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La nueva vida del técnico Luis Fernando Suárez ahora que no está dirigiendo

El extécnico de la Selección de Honduras está especializándose en psicología deportiva mientras consigue un trabajo

2017-04-26

Después de dirigir con éxito a Honduras en la pasada eliminatoria mundialista rumbo a Brasil donde se clasificó sin muchos problemas, la vida del entrenador colombiano Luis Fernando Suárez ha dado un giro.

Ahora el timonel tras no tener trabajo dirigiendo en los campos, está estudiando una especialidad en psicología deportiva, profesión que le vendrá de maravilla para poder llevar grupos de jugadores en este campo que ahora es muy importante.

En una entrevista para ta realizada por el equipo periodístico de ColombiaSports, el extécnico de Honduras, reveló cuál fue la Copa del Mundo que más disfrutó. Además revela la complejidad de lo que significa dirigir en la Concacaf donde ahora Jorge Luis Pinto sufre con Honduras. Aquí su entrevista íntegra:

Su actualidad:

“Estoy tranquilo, siempre en el fútbol. Mi experiencia con Dorados terminó en febrero de 2016 y desde abril estoy haciendo el curso de entrenador por internet con la Asociación de entrenadores de Argentina. Sigo viendo mucho fútbol y también me involucré en la psicología del deporte, aunque añoro mucho la cancha y estar metido en el stress de los partidos”

La diferencia de entrenar clubes y selecciones

“La mirada es totalmente diferente. Quien dirige cada siete o tres días tiene una mirada distinta a la del seleccionador. En los equipos se pueden establecer objetivos a corto y mediano plazo, se puede trabajar la evolución del jugador en el día a día y en todo aspecto, lo que no sucede en la Selección.
En las selecciones hay mirar más las estrategias y la tácticas, conocer la calidad de jugadores para determinados partidos y aprovechar los dos o tres entrenamientos que se tienen con ellos. Hay que tener una visión de los países en donde están jugando y entrenando. Hay una diferencia diametral, muy grande y los trabajos son diferentes”

Las dificultades del seleccionador

“Son pocos los momentos en que uno está reunido con el grupo y el año entero se vive con mucha presión, porque todas las miradas de un país están encima de uno. El fútbol es lo más importante, mueve masas en nuestra región y por ello hay una carga de stress muy grande. Hay que ser inteligente al manejar los tiempos: si hay cuatro o cinco reuniones en el año tienen que ser de alta calidad. En las concentraciones hay que charlar con los jugadores, estar en total comunicación para saber cómo están. Cuando se dan las convocatorias hay que saber escoger, porque para cada partido hay diferentes jugadores y hay que saber cuáles son”

Los procesos de Eliminatorias y la disputa del Mundial

“Las exigencias que se tienen para clasificar, uno las relaja cuando clasifica al Mundial. De acuerdo a las experiencias que tuve, siempre hay que mantener latente las ganas porque el deber cumplido no es solamente clasificar. La clave de un buen entrenador tiene que ser poder subir las exigencias y cumplir con metas que nadie espera en un Mundial”

Las diferencias entre Ecuador y Honduras en los Mundiales

“La experiencia con Ecuador fue buena. El equipo llegó a una instancia mayor de lo que la gente esperaba porque el grupo así lo creyó y trabajó por ello. En Honduras no fue así y creo que tuve equivocaciones en el manejo del grupo, porque pudo haber mayor exigencia. Debí haber hecho crecer más al equipo y hacer una presentación mejor de lo que habían hecho antes. Los objetivos tienen que ser grandes, hay que aprovechar el mes y medio anterior al Mundial más que nada en la parte mental. Justamente por eso me involucré en ese tema”

El aspecto psicológico de los jugadores

“Al jugador de fútbol la fama lo pueda marear y lo puede poner en un sitio diferente. Si no se puede hacer nada a nivel país y cambiar la manera de pensar las cosas en la gente, es difícil. En los clubes se deben hacer cambios placidos en ellos, donde evalúen y miren cosas diferentes a las cotidianas para que vayan cambiando su perspectiva. Son trabajos muy individuales y básicamente si se quiere sacar un gran jugador, es fundamental hacer un profundo trabajo mental”

Las diferentes idiosincrasias que asimiló y adoptó en su carrera

“Uno aprende de todas las culturas. Algunas sirven y otras se descartan. Para mí, lo más es que la adaptación a la forma de pensar, actuar y ver, tiene que ser de mi parte como entrenador. Yo no puedo salir a jugar con mi pensamiento colombiano y hablar con jugadores imponiéndoles mis cosas. Sí intentaré convencerlos de las cosas buenas que tiene mi país pero debo adaptarme a la vida de las personas que estoy dirigiendo”

“El pensamiento del ecuatoriano es diferente al del colombiano y hay que saber leer eso para poder entrar en el jugador. Lo de Honduras es similar a México por sus orígenes parecidos. El grado de adaptación es de uno, esa es la clave. Saber ubicarse en determinado momento e imponer una idea que no vaya en contra de su cultura, ya es un paso importante ganado. Ahora si se va en contra, el pueblo también lo hará”

El Mundial que más disfrutó

Claramente el de Alemania (2006). El de Brasil (2014) lo sufrí. Tenía muchas esperanzas y lo que se dio desde el inicio me hace pensar que el camino no fue el mejor. En Honduras creí ver cosas muy parecidas a lo que había vivido en Alemania con Ecuador y me quedé tranquilo creyendo que iba a tener un buen resultado. Cuando no se dio, me di cuenta que el equivocado era yo. Esas señales de que estaba haciendo lo mismo 12 años después, fue una lección que me quedó”

¿Por qué no dirige hoy?

“Quiero tener la licencia de la AFA porque en Colombia no existe y deseo tener el curso de entrenador. A veces eso cierra posibilidades de trabajar en otros lugares. Los tiempos van pasando y lo que viví en México y Perú me hacen valorar cosas a la hora de elegir un cargo. Increíblemente en Colombia la gente no conoce mucho mi trabajo, porque trabajé veinte años en el extranjero, pero sin dudas quiero seguir metido en el fútbol porque realmente me gusta mucho”