Para participar en este duelo había que cumplir un tan solo requisito que era superar el gramo de alcohol en sangre.
La fiesta en este partido comenzó en los vestuarios donde habían mujeres, música y sobre todo alcohol y luego que tomaron lo suficiente los equipos salieron al campo, incluso a algunos les costaba mantenerse en un solo lugar.
Debido a la actividad física dentro del campo a algunos se les fue pasando el efecto y disminuyó su nivel de alcohol en la sangre, entonces si ese futbolista anotaba en condiciones casi normales, su tanto no valía por lo que debía consumir más cerveza o whisky.
El juego terminó 4-3 para los de azul en un anecdótico partido que podría repetirse desde ahora en adelante.