El ganador de cinco balones de oro, molesto y con rabia por lo que había sucedido durante el partido, por la mala imagen que estaba ofreciendo el equipo ante el Leganés, ha hecho el penal como una obligación, sin ganas, con el único deseo de cumplir el objetivo que era batir a Herrerín y hacer subir el gol que daba la victoria al Barcelona para sumar 3 puntos en LaLiga y seguir a 1 del Real Madrid.
ASÍ ESTÁ LA TABLA DE POSICIONES EN LA LIGA ESPAÑOLA
Su reacción tras el gol ha sido impensable, inimaginable. Se ha quedado quieto, en el punto penal y ni tan siquiera ha levantado los brazos al aire como en él es habitual. La mayoría de sus compañeros llegaron a felicitarle y darle ánimos, ya que el gesto del argentino fue muy notable.
La imagen de Messi sin celebrar su gol fue un reflejo más de la mala imagen que ofreció el Barcelona ante el Leganés.
El próximo partido del conjunto catalán es contra el Atlético de Madrid en el Vicente Calderón el domingo 26 del presente mes.