Liga Nacional

Alex Geovani Ávila sigue ligado al fútbol y es pintor en Estados Unidos

El recordado goleador nacional de los 80 y 90, se retiró hace 16 años.

2015-02-04

Quizás una de las mejores navidades que vivió la familia aurinegra fue aquel 24 de diciembre de 1988. El artífice de aquella tarde gloriosa de Real España fue Alex Geovani Ávila, un artillero de esa época.

La vida de este característico goleador hondureño que brilló con los aurinegros y en Motagua, sigue de alguna manera ligada al fútbol, en un país diferente que le ha abierto las puertas para enseñar a los más pequeños sobre su conocimiento de la redonda.

Foto: Diez

Alex en la Academia en Estados Unidos.

“Gracias a Dios estamos en un país que nos ha abierto las puertas a prosperar y a salir adelante en algo tan importante que ha sido para mí como es el fútbol. Estamos luchando como todo inmigrante que llega a un país”, confesó Ávila, quien combina su trabajo en la pintura con el fútbol en Charlotte, Carolina del Norte en Estados Unidos.

“Mi pasión siempre ha sido el fútbol, me ha hecho conocer mucha gente, muchas amistades en Carolina del Norte, Miami, y varios lugares de Estados Unidos. Estoy con una escuela de “soccer” de niños, enseñando por mi experiencia como futbolista que fui, a los niños de Charlotte”, sigue contando su nueva historia.

Foto: Diez

Ávila aparece junto a su padre Arnulfo y posando en Charlotte, EUA.

Escriba aquí su pie de fotoÁvila llega a la memoria de muchos aficionados de antaño por su característico juego aéreo y su olfato de gol en el área rival.

Para este oriundo de los campos bananeros de La Lima no fue fácil, después de su carrera en el balompié, realizar otro tipo de actividades, como a muchos futbolistas les ha pasado. “No ha sido fácil adaptarme después de ser futbolista a una vida en Estados Unidos, pero gracias a Dios que mis raíces no las he cambiado, siempre he dicho que la humildad es antes que todo. Soy un trabajador más en este país”.

ORGULLOSO
Esta gloria del fútbol hondureño realiza tres actividades que disfruta, en particular dos de ellas, que son una pasión y una satisfacción.

“Además de enseñar al fútbol, trabajo en la pintura y aparte estoy trabajando en una Fundación de niños con autismo, donde he tenido todo el apoyo. Lo más importante para mí es ver feliz a los padres con su hijo viendo sus progresos en esta vida”, manifiesta desde su hogar en Carolina del Norte.

Como para muchos hondureños que llegan a Estados Unidos, para Ávila también es un proceso donde en la aventura de la inmigración ha tenido que pasar sobresaltos, pero al final ha podido acomodarse y ser uno de los miles de catrachos que contribuyen a la economía del país.

“Hay situaciones difíciles que uno enfrenta en este país, pero gracias a Dios tengo muchas amistades aquí que me han apoyado bastante y gracias a ellos he hecho cosas buenas con respecto al fútbol y en mi trabajo de pintura. No me puedo quejar, vivo como todo inmigrante, luchando por hacer las cosas bien”.

Foto: Diez

La mayor satisfacción de Geovani Ávila en la actualidad es dirigir su propia escuela de fútbol en Estados Unidos.

Aunque vive una vida cómoda en Estados Unidos, para Geovani Ávila hay un anhelo que piensa cumplir y para eso se ha preparado con tenacidad en su estadía en Norteamérica.

“Tengo pensado regresar a mi país, sé que poseo muchas cosas y enseñanzas para la niñez hondureña. Quiero dar mi experiencia como futbolista que fui. Hay posibilidades de regresar a Honduras y espero tener el apoyo de los equipos allá y que me puedan dar la oportunidad de dirigir”, sostuvo.

Sus cualidades como delantero no nacen a todo momento y Ávila asegura que en la actualidad “no hay ningún jugador con mis características, Honduras carece de centrodelanteros y no hay futbolistas que estén preparados para ese puesto, ese fue el fracaso que tuvo Medford, que fueron injustos con él en la Federación”.

Haciendo una retrospectiva en su vida, el “matador” limeño rememora sus inicios en el fútbol. “Mi mejor inspiración fue mi padre, fui su seguidor cuando jugaba en los campos bananeros en La Lima, tenía ese ímpetu y seguí los pasos de él, me apoyó cuando tenía 14 o 15 años, jugaba en el Alianza limeño”.

Su determinación le permitió ser fundamental en momentos importantes en sus equipos sobre todo aquella final de 1988.

Foto: Diez

Alex se siente orgulloso de sus trabajos en Estados Unidos.

“Los goles que marqué en las finales fueron los más importantes para mí. Recuerdo que eran dirigidos por Flavio Ortega, QDDG, tenía un equipo base que yo no encajaba allí. En la final contra Olimpia me mandó de suplente y yo molesto por eso, ya que me consideraba un futbolista valioso porque venía de una Selección, a él no le interesó y puso al uruguayo Alonso. Faltando 15 minutos del tiempo extra, se me dio la opción de jugar ese tiempo y darle el campeonato a la Realeza”.

Pero no todo fue color de rosa para este ariete y cuenta la pesadilla que vivió en Platense con Alberto Romero como entrenador. “Llegué a Platense y muy agradecido con Aníbal Cantarero y con Luis Valle, quien en paz descanse, que me apoyaron bastante. Había un entrenador que desde que llegué a los selacios sentí su antipatía y fue el argentino Alberto Romero, para mí ha sido uno de los entrenadores más pésimos que he tenido”.

Así como muchos jugadores, Ávila le dio mucho al fútbol y siempre tendrá un lugar especial en la historia.

DATOS:
* Anotó su primer tanto el 14 de abril de 1984 en el triunfo 2-0 de Real España sobre Victoria y el último el 5 de enero de 1997 en el gane 1-0 de Platense ante el mismo Victoria.

* Fue máximo goleador de la Liga Nacional en los torneos 1989/90 con Real España y 1994/95 con Motagua. Marcó 71 goles en la Liga Nacional.

SU PERFIL
Nació en: La Lima, Cortés
Fecha de nacimiento: 26 de diciembre 1964
Edad: 50 años.
Estado civil: Divorciado.
Hijos: Kenia Jackeline y Luis Arnulfo Ávila Chacón.
Retiro: 1999.
Grandes logros: Dos títulos de Liga Nacional y dos campeonatos de goleo.