2014-03-23
En los últimos minutos del clásico tapatío en
México entre Atlas y Chivas y mientras los equipos luchaban
por romper el 1-1, seguidores rojiblancos
se enfrentaron con la policía en la cabecera sur del estadio Jalisco.
La violencia se hizo presente y los seguidores del Rebaño Sagrado, atacaron a los elementos de seguridad del inmueble. En las tomas de la televisión, se apreció como cuatro de ellos tundieron a golpes a un policía ya terminado el encuentro.
En un intento de detener el pleito, el mediocampista de Chivas, Jorge Enríquez, se acercó a la barra del equipo, pidiendo que se tranquilizaran. Incluso, el 'Chatón' le regaló su camiseta a uno de los seguidores.
Previamente, faltando más o menos 10 minutos para que el encuentro terminara aficionados del Guadalajara aventaron bengalas al terreno de juego, acto que también deberá ser consignado en el la cédula arbitral y por el cual el Estadio Jalisco recibirá una multa.
Los jugadores del Rebaño expresaron su enojo porque la pasión del partido se llevó de mala manera en la tribuna.
'Lo comentamos con la gente en la semana, era lo que no tenía que pasar, desgraciadamente, tiene que aprender la afición a no rebasar ese límite, el partido se estaba llevando de una mejor manera dentro de la cancha, les dijimos que nosotros íbamos a tener una batalla y no tenía por qué haber terminado así', dijo Patricio Araujo, quien fue el embajador Chivas en la campaña de un clásico sin violencia.
PORTAZO SUPERÓ SEGURIDAD
Una especie de 'portazo' que se generó en el Estadio Jalisco, previo al inicio del clásico tapatío, arrojó varios lesionados.
El percance se suscitó cuando un nutrido grupo de aficionados rojiblancos se arremolinó en su afán de querer entrar lo antes posible al estadio para ocupar su lugar.
Estos hinchas, cabe mencionarlo, llevaban boleto en mano, pero ante la ansiedad con que pretendían acceder al inmueble de la calzada Independencia, terminaron provocando un gran desorden, al grado de que el incidente terminó arrojando algunos heridos y sofocados.
Lo anterior, no obstante al gran número de uniformados que encabezaron el operativo de seguridad dentro del Estadio Jalisco, el que cabe señalar, no registró un lleno, aunque se esperaba que luciera rebosante por tratarse de un partido de suma importancia para ambas escuadras, dada la gran rivalidad que existe entre rojinegros y Chivas.
La violencia se hizo presente y los seguidores del Rebaño Sagrado, atacaron a los elementos de seguridad del inmueble. En las tomas de la televisión, se apreció como cuatro de ellos tundieron a golpes a un policía ya terminado el encuentro.
En un intento de detener el pleito, el mediocampista de Chivas, Jorge Enríquez, se acercó a la barra del equipo, pidiendo que se tranquilizaran. Incluso, el 'Chatón' le regaló su camiseta a uno de los seguidores.
Previamente, faltando más o menos 10 minutos para que el encuentro terminara aficionados del Guadalajara aventaron bengalas al terreno de juego, acto que también deberá ser consignado en el la cédula arbitral y por el cual el Estadio Jalisco recibirá una multa.
Los jugadores del Rebaño expresaron su enojo porque la pasión del partido se llevó de mala manera en la tribuna.
'Lo comentamos con la gente en la semana, era lo que no tenía que pasar, desgraciadamente, tiene que aprender la afición a no rebasar ese límite, el partido se estaba llevando de una mejor manera dentro de la cancha, les dijimos que nosotros íbamos a tener una batalla y no tenía por qué haber terminado así', dijo Patricio Araujo, quien fue el embajador Chivas en la campaña de un clásico sin violencia.
PORTAZO SUPERÓ SEGURIDAD
Una especie de 'portazo' que se generó en el Estadio Jalisco, previo al inicio del clásico tapatío, arrojó varios lesionados.
El percance se suscitó cuando un nutrido grupo de aficionados rojiblancos se arremolinó en su afán de querer entrar lo antes posible al estadio para ocupar su lugar.
Estos hinchas, cabe mencionarlo, llevaban boleto en mano, pero ante la ansiedad con que pretendían acceder al inmueble de la calzada Independencia, terminaron provocando un gran desorden, al grado de que el incidente terminó arrojando algunos heridos y sofocados.
Lo anterior, no obstante al gran número de uniformados que encabezaron el operativo de seguridad dentro del Estadio Jalisco, el que cabe señalar, no registró un lleno, aunque se esperaba que luciera rebosante por tratarse de un partido de suma importancia para ambas escuadras, dada la gran rivalidad que existe entre rojinegros y Chivas.
