El club merengue buscaba con insistencia el gol de la victoria ante el Sporting cuando Zidane decidió buscar aire fresco en la delantera blanca.
Para dotar de más pólvora al ataque, el técnico francés decidió meter en el terreno de juego al canterano Mariano en lugar de Lucas Vázquez, que no se tomó muy bien la decisión.
El rápido delantero abandonó el campo con evidentes gestos de enfado y tras llegar a la banda golpeó con dureza el banquillo mientras expresaba al aire sus quejas ante la mirada de sus compañeros.
Hasta el minuto 71, Vázquez había completado un buen partido, aportando intensidad y presencia por la banda derecha de la línea ofensiva madridista, pero Zidane lo sacó. Al final Madrid se llevó la victoria por 3-2.