Liga Nacional

Carlos Pavón otra vez frente a su bestia negra

Carlos Pavón ha enfrentado a Real España como técnico de Marathón y solo ha visto perder a su equipo

2016-05-02

Si hay un ex jugador al que se le tiene respeto en Real España, es a Carlos Pavón, lo que el ex artillero dio por la camisa aurinegra, no lo ha logrado superar nadie y es reconocido como ídolo, pero el destino lo puso en el camino contrario cuando aceptó dirigir a Marathón, el acérrimo rival de los Catedráticos.

La vida puso a Carlos Pavón en cuestión de días en el banquillo de Marathón. Primero inició como asistente de Jairo Ríos a quien separaron del club verdolaga por perder ante Real España en la ida de la Copa Presidente.

El primer clásico con Pavón en el banco como asistente, lo ganó La Máquina en la ida de las vueltas regulares en el estadio Morazán cuando cayeron 1-0 el 6 de febrero con gol de Cristhian Gutiérrez.

Los Esmeraldas venían de un dominio de varios clásicos ganados ante los aurinegros pero este año todo cambió. El miércoles 17 de febrero hubo revancha en la Copa Presidente y nuevamente La Máquina salió victoriosa con anotación de Osman Chávez.

Se fue Jairo Ríos de los aurinegros y Carlos Pavón lanzó a la palestra como el estelar en el banquillo verdolaga. Su primer clásico fue en el Yankel Rosenthal el 2 de marzo pasado. Allí Marathón ganó 1-0 con gol de Jhon Pauk Suazo y empataron la serie, pero en la tanda de penales, nuevamente ganó La Máquina y avanzó a semis.

Para cerrar las vueltas regulares, La Realeza regresaba al Yankel Rosenthal para devolver la visita y otra vez las cosas no le salieron bien a Carlos Pavón. El resultado final fue 2-1 el 10 de abril. Claudio Cardozo y Edder Delgado anotaron por los aurinegros y descontó de penal Jairo Puerto.

Ahora, la vida ha querido que Carlos Pavón esté frente a frente con el equipo que lo dio a conocer y este jueves tendrán el primer asalto por el repechaje del Clausura a las 3:30 de la tarde en el Yankel. ¿Podrá Pavón y Marathón por fin bajarse a Real España? Solo el tiempo y los buenos partidos lo dirán.