Con dos tantos de Lionel Messi y uno de Ivan Rakitic bastó para que el jugador más importante y ovacionado del conjunto merengue, Cristiano Ronaldo, explotara del enojo y acaparó las cámaras de los medios por su evidente enfado al terminar el partido.
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Sí, al parecer no se toma normalmente demasiado bien los pinchazos de su equipo y más si se trata ante su archirival, el Barcelona.
El portugués no tuvo su mejor noche, a pesar de llegar al Bernabéu con la alegría de haber eliminado al Bayern Múnich de la Champions League.
Cr7 no logró batir de ninguna manera al meta alemán Ter Stegen. Además, cree que el gol que le dio los tres puntos al conjunto blaugrana pudo haberse evitado.
Es por esto que, tal y como ha revelado el diario español Marca, Cristiano culpa a dos de sus compañeros por no haber hecho todo lo posible para no encajar el último tanto.
Se trata de nada más y nada menos que su amigo brasileño Marcelo y el controcampista croata, Luka Modric.
Cristiano entiende que los dos jugadores pudieron hacer más para detener la galopada de Sergi Roberto en el comienzo de la fatídica jugada que acabó con el remate de Messi a la red.
El propio Marcelo se atribuyó toda la culpa tras el encuentro y asumió su error: 'Conseguimos empatar un partido que a lo mejor mucha gente no creía que podíamos empatar. Si hago una falta técnica a lo mejor no nos meten el gol, pero es imposible leer el futuro. Asumo la culpa', declaró el lateral.
