Liga Nacional

'Maradonita' Cruz, un talento hondureño que ahora suplica una oportunidad para dirigir

En El progreso todavía es famoso Óscar Gerardo Cruz, aquel al que un narrador lo apodó como el astro argentino.

2016-11-30

El paso del tiempo tiene un germen implacable. Quizás por eso pocos reconocerán en este hombre bajito, de abdomen un poco pronunciado y de caminar lento, al talentoso jugador que un narrador sampedrano se atrevió a llamar “Maradonita”.

Ahora peina canas, vive de los recuerdos y llora cuando encuentra en su memoria amores perdidos. La zurda prodigiosa de la que era dueño se apagó cuando apenas llegaba a la madurez como futbolista. Ahí nació la leyenda de Óscar Gerardo Cruz Cruz, el “Maradona” progreseño.

Nos encontramos en el parque Las Mercedes en la Perla del Ulúa. Hay amenaza de lluvia, pero nos preparamos para sostener una plática extensa y conmovedora. Recordó el día que en un torneo colegial de la Coca-Cola, el finado Maco Pinto lo vio jugando y lo bautizó como el “Maradonita”.

¿Y es cierto que se parecía al argentino?, “muy cierto, me compararon con él, pero yo no le envidié nada. Me asombraba de lo que yo hacía. A veces la gente, y hasta los técnicos, decían que yo me burlaba del contrario, pero no era así”.

Y hasta se agranda en sus recuerdos: “Yo nunca copié algo de Maradona, siento que Dios me lo dio todo”.

El final le llegó de forma inesperada. Sus lesiones lo empujaron al retiro apenas con 27 años, la zurda del ribereño se apagó.

“Las lesiones me jugaron eso. Tengo platina en mi clavícula, mi rodilla y un tobillo”, nos cuenta. Pienso que los árbitros no lo protegieron.

Sus lágrimas asoman cuando le toca hablar del momento en que tuvo que retirarse, piensa que el balompié le quedó a deber “demasiado”. Su voz se atraganta, espera unos segundos y dice, “el estadio se llenaba para irme a ver, quería complacer más a la gente”.

A cada momento sus emociones lo traicionan. Los recuerdos de aquellos momentos en que su pierna izquierda iba pegadita al balón lo conmueven y a veces lo vencen: “No quería ir al estadio, no quería visitar canchas, no quería saber nada. Es duro todavía (lágrimas)”.

Foto: Diez

Hay muchas cosas que extraña de aquellos días: “Siempre he dicho que el amor de mi vida fue el balón. Mi razón de ser: mi abuela, ya está muerta, mamá no convivo con ella. De chiquito, ahí andaba pegadito con ella. Hasta en el inodoro estaba pegando -pum, pum, pum-”.

SU PRESENTE

Hasta hace dos años trabajaba en una escuela de fútbol. Tuvo que dejarlo, porque los tentáculos de la delincuencia que agobia a Honduras tocaron sus puertas. Desde entonces vive de algún trabajo ocasional y de la ayuda de un hijo residente en Estados Unidos.

En las calles de El Progreso se asegura que el “Maradonita” ahoga sus penas en alcohol. “Está bebiendo demasiado”, coinciden varios de sus conocidos. Él lo niega, aunque acepta “puede ser que por ratos sí, no te voy a negar. Yo le pido a Dios algo que me fortalezca”.

Foto: Diez

Aduce que últimamente ha reducido el consumo del alcohol. “ Me he tranquilizado, estoy yendo a donde un amigo. Un hermano de una iglesia”.

Su presente no es bueno, perdió su matrimonio, está separado de sus hijos y el año pasado murió su abuela, la persona con la que creció, “es duro cuando ya te encontrás en la soledad, te consume”.

Quiere entrenar. Volver al fútbol, según cuenta en el Colegio de Entrenadores se extraviaron algunos de sus papeles y le piden que saque niveles.

“Me dicen que tengo que volverlos a sacar. A mí me han buscado para dirigir equipos de segunda y no me permiten dirigir”.

Espera que una luz aparezca en este camino donde casi todos los amigos se han apartado.

Foto: Diez

Es mi esperanza, le pido a Dios que no me abandone, que me presente una puerta para levantarme. La estoy buscando en silencio”.

ALGO MÁS:

¿Y los amigos? ¿Lo dejaron?
La mayoría sí. El profesor Chelato porque se enfermó, son pocos. Se dieron vuelta como se dice. Con el único que tengo comunicación es con Cristian Santamaría.

¿Está en el camino correcto?
Pienso que sí. Se lo he pedido (a Dios) de corazón.

EN CORTO:

Foto: Diez


SU VIDA:
No tuve a mi papá, me crié con mi abuela y hace un año se me fue. Se fueron mis hijos y mis esposa. Estoy solo (lo dice llorando).

MATRIMONIO:
Tenía un matrimonio, por problemas familiares se me fueron. Me hacen falta mis hijos, aunque tengo comunicación con ellos.

UN PARECIDO:
No he visto, técnicamente no lo he visto. Ramoncito (Núñez) a veces se acercaba, pero no he visto otro.

OPORTUNIDAD:
Por ratos intento no ir a una cancha, pero me siento incómodo y por eso le pido a Dios que me dé una oportunidad para seguir trabajando.

DATO:

En Liga Nacional jugó 79 partidos: 35 en Deportes Progreseño; 18 con Petrotela, 14 con Marathón y 12 con Olimpia.