La historia de Mulryne es única ya que fue descubierto por el equipo inglés cuando apenas tenía 14 años y jugaba para unas de las parroquías de su país.
Con el United jugó por tres temporadas hasta la del 1999. Luego recaló al Norwich City, donde fue muy destacado hasta llegar a la selección irlandesa, en la cual jugó en 27 ocasiones.
Para ese entoncs, Mulryne era como la mayoría de los futbolistas: Salía con mujeres y fue expulsado en varias ocasiones de la Selección de Irlanda por tomar cerveza durante la concentraciones.
A pesar de los momentos que vivió como futbolistas, siempre empeñó su fe en Dios y luego de su retiro decidió encaminarse en esta nueva etapa de su vida.