Internacionales
2016-09-19
El entrenador del Manchester United, Jose Mourinho, que
perdió ante el Watford por 3-1 en el encuentro de la quinta jornada de la Liga de Inglaterra,
lamentó la actuación arbitral y también la mala suerte que persigue a su equipo.
'No puedo controla al árbitro ni tampoco la suerte. Lo único que puedo controlar son los errores que cometemos. Los individuales y del equipo', dijo el preparador luso tras perder frente al Watford.
Pero eso no fue todo, Manchester United encadenó su tercera derrota consecutiva y José Mourinho echó balones fuera a la hora de responsabilizarse por el resultado.
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Enumeró dos razones más por las que no consiguieron la victoria ante el Watford. El segundo motivo es, tras echarle culpa al arbitraje, es simplemente, la suerte: “Es parte del juego”, argumentó el técnico portugués.
La tercera razón que da sí tiene que ver con su labor: “La tercera sí que está en mis manos. Se trata de mejorar al equipo y a los jugadores. Intentar parar los errores defensivos. Sabía que tenía tarea. Tenemos que mejorar, no hay duda, tanto en lo individual como en lo colectivo. Ese es mi trabajo”.
Sin embargo, más adelante no dudó en señalar a uno de sus futbolistas como el principal responsable de la derrota. Ese jugador es el lateral izquierdo, Luke Shaw.
'Puedes encontrar increíbles similitudes entre el primer gol del Manchester City y el segundo contra el Watford. Kolarov tiene la pelota en una situación difícil en una esquina y mis jugadores, en vez de presionarle, deciden darle espacio. En el segundo gol, Amrabat recibe el balón y nuestro lateral izquierdo está a 25 metros de él en lugar de a cinco. Pero incluso a 25 metros, debes saltar e ir a presionar, pero no, nosotros esperamos”.
ASÍ ESTÁ EL MANCHESTER UNITED EN LA TABLA
Curiosamente, en los dos únicos partidos de Premier League que Mourinho ha decidido cambiar a Shaw coinciden con los encuentros ante el City y el Watford, aunque en el primero esperó hasta el minuto 80 para hacerlo y en el segundo hasta el 85.
La joven promesa de 21 años se perdió casi toda la temporada pasada debido a una fractura de tibia (el argentino Marcos Rojo ocupó su posición) y la anterior, cuando el United pagó 37,5 millones de euros al Southampton por su traspaso, arrastró cuatro lesiones diferentes que le impidieron coger ritmo en la competición.
Ahora Shaw se ha buscado un enemigo que no se casa con nadie y a quién no le tiembla el pulso a la hora de condenar jugadores a permanecer en el banquillo, ya sea el caso de Casillas, Mata, Pepe o Pedro León. Habrá que ver si en el futuro sigue contando con él o le sigue dando oportunidades.