratar de ayudarme a mi misma por lo que había sucedido, he estado superando esto poco a poco, no ha sido nada fácil. La niña va creciendo gracias a Dios, allí vamos de a poco.
¿Qué tanto le habla de Arnold a su niña Camila?
Lo más que puedo. Ella mira una foto y sabe que él es su papá, tengo cuadros en la casa de mi mamá, en la casa donde vivíamos con Arnold, lo queda viendo todo el tiempo. Lo más que puedo le hablo de él.
¿Está recuperada de ese shock de lo que pasó ese 10 de diciembre y para seguir adelante con su vida?
Todavía no. A mi me parece mentira, pienso que Arnold va a regresar, que va a llegar a la puerta y que va a decir aquí estoy, es totalmente difícil superar esto más que yo estuve en el último momento con él, pero sí, poco a poco voy a salir adelante por la niña, porque ella me necesita y sé que Arnold en su momento sabía que si él no iba a estar, yo estaría allí para cuidar de la niña.
¿Quién escogió el nombre de Camila?
Arnold, él lo escogió.
Una imagen de archivo entre Arnold y Vanessa.
Sí, cuando nos dimos cuenta que estaba embarazada, él comenzó muy emocionado diciendo que nombre le íbamos a poner, después él me mandó una imagen con el nombre de Camila y el significado, me dijo 'yo voy a elegir este y vos el segundo', entonces a mí también me gustaba. Desde la 'pancita' él le llamaba Camila.
Tiene bastante de Arnold...
Exacto, Fabiana me gustaba desde el inicio, pero a él no. Cuando nació, él la miró y estaba emocionado, decía 'mirá que se parece a mí', le vamos a poner Fabiana me dice.
¿Qué pasa por su cabeza al tener ese sentimiento de soledad y saber que ya no tiene el apoyo de Arnold?
Es algo difícil de explicar, no sé, imaginate que las decisiones las tomábamos juntos, problemas y alegrías juntos. Éramos una pequeña familia y ahora ya no está, entonces al momento que tengo que tomar una decisión, se me hace completamente difícil, me pregunto qué hago, cómo hago y totalmente confundida. Es difícil aceptar que él ya no está, que tengo que salir sola adelante. No estaba preparada para algo así. Pero las voluntades de Dios no se discuten, es totalmente difícil.
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¿Cómo es un día para usted?
Desde que me levanto es con la niña, aún me desvela, la atiendo, tengo que hacer algunas cosas, mandados, arreglar cosas, más que todo paso siempre en la casa, con mi mamá hasta que duermo y así es la misma rutina de siempre. Mi día empieza a las 6:00 am y termina a las 8:30 pm hasta que se duerme Camila.
¿Qué pasa por su cabeza en estos momentos?
La vida me ha marcado muy duro a mi corta edad, he quedado como en shock. No sé lo que tiene preparado Dios en mi vida más adelante.
¿Se ha acercado más a Dios después de este duro golpe del asesinato de Arnold?
Yo he venido de una familia cristiana, desde pequeña asisto a la iglesia. Cuando viajé con Arnold a Escocia como que me retiré porque estaba en otro país. Incluso cuando veníamos yo trataba de ir a la iglesia, pero no estaba al cien por ciento como antes.
Cuando falleció Arnold yo quedé como que preguntándole a Dios enojada con Él, por qué, si desde que nos levantábamos con Arnold, le pedíamos que nos cuidara y cuando nos dormíamos igual. Entonces quedé como con trauma, que por qué me había pasado si pedíamos que nos cuidara y resentida con Dios. Pero al pasar el tiempo, yo estaba como que todo mundo me decía 'son los planes de Dios, no los discutás, no le reclamés' y así como que queriendo volver a buscar esa paz en Dios.
Vanessa llevará a Arnold Peralta toda su vida en su cuerpo.
Hace dos meses me lo hice, me puse el nombre de él. Me lo puse en la muñeca.
¿Qué significa ver ese nombre tatuado en su mano?
Él me marcó la vida, bastante, es el amor de mi vida, el papá de mi hija. Ese tatuaje significa mucho para mí. Cuando estábamos juntos, nos queríamos tatuar, yo el nombre de él y él el mío, pero nos dijeron que era malo, entonces no lo hicimos. Teníamos un tatuaje en común, pero diferentes partes, era el mismo tatuaje. Eso significa mucho para mí, tengo mucho que contarle a Camila, que su papá me amó y yo lo amé a él.
¿Quiénes han estado con usted en este duro proceso?
Mi familia, ellos y los amigos más cercanos de Arnold, que la verdad estoy agradecida con ellos porque siempre están pendientes de Camila y de mí, se han portado muy bien.
¿Cómo se conoció con Arnold, se acuerda?
¡Sí! Pero es una historia muy larga. Algún día lo voy a contar, tengo pensado hacer unas cosas más adelante, contando mi historia con él.
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¿Algún sueño que tenían, que compartían y que ya lo veían próximo?
Logramos cumplir uno, (tener a Camila) fue muy deseada, entonces logramos cumplir una casa juntos y una familia. Unos que otros como pareja, él quería seguir en el extranjero. Queríamos irnos a vivir afuera, no en Honduras.
¿Cómo se mira de aquí a cinco años?
No sé cómo me vaya a ver en ese momento. Lo único que deseo es estar con mi hija, que esté sana y estar bien conmigo misma. Con lo que me ha pasado con Arnold, en la vida no se sabe qué va a pasar mañana. Yo me miraba feliz con Arnold, pero la vida es tan incierta.
¿Recuerda todo lo que pasó ese jueves 10 de diciembre?
Sí, todo lo recuerdo. Claro, no se me olvida. Yo fui la última persona que estuvo con él y Marcelo.
En una imagen de archivo de Arnold Peralta y su esposa Vanessa.
Peralta tuvo poco tiempo para disfrutar a su pequeña hija Camila.
