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Portero saldrá de la cárcel para volver a jugar fútbol

El brasileño Bruno Fernandes fue condenado a 22 años de prisión por mandar a descuartizar a su exnovia.

2014-03-15

Bruno Fernandes, exportero del Flamengo y que fue condenado a 22 años de prisión por mandar a asesinar y descuartizar a su exnovia ha firmado un contrato con el Montes Claro, del campeonato Mineiro brasileño.

El portero condenado volverá a jugar al fútbol amparado en una ley de Ejecuciones Penales. Sus abogados han conseguido el cambio de la cárcel de máxima seguridad en la que estaba hasta hace poco a una de menor rigurosidad en Montes Claros, para que pueda jugar a fútbol.

Bruno lleva en prisión desde 2010 por asesinas y descuartizar a su amante, pero llegó a ser capitán del Flamengo y fue considerado uno de los arqueros con mayor proyección internacional. La buena conducta de Fernandes en los últimos años le permitirán ahora jugar al fútbol ahora fuera de la cárcel, donde tendrá que ir acompañado de Policia.

El presidente del club brasileño que le ha fichado ha destacado a los medios de comunicación los motivos que le han llevado a contratar a Bruno Fernandes: “Queremos darle una oportunidad a Bruno. Queremos que pueda volver a jugar a fútbol. Para el club es una inversión deportiva y a la vez una inversión social'.

SU HISTORIA

Bruno Fernandes saltó a las noticias de todo el mundo cuando se vio obligado a confesar que planeó el asesinato de Eliza Samudio, una joven modelo que tuvo una relación extramarital con Bruno y se quedó embarazada de él.

En una trama que involucró a una docena de personas, entre ellas la esposa de Bruno y un policía, Eliza fue secuestrada, mantenida en cautiverio, separada de su hijo, asesinada y finalmente su cuerpo acabó en paradero desconocido (durante el juicio se llegó a decir que Eliza fue descuartizada y echada a los perros).

Eliza Samudio tuvo un hijo de Bruno en el 2010. Cuando le pidió al exportero del Flamengo que reconociese al pequeño y le mantuviese, Bruno perdió el control de la situación y le pidió a varios amigos 'que se deshiciesen de la mujer'.

La esposa de Bruno arrebató el niño a Eliza y se lo entregó a una pareja de desconocidos en el estado de Minas Gerais.

Eliza nunca más volvió a aparecer. Bruno confesó en un juicio que llenó páginas y horas de televisión en Brasil. Ahora, sorprende a todos con un contrato para volver a jugar al fútbol.