Los focos fueron para Cristiano Ronaldo, el hombre del momento que abrió el debate sobre su continuidad en el club blanco.
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El grito de la noche en la casa del Madrid fue '¡Cristiano, quédate!', cantado al unísono por la afición y por los jugadores, que rodearon a CR7 para pedirle que se quede.
A la vez, Cristiano Ronaldo hizo un emotivo discurso. 'Es un orgullo jugar en el club más grande del Mundo. Es un orgullo. Muchas gracias, me siento a gusto. Con estos jugadores es imposible no ganar Champions', dijo el portugués, emocionado por el gesto de compañeros y aficionados.
Al final, agradeció a los compañeros y pidió hacer el grito de guerra de los blancos: ¡Hala Madrid!
De momento, CR7 no ha dejado del todo claro si va a continuar en el Real Madrid, pero no hay duda que la afición y sus jugadores quieren que se quede.