Cuenta el delantero de los Gallos Blancos que el dueño del Club Mapaches de Segunda División era un narcotraficante de la Familia Michoacana.
'Salíamos, marcábamos siete goles y nos daba el dinero; siempre nos trató de maravilla”', admite Sepúlveda en entrevista para el periódico El País.
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Sepúlveda, en aquel entonces con 16 años y su equipo regresaban a Michoacán luego de disputar un partido contra las fuerzas básicas del América en Coapa, sin embargo, cuando iban en la carretera, el autobús en el que se transportaban le fue bloqueado el paso por integrantes de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), ahí, el dueño del equipo, Wenceslao Álvarez, fue detenido.
'Nos detuvieron como si fuéramos narcotraficantes y sólo sabíamos de fútbol', recuerda el futbolista mexicano.
Los futbolistas del Mapaches también fueron retenidos por las autoridades, pero luego los pusieron en libertad por los agentes a la medianoche para que regresaran a Michoacán.
Posteriormente a todo ese escándalo que se suscitó, la FEMEXFUT desafilió a la institución Mapaches, que disputaba sus partidos en el ascenso mexicano.
“Es parte del día a día, uno puede ver ese tipo de cosas. Los narcos no se meten contigo mientras no hagas cosas malas”, dice.
Después de pasar por eso, Ángel Sepúlveda comenzó a escribir pausadamente su historia en el fútbol mexicano ya que debutó en Morelia, pasó por Atlante, Neza y se consolidó como pieza titular en Primera División en Querétaro. Aparte de eso, recientemente recibió su primer llamado a la selección de su país bajo el mando de Juan Carlos Osorio, quien lo hizo debutar en elimintorias mundialistas y lo hizo con gol ante El Salvador en el estadio Cuscatlán.
“Muchas veces al jugador mexicano sólo le dan un par de partidos para mostrarse. Al extranjero le dan más, unos seis para que se puedan adaptar. Depende del técnico y de la directiva', cerró atizando Sepúlveda.
