El brasileño Marcelo se fue adelante, se metió en diagonal al centro eludiendo a tres defensores, Hummels, Boateng y Kimich para después esperar la salida de Manuel Neuer, servir a Cristiano Ronaldo que solo llegó a cortar la cinta para inaugurar el gol que ponía 3-2 al Madrid.
Lo que hizo Marcelo solo es de cracks, con orden, delicadeza y clase de un brasileño que puso de pie el estadio que coreó su nombre porque fue el principal artífice. Sus compañeros no se fueron a celebrar con CR7, fue con Marcelo que se vistió de héroe.