Liga Nacional

Calderón se convirtió en Tiburón y Platense clasificó a la gran final

Platense está en la final del fútbol de Honduras tras eliminar al Real España con un partidazo del portero José Calderón

2016-12-04

¡Qué grande José Calderón… Benditas manos de este panameño! Qué partido se tiró el portero del Platense que salvó al equipo de Puerto Cortés para sacar un empate con sudor y sangre tras eliminar al Real España que intentó pero no pudo. Digno finalista el cuadro de Clavasquín.

Los goles tempraneros en ambos partidos ambos a los cinco minutos de iniciado, en el primero Davirson Castillo y este día Richard Dixon, pusieron a los Escualos contra la pared a La Máquina que mereció más pero no le aguató y regresan a una final, misma que no disputan desde el 2002.

Fueron tan largos estos 14 años que las lágrimas de los jugadores del Platense porque solo Edgar Álvarez había celebrado del plantel. Celebren porteños, pusieron pundonor y fútbol, de ese que nos tenía acostumbrado el Tiburón de Puerto Cortés.

Ver: REPASÁ EL MINUTO A MINUTO DEL PARTIDAZO

Calderón se fajó con cinco tapadas claves, todas con sello de gol. Una a Benavídez, otra a Bryan Acosta, el penal a Claudio Cardozo y la última a César Oseguera en la línea de gol. Así con este panameño pueden pensar en grande… Se comieron a uno de los equipos que siempre fue superior en los cierres de los partidos, pero soportaron como el malecón del puerto lo hace con los ciclones.

Eran cinco minutos de juego y el Excélsior estalló... ¡Otro panameño! Sí. Esta vez el central Richard Dixon apareció en el área para rematar una pelota que quedó sobrando en el área. La jugada nace de un cobro de tiro libre de Edgar Álvarez bajado por Luis Castro de Cabeza y a celebrar.

Todo mérito del entrenador Reynaldo Clavasquín que se comió al rival, le puso una defensa que mantuvo a raya a la delantera de La Máquina que no carburó… A menos no los dejaron.

Cardozo tuvo en sus piernas el empate tras una falta de David Mendoza contra Domingo Zalazar pero el “muro panameño” se puso estrello así como el canal de su país y le tapó el lanzamiento que fue lamentado por los aurinegros.

Finalmente en la segunda parte Edder Delgado puso el empate con un tiro de media distancia y parecía que caía el segundo gol, pero Platense se paró como Lempira en el Gongolón, fuerte, sin miedo y dispuesto a morir en la cancha para estar en una nueva final… ¡Tiburón a la vista, la final soñada está de vuelta… Celebren que se lo merecen!